Obras sobre patrimonio histórico en Calasio
Canarias7-digital.
Las obras pisotean la historia
PESADOS CAMIONES ATRAVIESAN EL ENCLAVE ARQUEOLÓGICO DE LOMO CALASIO (Telde).
os operarios de la constructora del depósito vallaron la cueva del yacimiento tras las denuncias ecologistas, pero al hacerlo dañaron el lugar.
El Cabildo de Gran Canaria negó hace poco que las obras de construcción de un depósito municipal de agua en Lomo Calasio estén afectando al yacimiento arqueológico sito en la zona. Las evidencias prueban lo contrario. Pesados camiones pisotean un suelo plagado de restos aborígenes.
Las obras empezaron hace un par de meses y las denuncias no tardaron en producirse, pero las instituciones no han reaccionado con especial ímpetu. El propio Cabildo se ha limitado a asegurar que no hay afecciones al enclave y siquiera han exigido que se contrate a un arqueólogo para que supervise in situ el desarrollo de los trabajos.
El depósito municipal, que ha sido promovido por el Ayuntamiento de Telde y que tendrá capacidad para 10.000 metros cúbicos, se está construyendo en la parte alta del morrete en el que termina Lomo Calasio. Tras las denuncias efectuadas por el colectivo ecologista La Vinca, los operarios de la constructora que ejecuta las obras, Matías Marrero, delimitaron con una valla el complejo de cuevas, prohibieron el paso al enclave, colocaron una cadena de cierre en la pista de acceso a las obras y cambiaron de sitio parte de la tierra resultante del desmonte del solar donde irá el tanque.
Sin embargo, las medidas adoptadas, aunque necesarias, no han evitado daños al yacimiento. La misma carretera de acceso al lugar donde se levantará el depósito atraviesa la parte baja del enclave prehispánico, una ladera situada justo delante de las cuevas donde hay un rico vertedero aborigen con múltiples fragmentos en superficie, desde restos de industria lítica a trozos de cerámica, algunos incluso decorados con almagre. La pista ha sido ligeramente ensanchada respecto a la que estaba y los camiones pisotean a diario un suelo que a simple vista está regado de historia.
Expertos en arqueología han comprobado además que en esa zona del yacimiento hoy tan transitada y desprotegida se observan sin demasiado esfuerzo alineaciones de piedras en superficie que dejan ver a las claras la existencia de estructuras habitacionales sepultadas por la tierra. Esa misma convicción ha llevado a La Vinca a exigir que se valle completamente la zona, desde la pista de acceso al desmonte.
Los ecologistas han criticado también la instalación de un vallado de obra naranja que rodea la cueva de tres puertas del enclave, reutilizada antaño como corral para el ganado. Alegan que los hierros se picaron sin cuidado en un canal de posible origen prehispánico que fue labrado en la misma toba volcánica.
El problema es que las obras continúan y el Cabildo cree que ya cumplió con su deber de protegerlo.
El Cabildo de Gran Canaria negó hace poco que las obras de construcción de un depósito municipal de agua en Lomo Calasio estén afectando al yacimiento arqueológico sito en la zona. Las evidencias prueban lo contrario. Pesados camiones pisotean un suelo plagado de restos aborígenes.
desde asas a almagre
No hizo falta agacharse mucho para encontrar restos aborígenes.
Son fragmentos de cerámica y de industria lítica. En superficie se detectan además con facilidad algunos tan llamativos como restos de asas de vasijas bellamente decoradas. Todos esos valiosos testimomios están esparcidos por el solar que transitan los camiones.
EL NUEVO ESPACIO ABARCA EL SOLAR QUE PISAN LOS CAMIONES
Alineación de piedras.
El Cabildo amplió la protección
El Cabildo de Gran Canaria no es ajeno a la existencia del yacimiento que se esconde en Lomo Calasio. Conocido durante años por los lugareños, su hallazgo no se hizo público hasta el pasado año, que fue cuando la Corporación insular movilizó a sus técnicos y decidió catalogarlo entre los vestigios prehispánicos de Telde.
Con esa idea, y al amparo de los trabajos para la reactualización de la Carta Arqueológica del municipio, el Servicio de Patrimonio Histórico optó por ampliar la superficie de protección que se limitaba a las archiconocidas cuevas de Calasio e integrar así al nuevo enclave, próximo al anterior. Ese nuevo espacio incluye precisamente el solar que hoy pisotean los camiones y que el Cabildo dice que está protegido.
Las obras pisotean la historia
PESADOS CAMIONES ATRAVIESAN EL ENCLAVE ARQUEOLÓGICO DE LOMO CALASIO (Telde).
os operarios de la constructora del depósito vallaron la cueva del yacimiento tras las denuncias ecologistas, pero al hacerlo dañaron el lugar.
El Cabildo de Gran Canaria negó hace poco que las obras de construcción de un depósito municipal de agua en Lomo Calasio estén afectando al yacimiento arqueológico sito en la zona. Las evidencias prueban lo contrario. Pesados camiones pisotean un suelo plagado de restos aborígenes.
Las obras empezaron hace un par de meses y las denuncias no tardaron en producirse, pero las instituciones no han reaccionado con especial ímpetu. El propio Cabildo se ha limitado a asegurar que no hay afecciones al enclave y siquiera han exigido que se contrate a un arqueólogo para que supervise in situ el desarrollo de los trabajos.
El depósito municipal, que ha sido promovido por el Ayuntamiento de Telde y que tendrá capacidad para 10.000 metros cúbicos, se está construyendo en la parte alta del morrete en el que termina Lomo Calasio. Tras las denuncias efectuadas por el colectivo ecologista La Vinca, los operarios de la constructora que ejecuta las obras, Matías Marrero, delimitaron con una valla el complejo de cuevas, prohibieron el paso al enclave, colocaron una cadena de cierre en la pista de acceso a las obras y cambiaron de sitio parte de la tierra resultante del desmonte del solar donde irá el tanque.
Sin embargo, las medidas adoptadas, aunque necesarias, no han evitado daños al yacimiento. La misma carretera de acceso al lugar donde se levantará el depósito atraviesa la parte baja del enclave prehispánico, una ladera situada justo delante de las cuevas donde hay un rico vertedero aborigen con múltiples fragmentos en superficie, desde restos de industria lítica a trozos de cerámica, algunos incluso decorados con almagre. La pista ha sido ligeramente ensanchada respecto a la que estaba y los camiones pisotean a diario un suelo que a simple vista está regado de historia.
Expertos en arqueología han comprobado además que en esa zona del yacimiento hoy tan transitada y desprotegida se observan sin demasiado esfuerzo alineaciones de piedras en superficie que dejan ver a las claras la existencia de estructuras habitacionales sepultadas por la tierra. Esa misma convicción ha llevado a La Vinca a exigir que se valle completamente la zona, desde la pista de acceso al desmonte.
Los ecologistas han criticado también la instalación de un vallado de obra naranja que rodea la cueva de tres puertas del enclave, reutilizada antaño como corral para el ganado. Alegan que los hierros se picaron sin cuidado en un canal de posible origen prehispánico que fue labrado en la misma toba volcánica.
El problema es que las obras continúan y el Cabildo cree que ya cumplió con su deber de protegerlo.
El Cabildo de Gran Canaria negó hace poco que las obras de construcción de un depósito municipal de agua en Lomo Calasio estén afectando al yacimiento arqueológico sito en la zona. Las evidencias prueban lo contrario. Pesados camiones pisotean un suelo plagado de restos aborígenes.
desde asas a almagre
No hizo falta agacharse mucho para encontrar restos aborígenes.
Son fragmentos de cerámica y de industria lítica. En superficie se detectan además con facilidad algunos tan llamativos como restos de asas de vasijas bellamente decoradas. Todos esos valiosos testimomios están esparcidos por el solar que transitan los camiones.
EL NUEVO ESPACIO ABARCA EL SOLAR QUE PISAN LOS CAMIONES
Alineación de piedras.
El Cabildo amplió la protección
El Cabildo de Gran Canaria no es ajeno a la existencia del yacimiento que se esconde en Lomo Calasio. Conocido durante años por los lugareños, su hallazgo no se hizo público hasta el pasado año, que fue cuando la Corporación insular movilizó a sus técnicos y decidió catalogarlo entre los vestigios prehispánicos de Telde.
Con esa idea, y al amparo de los trabajos para la reactualización de la Carta Arqueológica del municipio, el Servicio de Patrimonio Histórico optó por ampliar la superficie de protección que se limitaba a las archiconocidas cuevas de Calasio e integrar así al nuevo enclave, próximo al anterior. Ese nuevo espacio incluye precisamente el solar que hoy pisotean los camiones y que el Cabildo dice que está protegido.
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