Greenpeace denuncia la saturación urbanística y la contaminación como los peores problemas del litoral canario
En su informe "Destrucción a toda costa 2004", Greenpeace analiza los problemas del
litoral y destaca el Puerto Industrial de Granadilla como el peor punto del litoral.
Greenpeace ha presentado hoy en rueda de prensa el informe "Destrucción a toda costa 2004", en el que hace un recorrido por todas las comunidades autónomas con litoral, analizando los principales factores causantes de su degradación y señalando los peores puntos.
En el análisis por Comunidades Autónomas, el informe pone de manifiesto que la situación no ha cambiado mucho respecto a años anteriores. Ni una sola comunidad tiene su costa en buen estado. En una comparativa, Canarias obtiene mala nota, situándose en el grupo de las que peor gestionan y cuidan su costa junto a las Islas Baleares, Murcia, la Comunidad Valenciana y Galicia. Décadas de desarrollo turístico mal planificado han llevado a la costa a padecer graves problemas de saturación urbanística, contaminación, destrucción de espacios naturales y erosión costera.
Gran parte de la costa canaria lleva sufriendo durante mucho tiempo la dictadura impuesta por el turismo de sol y playa, responsable de la mayoría de los planes urbanísticos de las localidades del litoral, muchos de los cuales no tienen en cuenta consideraciones relacionadas con la calidad de vida o el cuidado de su patrimonio social, cultural y ambiental. En el archipiélago canario, las Directrices de Ordenación General y del
Turismo que intentan limitar el crecimiento turístico no están teniendo un efecto visible. A las 50.000 nuevas camas aprobadas antes de la entrada en vigor de la "moratoria" hay que sumarle otras 20.000 más que al ir acompañadas de un campo de golf o un puerto deportivo cumplen los requisitos marcados por las Directrices. Además, su aplicación no es todavía una
realidad. El año 2003 terminó sin que ninguna isla hubiera adaptado sus planeamientos insulares, y sin que ningún municipio adaptara sus planes de ordenación.
El resultado de las malas actuaciones en la costa es un litoral erosionado, con graves problemas de contaminación en muchos puntos costeros y playas sin arena. Canarias es un auténtico desastre en cuanto a la depuración de aguas residuales. Además, numerosos emisarios submarinos se encuentran en mal estado, como el de Abades en Arico (Tenerife), El Pris en Tacoronte (Tenerife). La Gomera sufre la existencia de residuos incontrolados en
varios puntos de su litoral: Punta Sardina, Riscos de Heredia, la reserva natural de Puntallana o Vallehermoso. En La Palma, una montaña de cinco metros de altura se acumula al norte de la capital palmera. El maltrato dado al espacio costero está empezando a pasar factura a la propia industria turística, que lleva tres años con un descenso constante de los niveles de ocupación a pesar del aumento del número de turistas (en 2003, la ocupación turística media en España fue del 53,6%).
Una preocupante tendencia derivada del análisis de los datos del informe de Greenpeace revela que los escasos espacios naturales costeros en buen estado están sufriendo el asalto por parte de los especuladores. Es el caso de la presión urbanizadora que sufre en la actualidad La Oliva, en el norte de Fuerteventura, con 19 planes parciales pendientes de ejecución. Las Directrices de Ordenación también hacen referencia a las infraestructuras, proponiendo que éstas sean mejor aprovechadas para no hipotecar el territorio insular. Sin embargo algunos de los proyectos de infraestructuras no cumplen este principio. El mayor exponente es el puerto industrial de Granadilla en Tenerife, uno de los peores ejemplos del
desprecio por el medio ambiente a la hora de construir un puerto. El proyecto cuenta con decenas de informes económicos y ambientales que demuestran su inviabilidad. A pesar de que los Ministerios de Fomento y Medio Ambiente han expresado su rechazo al actual proyecto, la Autoridad Portuaria licitaba ayer mismo las obras de comienzo del puerto. Greenpeace
ha denunciado el proyecto ante la Comisión Europea y ante los tribunales de justicia, denunciando a la Viceconsejera de Medio Ambiente, Milagros Luis Brito, por presunta prevaricación.
Greenpeace concluye su informe sobre el estado litoral con una serie de recomendaciones:
- Un cambio en la gestión de la costa. Las políticas especulativas a corto
plazo deben ser abandonadas y dar paso a un modelo de desarrollo que asegure
la integridad del territorio y, con ella, el bienestar de las poblaciones.
- Los municipios costeros deben adquirir un compromiso firme con la
conservación de la costa. Es imprecindible que las Islas Canarias apliquen
la moratoria turística en la franja litoral.
- El Gobierno Canario debe impulsar y apoyar la implantación de una gestión
sostenible del litoral a través de la promoción de figuras como el
"Municipio sostenible", la Agenda 21 u otras similares.
- El problema de la contaminación marina es realmente grave. El Gobierno
Canario en colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente debe realizar un
esfuerzo adicional para cumplir con los compromisos de depuración de aguas
residuales que marca la Comisión Europea.
Los peores puntos de la costa canaria:
- Fuerteventura. La Oliva: 19 planes parciales de urbanización en un área casi
virgen.
- Gran Canaria: Puerto de Arinaga.
- Tenerife: Puerto Industrial de Granadilla.
- La Gomera: Punta Sardina, Los Riscos de Heredia o la reserva natural de Puntallana (La Rajita) sufren graves problemas de contaminación.
- La Palma: Vertedero de Santa Cruz de La Palma.
Para más información: María José Caballero, responsable de la Campaña de Costas de Greenpeace, 91 444 14 00 ó 626 99 82 49.
Prensa Greenpeace: Laura Pérez 91 444 14 00 ó 626 99 82 51
El informe Destrucción a toda costa 2004 puede consultarse en línea.
litoral y destaca el Puerto Industrial de Granadilla como el peor punto del litoral.
Greenpeace ha presentado hoy en rueda de prensa el informe "Destrucción a toda costa 2004", en el que hace un recorrido por todas las comunidades autónomas con litoral, analizando los principales factores causantes de su degradación y señalando los peores puntos.
En el análisis por Comunidades Autónomas, el informe pone de manifiesto que la situación no ha cambiado mucho respecto a años anteriores. Ni una sola comunidad tiene su costa en buen estado. En una comparativa, Canarias obtiene mala nota, situándose en el grupo de las que peor gestionan y cuidan su costa junto a las Islas Baleares, Murcia, la Comunidad Valenciana y Galicia. Décadas de desarrollo turístico mal planificado han llevado a la costa a padecer graves problemas de saturación urbanística, contaminación, destrucción de espacios naturales y erosión costera.
Gran parte de la costa canaria lleva sufriendo durante mucho tiempo la dictadura impuesta por el turismo de sol y playa, responsable de la mayoría de los planes urbanísticos de las localidades del litoral, muchos de los cuales no tienen en cuenta consideraciones relacionadas con la calidad de vida o el cuidado de su patrimonio social, cultural y ambiental. En el archipiélago canario, las Directrices de Ordenación General y del
Turismo que intentan limitar el crecimiento turístico no están teniendo un efecto visible. A las 50.000 nuevas camas aprobadas antes de la entrada en vigor de la "moratoria" hay que sumarle otras 20.000 más que al ir acompañadas de un campo de golf o un puerto deportivo cumplen los requisitos marcados por las Directrices. Además, su aplicación no es todavía una
realidad. El año 2003 terminó sin que ninguna isla hubiera adaptado sus planeamientos insulares, y sin que ningún municipio adaptara sus planes de ordenación.
El resultado de las malas actuaciones en la costa es un litoral erosionado, con graves problemas de contaminación en muchos puntos costeros y playas sin arena. Canarias es un auténtico desastre en cuanto a la depuración de aguas residuales. Además, numerosos emisarios submarinos se encuentran en mal estado, como el de Abades en Arico (Tenerife), El Pris en Tacoronte (Tenerife). La Gomera sufre la existencia de residuos incontrolados en
varios puntos de su litoral: Punta Sardina, Riscos de Heredia, la reserva natural de Puntallana o Vallehermoso. En La Palma, una montaña de cinco metros de altura se acumula al norte de la capital palmera. El maltrato dado al espacio costero está empezando a pasar factura a la propia industria turística, que lleva tres años con un descenso constante de los niveles de ocupación a pesar del aumento del número de turistas (en 2003, la ocupación turística media en España fue del 53,6%).
Una preocupante tendencia derivada del análisis de los datos del informe de Greenpeace revela que los escasos espacios naturales costeros en buen estado están sufriendo el asalto por parte de los especuladores. Es el caso de la presión urbanizadora que sufre en la actualidad La Oliva, en el norte de Fuerteventura, con 19 planes parciales pendientes de ejecución. Las Directrices de Ordenación también hacen referencia a las infraestructuras, proponiendo que éstas sean mejor aprovechadas para no hipotecar el territorio insular. Sin embargo algunos de los proyectos de infraestructuras no cumplen este principio. El mayor exponente es el puerto industrial de Granadilla en Tenerife, uno de los peores ejemplos del
desprecio por el medio ambiente a la hora de construir un puerto. El proyecto cuenta con decenas de informes económicos y ambientales que demuestran su inviabilidad. A pesar de que los Ministerios de Fomento y Medio Ambiente han expresado su rechazo al actual proyecto, la Autoridad Portuaria licitaba ayer mismo las obras de comienzo del puerto. Greenpeace
ha denunciado el proyecto ante la Comisión Europea y ante los tribunales de justicia, denunciando a la Viceconsejera de Medio Ambiente, Milagros Luis Brito, por presunta prevaricación.
Greenpeace concluye su informe sobre el estado litoral con una serie de recomendaciones:
- Un cambio en la gestión de la costa. Las políticas especulativas a corto
plazo deben ser abandonadas y dar paso a un modelo de desarrollo que asegure
la integridad del territorio y, con ella, el bienestar de las poblaciones.
- Los municipios costeros deben adquirir un compromiso firme con la
conservación de la costa. Es imprecindible que las Islas Canarias apliquen
la moratoria turística en la franja litoral.
- El Gobierno Canario debe impulsar y apoyar la implantación de una gestión
sostenible del litoral a través de la promoción de figuras como el
"Municipio sostenible", la Agenda 21 u otras similares.
- El problema de la contaminación marina es realmente grave. El Gobierno
Canario en colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente debe realizar un
esfuerzo adicional para cumplir con los compromisos de depuración de aguas
residuales que marca la Comisión Europea.
Los peores puntos de la costa canaria:
- Fuerteventura. La Oliva: 19 planes parciales de urbanización en un área casi
virgen.
- Gran Canaria: Puerto de Arinaga.
- Tenerife: Puerto Industrial de Granadilla.
- La Gomera: Punta Sardina, Los Riscos de Heredia o la reserva natural de Puntallana (La Rajita) sufren graves problemas de contaminación.
- La Palma: Vertedero de Santa Cruz de La Palma.
Para más información: María José Caballero, responsable de la Campaña de Costas de Greenpeace, 91 444 14 00 ó 626 99 82 49.
Prensa Greenpeace: Laura Pérez 91 444 14 00 ó 626 99 82 51
El informe Destrucción a toda costa 2004 puede consultarse en línea.
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