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La playa de Montaña Arena nido de chabolas y basura por la desidia del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana

La playa de Montaña Arena nido de chabolas y basura por la desidia del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana

Manolo Reyes

La Provincia, 12/8/2006

La suciedad y las acampadas incontroladas han convertido la playa sureña de Montaña Arena en un espacio sin ley, en el que más de una treintena de casetas de campaña impide a los usuarios habituales de esta cala disfrutar de un tranquilo día de sol. Ayer algunas de estas personas decidieron dar media vuelta por la falta de espacio y la basura que se acumula en la arena, una situación que va camino de erigirse en un nuevo capítulo de chabolismo veraniego en la costa de San Bartolomé de Tirajana.

De hecho, la hilera de casetas tradicionales que invade toda la playa casi pasa desapercibida, sobre todo si la comparamos con el impacto visual que causa contemplar el nuevo fenómeno de autoconstrucción: auténticos miniapartamentos elaborados a base de toldos y sábanas, algunos incluso delimitados con vallas a modo de jardín en la misma orilla de la marea, con sus mesas, sillas y copas de vino en el interior, a la espera de la llegada de sus moradores, que suelen dejar el chiringuito montado durante meses y mandarse a mudar.

Se trata de casetas que llevan instaladas desde Semana Santa, según denuncian Cristóbal y Rosario Rodríguez, dos de los usuarios que ayer optaron por no desplegar la sombrilla y pusieron rumbo a otra playa. "Aquí cuando sube la marea no se puede estar porque no hay espacio y el mar devuelve todos los desperdicios que la gente genera", explican ambos, al tiempo que se quejan de los malos olores y los perros que corretean a sus anchas por la orilla.

Para evitar que la subida del agua anegue estas construcciones, se han levantado pequeños muros de piedra con la ayuda de rastrillos y carretillas, aunque también hay quien ha preferido desplegar el chiringuito en las alturas de la gran montaña de arena, una suerte de ático adosado a las rocas con bandera de Bob Marley incluida.

ACCESO SUCIO. El acceso a la playa que bordea la costa también se encuentra sucio, con incontables amasijos de papel higiénico trabados en las piedras, así como latas de cerveza y grandes bolsas de basura despeñadas por el acantilado. Sin embargo, la porquería es ahora menor que hace unas semanas, debido a la limpieza natural que ha hecho el mar por las fuertes mareas que ha provocado la luna llena, según asegura otro de los denunciantes, que están preocupados porque la playa resulte cerrada por chabolismo, como ocurrió hace años.

Mientras, ante la indiferencia de las autoridades, son los propios bañistas los que intentan minimizar las molestias que causa acampar en una zona que no está acondicionada por tratarse de una actividad prohibida en el litoral. Por el momento reparten octavillas que solicitan colaboración en la recogida de la basura, y piden a los responsables locales que habiliten una zona fuera de la playa para las casetas.

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