La UE consume 2,2 veces los recursos naturales que produce
14 jun (Noticias 24 horas)
Por este motivo, la organización ecologista WWF/Adena advierte de que es necesario emprender una nueva vía de desarrollo que ponga más énfasis en los recursos finitos del planeta, justo cuando en la cumbre de jefes de Estado o Gobierno de este jueves y viernes se prevé que aprueben los principios rectores del desarrollo sostenible.
Los niveles de consumo europeos hacen necesario importar recursos naturales, como madera, metales o pescado de otros países. WWF ha medido esta huella ecológica, que nunca antes había sido medida por la Unión Europea, comparando el uso que las personas hacen de los recursos naturales y su capacidad para regenerarse. Según recoge en la publicación Europa 2005 La huella ecológica, elaborado con el apoyo del Global Footprint Network, la UE, con un 7% de la población del mundo, utiliza el 17% de los recursos mundiales, es decir, su huella ecológica es 2,2 veces su capacidad biológica, una cifra que ha aumentado en casi un 70% desde 1961.
Hasta 4 veces la capacidad por persona
La huella ecológica de todos los países europeos está por encima del nivel de sostenibilidad mundial. Los países con mayor demanda por persona son Suecia, Finlandia, Estonia, Dinamarca, Irlanda y Francia, que utilizan entre 3 y 4 veces la capacidad biológica disponible por persona a nivel mundial. Mientras, Hungría, Eslovaquia y Polonia tienen el índice más bajo, pero aún utilizan unas dos veces el índice medio de recursos por persona.
Ante esta situación, WWF ha pedido a la UE que desarrolle un desarrollo más competitivo en el corto y largo plazo, que separe el desarrollo económico del consumo de recursos, para lo que sugieren varias medidas para proteger los ecosistemas, reducir el consumo de petróleo y aumentar las fuentes de energía renovable o eliminar subsidios que puedan tener un efecto ambiental negativo, entre otras medidas.
Tony Long, director de la Oficina de Política Europea de WWF, advierte de que cuanto más tiempo los líderes europeos ignoren el creciente déficit ambiental, más cara será la inversión necesaria para corregirlo y mayor será el riesgo de que ecosistemas críticos serán erosionados más allá del punto en el que aún se pueden recuperar fácilmente.
Por este motivo, la organización ecologista WWF/Adena advierte de que es necesario emprender una nueva vía de desarrollo que ponga más énfasis en los recursos finitos del planeta, justo cuando en la cumbre de jefes de Estado o Gobierno de este jueves y viernes se prevé que aprueben los principios rectores del desarrollo sostenible.
Los niveles de consumo europeos hacen necesario importar recursos naturales, como madera, metales o pescado de otros países. WWF ha medido esta huella ecológica, que nunca antes había sido medida por la Unión Europea, comparando el uso que las personas hacen de los recursos naturales y su capacidad para regenerarse. Según recoge en la publicación Europa 2005 La huella ecológica, elaborado con el apoyo del Global Footprint Network, la UE, con un 7% de la población del mundo, utiliza el 17% de los recursos mundiales, es decir, su huella ecológica es 2,2 veces su capacidad biológica, una cifra que ha aumentado en casi un 70% desde 1961.
Hasta 4 veces la capacidad por persona
La huella ecológica de todos los países europeos está por encima del nivel de sostenibilidad mundial. Los países con mayor demanda por persona son Suecia, Finlandia, Estonia, Dinamarca, Irlanda y Francia, que utilizan entre 3 y 4 veces la capacidad biológica disponible por persona a nivel mundial. Mientras, Hungría, Eslovaquia y Polonia tienen el índice más bajo, pero aún utilizan unas dos veces el índice medio de recursos por persona.
Ante esta situación, WWF ha pedido a la UE que desarrolle un desarrollo más competitivo en el corto y largo plazo, que separe el desarrollo económico del consumo de recursos, para lo que sugieren varias medidas para proteger los ecosistemas, reducir el consumo de petróleo y aumentar las fuentes de energía renovable o eliminar subsidios que puedan tener un efecto ambiental negativo, entre otras medidas.
Tony Long, director de la Oficina de Política Europea de WWF, advierte de que cuanto más tiempo los líderes europeos ignoren el creciente déficit ambiental, más cara será la inversión necesaria para corregirlo y mayor será el riesgo de que ecosistemas críticos serán erosionados más allá del punto en el que aún se pueden recuperar fácilmente.
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