Blogia
TURCÓN - Ecologistas en acción

Los neozelandeses serán los primeros en pagar un impuesto sobre las emisiones de carbono.

Los neozelandeses serán los primeros en pagar un impuesto sobre las emisiones de carbono. Los neozelandeses pagarán 2,90 dólares neozelandeses (1,65 euros) semanales por la electricidad el petróleo y el gas, lo que se espera aumentará en un 6% el coste de la energía en los hogares y en un 9% para la mayoría de las empresas.

Los neozelandeses serán los primeros en pagar un impuesto sobre las emisiones de carbono.

El ministro responsable de la política contra el cambio climático, Pete Hodgson, destacó que esto beneficiará a la economía en el largo plazo y fijó el miércoles este impuesto en 11 dólares neozelandeses (6,24 euros) la tonelada de carbono emitida, según informa el diario británico The Guardian. Con este impuesto, la intención es que las energías contaminantes como el carbón y el petróleo resulten más caras que las limpias, como la hidráulica, eólica y solar. El 29% de la energía que se produce en Nueva Zelanda procede de centrales de gas o carbón.

Nueva Zelanda es un país firmante del Protocolo de Kioto y esta experiencia será observada por los otros países que también se han comprometido a reducir las emisiones de efecto invernadero pero no consiguen reducir la demanda de energía. El Gobierno estima que con este impuesto recaudará 360 millones de dólares neozelandeses (204 millones de euros), pero que no aumentará sus ingresos, ya que estará equilibrado con otros cambios fiscales. Las compañías con mayor demanda energética estarán exentas, para evitar que cierren o la relocalización, pero tendrán que adquirir compromisos para reducir sus emisiones de carbono.

Ahora sólo resta ver si este impuesto entra en vigor, pues también en 2003 el Gobierno anunció un plan para imponer un impuesto sobre el metano a las granjas, las descubrirse que las vacas y ovejas eran responsables de más de la mitad de las emisiones de efecto invernadero del país. Este plan fue abandonado tras las críticas de los granjeros, que lo habían bautizado como “el impuesto del pedo”.

0 comentarios