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TURCÓN - Ecologistas en acción

Marcado de armas ligeras y munición para luchar contra el comercio ilegal

Marcado de armas ligeras y munición para luchar contra el comercio ilegal El Mundo, 25-1-2005

Hay más probabilidades de rastrear un tomate transgénico que un lanzacohetes. Esto es lo que afirman los promotores de la campaña Armas bajo Control en el informe titulado 'El rastreo de un comercio letal. Marcado y rastreo de armas y municiones: una pieza fundamental para el control del comercio de armas'.

Coincidiendo con la Conferencia sobre el rastreo de armas de la ONU, Amnistía Internacional (AI), Intermón Oxfam y la Red Internacional de Acción contra las Armas Ligeras (IANSA) denuncian la ausencia de un sistema mundial para rastrear las armas pequeñas y la munición. Esto supone que no se puede responsabilizar a los países exportadores de que sus armas lleguen a los autores de abusos contra los derechos humanos, a criminales de guerra y a países donde se hipoteca el desarrollo de las comunidades y se perpetúan conflictos.

"Es indignante que tengamos más probabilidades de rastrear un tomate transgénico o una maleta que un AK47. Una maleta perdida puede rastrearse de San Francisco a Sierra Leona en cuestión de horas, y sin embargo todos los días desaparecen armas mortales sin dejar rastro", ha manifestado Ignasi Carreras, director general de Intermón Oxfam.

El estudio señala que la resistencia de los gobiernos a un sistema mundial para rastrear transferencias de armas hace que sea casi imposible llevar adelante procesamientos individuales o hacer que los gobiernos rindan cuentas por ventas ilegales de armas y por rupturas de los embargos de armas impuestos por la ONU.

Ocho millones de armas nuevas al año

Esteban Beltrán, director de AI en España, ha declarado: "El comercio ilícito de armas alimenta los abusos contra los derechos humanos en una escala masiva. Cada año miles de personas son asesinadas, torturadas, violadas y atacadas con armas que no pueden ser rastreadas. Ya es hora de que el mundo cuente con una manera de identificar a quienes están detrás de este cínico y mortal comercio y llevarlos ante la justicia".

En la reciente matanza de Gatumba, en Burundi, en la que murieron 150 personas, los cartuchos recuperados mostraban que la munición usada en el ataque estaba fabricada en China, Bulgaria y Serbia. Sin embargo, la falta de un mecanismo de rastreo hizo qimposible demostrar cómo había llegado hasta allí.

Rebecca Peters, directora de IANSA, afirma que "cada año se fabrican ocho millones de armas nuevas, y se cometen innumerables crímenes y atrocidades contra civiles del mundo entero. Sin embargo, sin un sistema mundial que demuestre el origen de las armas, hay muy pocas posibilidades de procesar a los autores de delitos violentos".

La campaña Armas bajo Control considera que un sistema mundial de marcado y rastreo de armas es un paso fundamental para mejorar la normativa sobre comercio de armas. Un sistema exhaustivo requiere la adopción de un Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas y de una convención para controlar las actividades de los intermediarios.

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