Consume responsablemente
Ser un poco ecologista es tan simple como colocar una botella llena de agua o arena en la cisterna del inodoro. De esta forma, se deja de consumir un litro de agua en cada uso. Y, a fuerza multiplicar, el ahorro puede ser brutal. Consejos como éste forman parte de la campaña que, en su cuarta edición, Jóvenes por la Ecología de Asturias puso en marcha: ' Consume Inteligencia ' , con la que colabora el Instituto Asturiano de la Juventud.
La asociación ecologista nacida en 1996 invita, a través de algo tan simple como entregar unos trípticos con consejos de fácil cumplimiento, a que la ciudadanía lleve a cabo un consumo más responsable y respetuoso con el medio ambiente. Para ello, han aprovechado las fiestas navideñas por ser las fiestas más consumistas del año. Por ejemplo, los trípticos animan al uso del transporte público: «¿Sabía que el autobús precisa por ocupante transportado 50 veces menos espacio y consume 15 veces menos de energía que el coche?», plantea el folleto.
Vuelta al pasado
Para los que se sientan respetuosos con el entorno, la consigna es clara: cuanto menos basura se genere, menos habrá que reciclar. Por eso piden a los consumidores que eviten los envoltorios y que se olviden de las bolsas de plástico, el material más difícil de biodegradar. Hablan, incluso, de una vuelta al pasado, al carrito de la compra de siempre, la bolsa de tela o a los envases de vidrio retornables.
También habla el folleto de la higiene personal y doméstica: los lavavajillas y las lavadoras hay que emplearlos con moderación y siempre llenos. Y mejor ducharse que bañarse. Cambiar los hábitos no es fácil, pero merece la pena romper con malas costumbres que se han convertido en actuaciones instintivas. Por ejemplo, ¿por qué encender la luz del portal si no hace falta? Y las bombillas, mejor de larga duración, que consumen un 80% menos que las tradicionales. Al final, también la factura lo agradecerá.
La asociación ecologista nacida en 1996 invita, a través de algo tan simple como entregar unos trípticos con consejos de fácil cumplimiento, a que la ciudadanía lleve a cabo un consumo más responsable y respetuoso con el medio ambiente. Para ello, han aprovechado las fiestas navideñas por ser las fiestas más consumistas del año. Por ejemplo, los trípticos animan al uso del transporte público: «¿Sabía que el autobús precisa por ocupante transportado 50 veces menos espacio y consume 15 veces menos de energía que el coche?», plantea el folleto.
Vuelta al pasado
Para los que se sientan respetuosos con el entorno, la consigna es clara: cuanto menos basura se genere, menos habrá que reciclar. Por eso piden a los consumidores que eviten los envoltorios y que se olviden de las bolsas de plástico, el material más difícil de biodegradar. Hablan, incluso, de una vuelta al pasado, al carrito de la compra de siempre, la bolsa de tela o a los envases de vidrio retornables.
También habla el folleto de la higiene personal y doméstica: los lavavajillas y las lavadoras hay que emplearlos con moderación y siempre llenos. Y mejor ducharse que bañarse. Cambiar los hábitos no es fácil, pero merece la pena romper con malas costumbres que se han convertido en actuaciones instintivas. Por ejemplo, ¿por qué encender la luz del portal si no hace falta? Y las bombillas, mejor de larga duración, que consumen un 80% menos que las tradicionales. Al final, también la factura lo agradecerá.
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