España debe multiplicar por 10 el uso de carburantes ecológicos antes de cinco años

Rafael Méndez

El País, 2-11-2005

Los carburantes ecológicos, obtenidos a partir de plantas como el girasol o la remolacha, no terminan de arrancar en España. La Comisión Nacional de la Energía (CNE) estudia hoy un informe sobre el biodiésel y el etanol que afirma que para lograr que en 2010 el 5,75% de los carburantes sean ecológicos habría que multiplicar por 10 el consumo actual, algo difícil de alcanzar. Ése es el objetivo fijado por la UE y por el Gobierno. Estos combustibles emiten entre un 40% y un 80% menos de dióxido de carbono que los convencionales. El informe pide al Gobierno que recicle aceite de fritura usado en biodiésel.

En 2004 se produjeron en España 194.000 toneladas de etanol y 14.000 de biodiésel, los principales biocarburantes junto a un aditivo que se añade a la gasolina. Esta cantidad puede suministrar una energía equivalente a 228.000 toneladas de petróleo, pero supone menos del 1% del consumo total de carburantes. Para finales de 2005, España tenía que alcanzar que el 2% de los combustibles fuesen de origen vegetal, algo imposible ya, según el Informe sobre el marco regulatorio de los biocarburante. El consejo consultivo de la Comisión Nacional de la Energía, el regulador del sistema energético, tiene previsto estudiar hoy el texto.

La comisión ha elaborado ese informe, de 93 páginas, para ver cómo lograr que en 2010, el 5,75% de los combustibles sean de origen vegetal, lo que supone multiplicar por 10 el consumo actual. Ése es el objetivo de una directiva europea y el que fijó el Gobierno en el Plan de Energías Renovables. Ese plan fija incentivos fiscales de 2.855 millones hasta 2010 para los biocarburantes. En España hay tres plantas de etanol y diez de biodiésel y decenas en proyecto.

El informe destaca que "los costes de los biocarburantes no son competitivos con los de los carburantes tradicionales", pero añade que estos presentan "ventajas medioambientales, energéticas y socioeconómicas sobre los tradicionales". "Los biocombustibles son un instrumento muy útil para cumplir las políticas de lucha contra el cambio climático y de seguridad del suministro por la reducción de la dependencia del petróleo importado".

Sobre las ventajas ambientales, apunta que no emiten dióxido de azufre (una sustancia que facilita la lluvia ácida) ni partículas (nocivas para la salud) y afirma que disminuye "la contaminación de suelos al ser biodegradable".

El informe propone reciclar aceite de fritura en biodiésel. Esta síntesis es la que más ventajas tiene porque además de producir combustible elimina un residuo contaminante como el aceite usado. Este aceite da problemas al depurar el agua. El aceite tiene el problema de cómo recogerlo casa por casa. La comisión propone que el Ministerio de Medio Ambiente y los ayuntamientos creen "un sistema de recogida de aceite frito, oleinas y grasas en tres etapas: industrial, hostelería y doméstica".

Ladisalao Martínez, responsable de Energía de Ecologistas en Acción y miembro del Consejo Consultivo de la CNE, afirma que este sistema de recogida es difícil de implantar, pero que tiene ventajas: "Si las casas y los bares en vez de tirar el aceite tuvieran un sistema de recogida, tendríamos biodiésel de calidad y evitaríamos la contaminación".

La Comisión Nacional de la Energía insiste en que los consumidores desconocen estos carburantes y pide a los fabricantes de automóviles que especifiquen si se pueden usar estos combustibles. El informe destaca que los fabricantes recelan de la calidad de los ecocarburantes pero señala que si se garantiza que cumplen con las normas de calidad no dañan el motor. Los productores de petróleo apoyan más el biodiésel que el etanol porque en España hay déficit de gasóleo, no de gasolina.