Tras aprobarse los documentos el pasado mes de agosto
Medio Ambiente somete a información pública los Avances de los Planes de Conservación del Hábitat del Tajinaste Azul de La Gomera y de Recuperación de la Piñamar
El aumento del número de ejemplares y la restauración de sus hábitats naturales son las acciones contempladas en los proyectos de conservación
La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial de Gobierno de Canarias, que dirige Domingo Berriel, ha abierto el plazo de participación ciudadana para los documentos de avance del Plan de Conservación del Hábitat del Tajinaste Azul de La Gomera (Echium acanthocarpum) y del Plan de Recuperación de La Piñamar (Atractylis preauxiana). Así lo publica hoy el Boletín Oficial de Canarias (BOC), en donde se señala que estos proyectos de conservación, una vez aprobados por Resolución de la Viceconsejería de Medio Ambiente el pasado agosto, se someten al trámite de información pública durante el plazo de un mes a partir mañana.
Tajinaste Azul de La Gomera
El Tajinaste Azul de La Gomera es una especie catalogada como Sensible a la Alteración de su Hábitat, de la que sobreviven en la actualidad 600 individuos maduros, divididos en tres núcleos de población. Su Plan de Recuperación persigue dos grandes objetivos operacionales a fin de garantizar el cumplimiento de los fines generales planteados en el documento: por un lado, eliminar y controlar los factores que amenazan la supervivencia de la especie, especialmente en lo que se refiere a la incidencia del ganado ovino y caprino; y por otro, incrementar sus efectivos hasta unos niveles que aseguren a medio plazo su conservación, evitando riesgos de catástrofes y la estocasticidad ambiental, demográfica y genética.
En este sentido, se pretende lograr una estructura estable en términos demográficos y genéticos en todas las subpoblaciones naturales de la especie, de tal forma que un análisis de viabilidad poblacional dictamine su pervivencia para un periodo de al menos 250 años, a través del control de los factores de amenaza (herbívoros, fundamentalmente cabras y ovejas) y el incremento de efectivos de la especie.
A fin de conseguir el objetivo relativo al control de los factores de amenaza, el Plan contempla actuaciones como el vallado de las poblaciones afectadas, el control del ganado, con la retirada de animales sueltos; y acuerdos con los propietarios del ganado relativo al pastoreo. De manera paralela, contempla actuaciones relativas a la recolección de semillas, germinación de viveros, reintroducción de las especie en algunos sitios donde se ha extinguido, y reforzamiento de los sitios donde se encuentra en la actualidad. Igualmente, respecto a estas actuaciones, también contempla la necesidad de guardar semillas en bancos de germoplasma como reserva genética.
Con este Plan, que está pensado para cinco años una empiece a ejecutarse, se pretende alcanzar la cifra 7.500 ejemplares y crear además cinco núcleos nuevos de población en otras localidades.
Piñamar
La piña de mar es una especie exclusiva del Archipiélago canario que se distribuye por la vertiente costera del suroeste de Gran Canaria y Tenerife. El objetivo del proyecto de conservación puesto en marcha por el departamento autonómico es evitar la extinción de este arbusto pequeño de hojas plateadas y cuya inflorescencia es en forma de piña de mar, a la que debe su nombre, y que está incluida en los catálogos nacional y canario de especies amenazadas con la categoría de en peligro de extinción.
El esfuerzo de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno canario por mejorar el conocimiento de la especie endémica de Canarias ha posibilitado el aumento de los datos que se tienen de ella relativos a su área de ocupación, la extensión en la que está presente, el número de localidades donde habita y el de ejemplares.
Es la zona de Arinaga, en el municipio grancanario de Agüimes, donde se concentra el mayor número de poblaciones de esta especie. Hace unos años había en este núcleo 20.000 ejemplares, y en 2006 han sido censados 215.800 a través del Programa de Seguimiento de las Poblaciones de Especies Amenazadas (SEGA), puesto en marcha por la Consejería de Medio Ambiente.
Además de en Arinaga, en el litoral de Gran Canaria hay otras dos subpoblaciones de piña de mar: en Taliarte y Tufia (ambas en Telde), que suman un total de 217.891 ejemplares de esta especie exclusiva de Canarias.
En cuanto a Tenerife, habita en diferentes áreas repartidas por la costa sureste. En total hay localizadas ocho subpoblaciones, que suman un total de 1.585 ejemplares de este pequeño arbusto. Las zonas donde se encuentra la piña de mar son Tosca de Fasnia, el acantilado de la Hondura, la zona de las Eras (Arico), el Tabaibal del Poris, Abades, Punta de Abona, Playa del Vidrio (Granadilla) y Montaña Amarilla (San Miguel).
Las actuaciones que contempla el plan de conservación de la piña de mar son el aumento del número de ejemplares existentes en la actualidad, así como el refuerzo de las zonas donde se contabilizan un menor número de plantas, como son la playa del Vidrio, donde están catalogados 47 ejemplares, y la Montaña Roja (1 ejemplar).
Las otras acciones recogidas en el proyecto son la restauración del hábitat natural y la colocación en las zonas donde habita de paneles explicativos sobre las características de la especie para concienciar a la población de la importancia de la protección de especies en peligro de extinción como la piña de mar. Asimismo, se llevará a cabo el vallado de los núcleos donde se localizan los ejemplares más afectados para evitar las intrusiones accidentales y la entrada de conejos, una de las principales amenazas para la supervivencia de esta especie vegetal.
También destaca la declaración de un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) terrestre que corresponde a la piña de mar de Granadilla, además de otros dos marinos que se crearán en Canarias, que son los sebadales de Güigüi, en Gran Canaria, y los de Antequera, en Tenerife.