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TURCÓN - Ecologistas en acción

Crónica desde Kioto : el optimismo que se percibía en 1997 ha quedado rebajado por las posiciones de Estados Unidos, China y la India, tres de las naciones más contaminantes del mundo

Crónica desde Kioto : el optimismo que se percibía en 1997 ha quedado rebajado por las posiciones de Estados Unidos, China y la India, tres de las naciones más contaminantes del mundo 16 feb (Noticias 24 horas)

El acto se celebrará en el mismo centro de conferencias de la antigua capital nipona donde el 11 de diciembre de 1997 más de un centenar de países se comprometieron a reducir las emisiones de gases causantes del calentamiento global. Era la primera vez que se fijaban compromisos concretos. El objetivo es reducir entre 2008 y 2012 un promedio del 5,2 por ciento las emisiones a la atmósfera de los seis gases que generan el efecto invernadero: el dióxido de carbono, el metano, el óxido nitroso, el hidrofluocarbono, el perfluorocarbono y el hexafloruro sulfúrico. El optimismo que se percibía entonces ha quedado rebajado por las posiciones de Estados Unidos, China y la India, tres de las naciones más contaminantes del mundo.

El ministro japonés de Asuntos Exteriores, Nobutaka Machimura, afirmó hoy que Japón "seguirá instando" a esos tres países a que suscriban el pacto ecológico internacional. Estados Unidos firmó el Protocolo pero decidió no ratificarlo en 2001 por los supuestos daños que iba a acarrear su cumplimiento a la economía del país. El presidente estadounidense, George W. Bush, se limitó entonces a prometer que apoyaría las reducciones de gases únicamente mediante la acciones voluntarias y el desarrollo de nuevas tecnologías.

La Casa Blanca también se muestra contraria a que a países, como precisamente China o la India, por hallarse en desarrollo, no se les exija el recorte de emisiones de gases. Así, la entrada en vigor del Protocolo de Kioto se retrasó durante años, enfangado en negociaciones interminables y ratificaciones que no llegaban. Para que el pacto se convirtiera en jurídicamente obligatorio para los países suscriptores tenía que se ratificado por un número de naciones industrializadas que al menos generasen el 55 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono.

Japón, la segunda economía del mundo

Hubo que esperar hasta la sorpresiva decisión de Rusia (17,4 de las emisiones) en noviembre pasado para que se produjera el definitivo espaldarazo para el Protocolo. El ministro argentino de Salud y Medioambiente, Ginés González García, quien presidirá mañana, miércoles, la ceremonia en Kioto, restó importancia los obstáculos que ha tenido el documento para entrar en vigor, y sostuvo que lo importante es que desde ahora "se trabajará con una responsabilidad compartida". González García también destacó "la toma de conciencia colectiva" que se desarrolló durante los años en que el Protocolo permaneció estancado.

Para el ministro argentino, la muestra está bien presente en los sistemas democráticos actuales donde no es posible para un político presentar un programa de gobierno sin una propuesta ecológica. Hasta el pasado 2 de febrero, 141 países se habían subido a la ola conservacionista, ratificando el documento pese a las complicaciones que acarreará, especialmente para los países industrializados.

Japón, la segunda economía del mundo, ve difícil cumplir su cometido de reducir sus emisiones de dióxido de carbono un 6 por ciento con respecto al nivel de 1990. En el pasado año fiscal las mediciones apuntaron que la contaminación de la maquinaria industrial japonesa fue un 8 por ciento mayor a la registrada hace 14 años.

Por su parte, la Unión Europea (UE) tiene unos objetivos de reducción de gases contaminantes de entre el 6 y el 8 por ciento. Ante tamaña tarea, hasta los más fervientes impulsores del Protocolo de Kioto auguran que tendrá un impacto limitado, pero al mismo tiempo ya tienen sus miradas puestas en las negociaciones para el "post-Kioto", a partir de 2013.

Pese a tratarse de un compromiso histórico, el acto de lanzamiento carecerá de figuras políticas de primer nivel, pero contará a cambio con un símbolo de la lucha por el mantenimiento de la biodiversidad, Wangari Maathai, premio Nobel de la Paz de 2004. La viceministra keniana de Medio Ambiente obtuvo el galardón por su contribución al desarrollo sostenible y su lucha por la protección de la naturaleza. El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, participarán en la ceremonia a través de un sistema de vídeo conferencia. Por otro lado, alrededor del evento han sido convocadas una serie de movilizaciones y encuentros de organizaciones no gubernamentales y grupos ecologistas, que en su mayoría reclaman objetivos mucho más ambiciosos que los establecidos por el Protocolo de Kioto.

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