Los agricultores acusan a Emalsa de recortar el abasto de agua
La Provincia, 7-8-2004
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Canarias acusó ayer a la compañía de suministro Emalsa de restringir deliberadamente a unos 4.000 agricultores el abasto de aguas depuradas para uso agrícola para "presionar" y hacerse con la gestión completa de ese servicio de la planta de Barranco Seco, sobre la que tiene ahora competencias el Consejo Insular de Aguas.
El presidente de la COAG, Rafael Hernández, aseguró que desde la pasada semana el suministro se ha rebajado de 20.000 metros cúbicos de la demanda diaria a sólo 8.000, en un momento en que la producción se ha visto además seriamente afectada por la fuerte ola de calor que produjo una sobredemanda para hacer frente a la deshidratación de los cultivos.
Emalsa ha justificado la reducción en la alta salinidad de las aguas residuales tratadas en la planta, lo que obliga a la restricción en el suministro al considerar que no son aptas para el regadío. Según Hernández, este es un argumento que la empresa de aguas ha venido esgrimiendo sucesivamente con ocasión de la reiteración de estos episodios.
Los agricultores aseguran que los cortes en el suministro de agua depurada los viene aplicando Emalsa periódicamente y en los últimos años con el objetivo de hacerse con la gestión completa de toda la gestión integral del agua y sus procesos desalación, suministro de agua de abasto y depurada, incluida la desalación del terciario. "Emalsa dice que la alta salinidad no hace posible el suministro pero también dice que si ella gestionara el terciario se acabarían los problemas".
Las restricciones que se producen desde la pasada semana están afectando a 4.000 agricultores y a 2.000 hectáreas de cultivos, según la COAG. La compañía ha optado desde hace tiempo por no depurar las aguas residuales cuando la salinidad supera los 3.000 microsiemens y la COAG sostiene que no se depura más agua porque supone un mayor gasto de energía y, por tanto, menos beneficios.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Canarias acusó ayer a la compañía de suministro Emalsa de restringir deliberadamente a unos 4.000 agricultores el abasto de aguas depuradas para uso agrícola para "presionar" y hacerse con la gestión completa de ese servicio de la planta de Barranco Seco, sobre la que tiene ahora competencias el Consejo Insular de Aguas.
El presidente de la COAG, Rafael Hernández, aseguró que desde la pasada semana el suministro se ha rebajado de 20.000 metros cúbicos de la demanda diaria a sólo 8.000, en un momento en que la producción se ha visto además seriamente afectada por la fuerte ola de calor que produjo una sobredemanda para hacer frente a la deshidratación de los cultivos.
Emalsa ha justificado la reducción en la alta salinidad de las aguas residuales tratadas en la planta, lo que obliga a la restricción en el suministro al considerar que no son aptas para el regadío. Según Hernández, este es un argumento que la empresa de aguas ha venido esgrimiendo sucesivamente con ocasión de la reiteración de estos episodios.
Los agricultores aseguran que los cortes en el suministro de agua depurada los viene aplicando Emalsa periódicamente y en los últimos años con el objetivo de hacerse con la gestión completa de toda la gestión integral del agua y sus procesos desalación, suministro de agua de abasto y depurada, incluida la desalación del terciario. "Emalsa dice que la alta salinidad no hace posible el suministro pero también dice que si ella gestionara el terciario se acabarían los problemas".
Las restricciones que se producen desde la pasada semana están afectando a 4.000 agricultores y a 2.000 hectáreas de cultivos, según la COAG. La compañía ha optado desde hace tiempo por no depurar las aguas residuales cuando la salinidad supera los 3.000 microsiemens y la COAG sostiene que no se depura más agua porque supone un mayor gasto de energía y, por tanto, menos beneficios.
0 comentarios