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TURCÓN - Ecologistas en acción

"Falsos y antipatriotas ecologistas"

"Falsos y antipatriotas ecologistas"

El Día, 27-11-2005

Siguen por el camino erróneo

Editorial

UNOS falsos ecologistas se han empeñado en paralizar el desarrollo de Tenerife por encargo de LPs de GC. Así de claro. No les es suficiente que el proyectado puerto industrial de Granadilla, complementario al de Santa Cruz y que va a recibir el visto bueno de la Unión Europea antes de fin de año, se haya visto reducido a su más mínima expresión por presiones políticas y medioambientales. Pretenden que no se construya y utilizan toda clase de artimañas, una de ellas las algaradas callejeras, para impedir el progreso de la Isla, repetimos, distorsionando la realidad.

Y esa realidad dice que Tenerife necesita el gas natural, la energía más limpia y barata existente, y que esa planta debe estar ahí, porque es el único lugar idóneo en la Isla para ello. Como lo es el lugar para acondicionar una amplia zona de contenedores, para el suministro a los isleños, que es inviable habilitar en el Puerto de Santa Cruz, según afirma, y así lo sabemos nosotros, el presidente de la Autoridad Portuaria de esta provincia, Luis Suárez Trenor. Y también, claro está, hay que desahogar el puerto capitalino, que ocupa parte de la fachada marítima y deja a Santa Cruz de espaldas al mar.

Apoyamos rotundamente la ampliación del Puerto de Santa Cruz, que debe seguir siendo el buque insignia de los muelles del Archipiélago, pero su capacidad de carga, a pesar de la futura construcción de la explanada del Dique del Este, está al límite, y por ello se precisa una nueva instalación, la de Granadilla. Ya hemos dicho mil veces las razones que deben imperar a la hora de dar luz verde al proyecto del Sur, que no atenta contra el medio ambien- te, y no las vamos a repetir.

Lo que sí sabemos es que la población tinerfeña está absolutamente harta y aburrida, hasta la coronilla, de esos falsos y antipatriotas ecologistas.

Nosotros somos profundamente ecologistas, de los puros y honrados, y ensalzamos nuestras bellezas y nuestros paisajes, los mismos que han convertido a Tenerife en uno de los parajes más maravillosos y pintorescos del mundo. Además, nos congratulamos que sea el territorio con mayor número de espacios naturales protegidos, lo que significa un valor de futuro.

ELLOS SON los que se oponen a todo, los que reciben órdenes canarionas para frenar el futuro de Tenerife y hasta vienen de G.C. –¿o no es así?– para hacer masa contra esta Isla. Mientras en G. Canaria se manifiestan para que les construyan las carreteras del norte o la autopista hasta Mogán, en Tenerife no se puede mover una sola piedra sin el "permiso" de ciertos "ecologistas", y eso es culpa también de algunas de nuestras autoridades, de nuestros representantes públicos e incluso de algunos de los empresarios, que se han quedado adormilados. Ya ocurrió con el tendido eléctrico y quieren que se repita con el cierre del anillo insular, con la segunda pista del aeropuerto Reina Sofía y con el puerto de Granadilla. Pero el pueblo no es tonto, y dentro de año y medio acudirá a las urnas para poner las cosas en su sitio. ¿Cuánto obtendrán los falsos ecologistas, si es que se presentan, con valentía, a las elecciones?

CANARIAS es un Archipiélago, compuesto por siete islas, varios islotes y salpicado de roques. Sí, además de las Siete Islas, se pueden citar: Alegranza, La Graciosa, Montaña Clara, Lobos, Roque del Este, Roque del Oeste, Roques de Fasnia, Roque de Garachico y hasta los Roques de Anaga. Pero Canarias es Canarias, no G. Canaria. Y, por desgracia, se permite la utilización casposa del nombre de Canarias para engrandecer a G. Canaria, con todo lo que ha rapiñado: sedes, campañas turísticas, canales de televisión, etiquetas únicas de vinos, carnavales... Ya está bien.

Algún día ocurrirá que el Parlamento nos dé una sorpresa, como ya sucedió hace unos años con la Universidad por culpa de los canariones y de los votos de algunos diputados conocidos, elegidos por Tenerife, y se lleven a Las Palmas la capitalidad única, el Parlamento y, si pueden, hasta el Teide.

TENERIFE ha salido perjudicada en materia de infraestructuras desde hace años, desde que se firmó el convenio de carreteras con el Gobierno de Aznar, y con posterioridad.

El culpable de que G. Canaria cuente en la actualidad con modernas vías de comunicación y que Tenerife todavía debata sus proyectos es, entre otros, el sempiterno consejero de Obras Públicas –ahora de Infraestructuras– Antonio Castro Cordobez. Él ha permitido que G. Canaria y su isla natal –La Palma– crezcan, mientras Tenerife se queda estancada.

Lo decimos abiertamente, porque ahí están las pruebas y los datos públicos. Le respetamos personalmente, pero su gestión ha sido terrorífica para Tenerife, que necesita desarrollar su terreno. Castro Cordobez es un ídolo en su isla natal, pero se permite el lujo de alcanzar la Presidencia de Coalición Canaria en ella y delegarla en dos vicepresidentes. ¿Quién cree aún en él?

¿Cumplirá sus promesas de que las carreteras del norte de G. Canaria sean prioritarias, tal y como les prometió? ¿Le parecerá poco todo lo que regaló a G. Canaria?

En todo caso, los tinerfeños tendrán la última palabra, y va a ser que aquí también queremos construir y no destruir, como pretenden los falsos ecologistas y los bolsillos amarillos.

Antonio Castro ha sido nefasto para Tenerife, pero todavía está a tiempo para congraciarse con los votantes de su coalición. De Tenerife y del resto del Archipiélago. ¿Lo hará, se callará, dirá qué es prioritario?

PARA CERRAR este capítulo de las infraestructuras, que seguirá dando mucho que hablar en el futuro, nos preguntamos: ¿Dónde están los ecologistas antisistema de G. Canaria? Parece que todos se hubieran venido a Tenerife, porque allá no hay nada de valor medioambiental que proteger. ¿Y dónde están los mandatarios tinerfeños capaces de movilizar a la población para que apoye las obras que necesita la Isla? Da la impresión de que se hubieran trasladado a aquella isla. En fin, una muestra más de la diferente idiosincrasia de dos islas tan cercanas, y que explica muchas cosas.

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RECOMENDAMOS que lean el artículo del alcalde de Santa Cruz, Miguel Zerolo, que aparece en la página 15 de esta misma edición y cuyo contenido hacemos nuestro. Después de estas palabras sentimos que hay que llorar por Tenerife.

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