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TURCÓN - Ecologistas en acción

Un laboratorio flotante para estudiar los océanos

Un laboratorio flotante para estudiar los océanos MADRID.- Sus líneas futuristas y su aire de navío de ciencia ficción esconden al que será el laboratorio oceanográfico con mejores vistas del mundo. Es el SeaOrbiter, el nuevo proyecto del arquitecto francés Jacques Rougerie, un 'capitán Nemo' del siglo XXI que comenzará a surcar los mares en 2008.

El SeaOrbiter representa "otra forma de abordar el mundo submarino, una aventura humana y un sueño para miles de exploradores", repite una y otra vez Rougerie estos días ante la prensa mundial, a la que presentará oficialmente su instalación el día 31 de mayo.

Tras casi treinta años de proyectos ligados fuertemente al mar y al espacio, el arquitecto ha evolucionado de sus iniciales casas submarinas (Galatea) o sus naves futuristas (Aquaspace) hasta el SeaOrbiter, que ya tiene incluso 'padrino': el Museo de la Marina de París, que ya acoge una maqueta del laboratorio submarino. La estación estará terminada antes de 2008 y costará unos 25 millones de euros, en los que están incluidos los gastos de la primera misión: estudiar la corriente del Golfo, desde México hasta el norte del océano Atlántico.

El laboratorio será un barco de 51 metros de altura, de los que 31 estarán bajo el agua, y que recoge sugerencias de científicos como el explorador del mundo submarino Jacques Piccard, o el director del programa Nemo de la NASA, Bill Todd, que además quiere aprovechar las instalaciones para formar a los futuros astronautas.

El SeaOrbiter tendrá capacidad para que vivan y realicen su trabajo hasta 18 científicos, de los que ocho podrán permanecer grandes periodos de tiempo en la parte inferior del barco, que estará presurizada. Además, el Sea Orbiter tendrá una serie de robots submarinistas con capacidad para realizar inmersiones de hasta 600 metros de profundidad, así como cámaras de descomprensión para los científicos. Entre los proyectos que se podrán acometer desde el SeaOrbiter están las medidas de temperaturas del océano, salinidad, concentración de CO2, y sobre todo el estudio de la biodiversidad.

Aunque el laboratorio flotante tendrá motores de energía eléctrica para desplazarse, la idea inicial es que se desplace por su propia inercia y las corrientes marinas, para evitar que el ruido de los motores espante a ballenas y demás fauna acuática y que los científicos puedan realizar sus observaciones con calma.

1 comentario

juan bautista wences -

muy buena ida amigo y kizas lleguen a ser posible este proyecto siempre y cuando no contaminen al medio ambiente