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TURCÓN - Ecologistas en acción

Una voraz plaga de insectos amenaza todos los palmerales naturales de Gran Canaria

Una voraz plaga de insectos amenaza todos los palmerales naturales de Gran Canaria La Provincia, 12-10-2004

La "diocalandra", un pequeño coleóptero introducido en la isla de Gran Canaria desde el año 1998 a través de las importaciones de palmeras provenientes de países como Egipto, Túnez, Turquía, Marruecos o Indonesia, está amenazando gravemente las poblaciones naturales de la palmera canaria.

Ésta es la conclusión más importante, y prácticamente excluyente de cualquier otra, que la Asociación Europea de Amigos de las Palmeras ha extraído de su visita al Archipiélago, que realiza desde el pasado sábado, y que finalizará dentro de dos días tras la visita a las islas de Tenerife y La Gomera. Se trata de un grupo de 30 especialistas europeos entre los que se encuentran representantes de las principales asociaciones que defienden y estudian las palmeras y que ha escogido este año como objetivo de su estudio al Archipiélago canario por ser la cuna del "príncipe de las palmeras, el Phoenix canariensis, el más bonito, el más fuerte y el más plantado de todo el sur de Europa, en Italia, Francia y España", según el presidente de la asociación francesa, Gerard Dorin.

Dorin aparcó pronto su entusiasmo por los paisajes sembrados de palmeras de la isla de Gran Canaria -como los rincones de Santa Lucía o el Jardín Canario, o el de la Marquesa, en Arucas-, para dar paso a una "enorme preocupación" por una situación que califica de "muy grave. "Llevamos hablando horas de esta cuestión", explica el especialista francés, "porque aquí hay palmerales maravillosos, como el de Fataga o Casas Blancas, en Santa Lucía, que requieren de una reproducción de ejemplares jóvenes, pero el problema es que existe una amenaza muy grande de parásitos terribles que es el caso de la diocalandra, un pequeño insecto que invade por miles los cuerpos de las palmeras y que las mata". "Hemos visto unas recién plantadas, que ya están invadidas por este parásito, debido a la importación de palmeras que vienen de África, de Egipto o Túnez, lo que se trata de un peligro insoportable para el ecosistema insular: Es un desastre", continúa, "y se requiere adoptar unas medidas muy severas para impedir la importación de ejemplares, incluso de la Península, porque allí compran los individuos infectados en los mismos lugares de origen, lo que representa para las Islas una amenaza de muerte".

El representante de los especialistas, que abarca a unos 10.000 profesionales y asociados de Estados Unidos, África del Sur y Australia, entre otros, explica que la plaga por el momento sólo afecta a las poblaciones situadas en el litoral, como en Las Palmas de Gran Canaria, las áreas urbanas de Santa Lucía, y que en unos meses, o quizá pocos años, infectará a los palmerales naturales, como los de Fataga, la Sorrueda o Casas Blancas, lo que para el técnico es "absolutamente terrible, porque va a llegar".

Por el momento no existe un censo del número de individuos afectados a pesar de conocerse la existencia de este problema desde hace seis años, pero según explica la misma fuente, "hemos cortado unas hojas en un jardín de Vecindario recién plantado por el Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana, y pudimos comprobar sobre el terreno que de ellas salían miles de parásitos". Eduardo Fránquiz, técnico de Parques y Jardines del municipio de Santa Lucía, asegura que "estamos hablamos de cientos de palmeras enfermas. Aquí tenemos unos 7.000 ejemplares plantados en la zona urbana y hay infectados por el momento cientos de ellos, pero es que resulta que en otros municipios la situación es peor, pero no lo tienen cuantificado, como en San Bartolomé, Telde o Las Palmas y aquí la única diferencia es que hemos sido los que nos hemos puesto a contar y a mirar por lo menos".

Por todo esto los especialistas que visitan estos días las Islas quieren realizar una "denuncia pública por la falta de control en puertos y aeropuertos de las Islas, donde no se hace absolutamente nada para evitar la mayor amenaza a lo palmerales canarios", representada de manera directa por la entrada de grandes datileras, o la palmera real, o también la mascarena, que traen a su vez sus propias enfermedades, desconocidas aquí y que ya están contagiando los jardines de Italia, Francia o el Levante español y que aquí, de seguir así, tendremos en un año o dos".

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