Blogia
TURCÓN - Ecologistas en acción

Lula da Silva permite la venta de soja transgénica de cosecha 2004-2005

Lula da Silva permite la venta de soja transgénica de cosecha 2004-2005 14 ene (PNUMA)

El presidente Luiz Inacio Lula da Silva sancionó el miércoles por la noche una ley que permite el cultivo y la venta de soja transgénica para la cosecha 2004-2005. Es el tercer año consecutivo que Lula permite la venta de soja transgénica por decreto (aprobado luego por el Congreso) para evitar que los productores del sur de Brasil, que plantan la semilla modificada a pesar de la prohibición judicial que rige en ese sentido, pierdan sus cosechas.

El proyecto de Ley de Bioseguridad, que reglamentará definitivamente la situación de los transgénicos en Brasil, es tramitado con dificultades desde hace más de un año en el Congreso, donde provoca disputas entre la bancada ruralista y los legisladores más afines al Ministerio de Medio Ambiente.

Oposición de Bolivia

El pasado 5 de noviembre del presente año, el Viceministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente conjuntamente con la Comisión de Bioseguridad de Bolivia, aprobaron el establecimiento de cuatro parcelas supuestamente demostrativas “semicomerciales” (cada una de 5 has.) en el Departamento de Santa Cruz de soya genéticamente modificada resistente al herbicida glifosato (Soya RR) importada de la Argentina a solicitud de representantes de ANAPO (Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas). La noticia de su aprobación fue realizada el pasado 16 de diciembre en los periódicos locales (El Deber de Santa Cruz y Los Tiempos de Cochabamba).

Esta aprobación se realizó SIN cumplir con los procedimientos establecidos en la Normativa de Bioseguridad como es el Registro Público donde la sociedad puede consultar la información respectiva. Por otro lado, esta aprobación y diseño de las “parcelas demostrativas” NO consideran los riesgos de los transgénicos en la salud humana, equilibrio ambiental y bienestar socioeconómico del país.

Los cultivos transgénicos, en este caso la Soya RR, representan un riesgo para la salud humana debido a que en la construcción del organismo transgénico intervienen microorganismos riesgosos (como es el Virus del Mosaico de la Coliflor el cual es muy similar al virus de la Hepatitis B y VIH Sida), microorganismos patógenos con alta facilidad de recombinación genética (como es el caso de la Escherichia coli causante de desordenes gastrointestinales, por ejemplo diarrea) y genes con resistencia a antibióticos (Gen nptl resistente a la kanamicina).

Los cultivos transgénicos implican peligros ambientales porque al necesitar de altas y crecientes cantidades de herbicidas dan lugar a la aparición de supermalezas resistentes a agroquímicos. Por otro lado, suponen un riesgo de contaminación por manipuleo (mezcla de semilla transgénica con semilla convencional) y contaminación genética por cruzamiento y por transferencia horizontal con las variedades locales. Finalmente, las altas cantidades de herbicidas requeridos contaminan aguas y suelos.

Los cultivos transgénicos también son un riesgo socioeconómico, ya que el paquete transgénico requiere de costosos insumos (semilla patentada y herbicidas) dando lugar a la dependencia del agricultor en tecnologías importadas y al establecimiento de monocultivos extensos. El nivel de gastos requeridos para la compra de estos insumos, hace a esta tecnología inviable para la economía de pequeños y medianos productores, obligándolos, como sucede en la Argentina, a vender sus tierras, empujándolos hacia el desempleo y pobreza. A esto, deben añadirse los riesgos en la salud humana por los componentes genéticos usados para la fabricación de transgénicos y contaminación por agroquímicos.

Finalmente, la implementación de las “parcelas demostrativas” tiene un enfoque incompatible, ya que se pretende realizar investigación y extensión (parcelas demostrativas y semi-comerciales) en parcelas sin diseños consistentes (no hay parámetros a evaluar, no hay diseño experimental, no plantea claramente la hipótesis y los objetivos específicos y menos los resultados esperados en términos de comparación de costos).

Bolivia es uno de los quince países con mayor riqueza natural del planeta. Su economía agraria es básicamente campesina y gracias a ella, la población boliviana tiene acceso a alimentos sanos y baratos. Además, la agricultura natural y ecológica boliviana tiene gran demanda en el mercado internacional. Por ello, Bolivia no necesita transgénicos que amenacen su soberanía alimentaria, contaminen sus recursos naturales, reduzcan sus oportunidades de mercado y maltraten su bienestar socioeconómico.

0 comentarios