Por qué el Gas Natural Licuado no es adecuado para Canarias
Gilberto Martel Rodríguez
Ingeniero Técnico Industrial
Master en Ingeniería y Gestión Ambiental
Miembro de TURCÓN Ecologistas en Acción
Desde que entramos en el siglo XXI no han dejado de estar en el candelero los proyectos de ampliación de las grandes infraestructuras aeroportuarias, portutarias y terrestres de Canarias. Han destacado por su impacto y reacción social la creación del Macropuerto de Granadilla y la Ampliación del Puerto de Arinaga. En ambas se han utilizado excusas que no se sostienen como demostraré más adelante. Hablan de la necesidad de la introducción del GNL en Canarias y la construcción en tierra de sendas plantas de Regasificación y gaseoductos para llevar el combustible hasta las centrales eléctricas de Granadilla y Barranco de Tirajana. Se dice que el GNL será fundamental para el cumplimiento del protocolo de Kyoto, para la diversificación y para abaratar la factura energética de Canarias. ¿Es esto cierto así sin mas?, y si lo fuera ¿Acaso no existen otras alternativas o estrategias más adecuadas para Canarias en su conjunto, que defiendan realmente el interés general y aporten mayor rentabilidad social?.
No debemos olvidar que hoy en día existe un sistema energético de infraestructuras suficientemente desarrollado, basado en una red de puertos ya existentes, la refinería de Santa Cruz de Tenerife, las nueve centrales termoeléctricas, la red de transporte y distribución de energía eléctrica, así como la red de almacenaje y distribución de todo tipo de combustibles derivados del petróleo (gases licuados del petróleo, gasolinas, gasóleos, etc.). Ante este panorama parece lógico que las inversiones en nuevas infraestructura estén sometidas a criterios estrictos de rentabilidad social e interés general, especialmente si incorporan fondos públicos. Los nuevos proyectos de infraestructuras, como la creación o ampliación de puertos, la instalación de sistemas de descarga, plantas de regasificiación y gaseoductos de GNL en tierra, se deben examinar con mucho más rigor que si no existiera una red básica y alternativa de aprovisionamiento, procesado y suministro de productos energéticos. ¿Qué elementos son necesarios tener en cuenta para evitar cometer graves e irreversibles errores a la hora de planificar grandes infraestructuras en general, incluidas las energéticas?.
El informe sobre Inversión de Infraestructuras en Gran Canaria: La urgente necesidad de reflexionar, De Rus, G. (2003), es un modelo que se puede aplicar en este caso, aunque esté pensado más bien para las infraestructuras viarias. Entre otras cosas está el análisis previo de las distintas alternativas disponibles para conseguir el fin propuesto, donde se ha de evaluar su coste económico, ambiental y social, frente a los beneficios sociales que generaría. El informe plantea analizar con mucho detalle y comparar la rentabilidad esperada frente a la rentabilidad real. Para ello es necesario hacerse las siguientes preguntas: ¿Quién se beneficia realmente?, ¿Algún grupo privado que no asumen los costes ambientales ni sociales?, ¿Quién se ve perjudicado?, ¿Qué se gana y qué se pierde?. Esto se complementa con el aspecto de considerar la irreversibilidad de las actuaciones y sus consecuencias y que la rentabilidad real debe ser amortizada a largo plazo.
Ante esta cuestión, de profunda duda, paso a analizar los aspectos planteados con la introducción del GNL en Canarias, asociado a la creación del Puerto de Granadilla y la ampliación de Arinaga con sus plantas de regasificación en tierra. Una de las excusas más ufanada es la de reducción de la contaminación y cumplimiento del protocolo de Kyoto. Ante esto hay que decir que los compromisos con Kyoto son estatales y probablemente los ciclos combinados canarios tengan muy poca incidencia en este sentido. Se obvia el dato de que la mitad de la demanda de productos petrolíferos en Canarias es principalmente debida al transporte, por lo que el GN no tendría una incidencia en el global de Canarias superior al 10% respecto a las emisiones de 2002. No obstante, ENDESA ha invertido y probablemente seguirá invirtiendo en el futuro en los ciclos combinados de las centrales de Barranco de Tirajana y Granadilla. Estos son sistemas que permiten mejorar el rendimiento de la generación de energía eléctrica, desde el actual 30%, en el mejor de los casos con los grupos de vapor y diesel convencionales, hasta un 45% con los ciclos combinados de turbinas de gas asociadas a ciclos de vapor que aprovechan el calor residual de estas turbinas. Aunque es evidente la reducción de emisiones, no es una excusa de peso suficiente como para crear una infraestructura asociada de semejante envergadura. Estos sistemas pueden funcionar perfectamente con Gasóleo, como lo están haciendo ahora, reduciendo las emisiones de CO2 en un 26% respecto a un ciclo convencional. Como punto de partida se sabe que el Gasóleo sigue siendo más contaminante que el Gas Natural (GN) y puede contener mayor cantidad de azufre, pudiendo provocar la emisión de partículas emitiendo en la combustión más CO2 que con el GN.
Sin embargo todo esto es cuestionable, pues desde hace varios años, gracias a los sistemas de tratamiento de gases de combustión y la mejora de la calidad de los combustibles (se habla incluso de introducir diesel sintético producido a partir de GN que llegaría como combustible líquido a Canarias), las emisiones de óxidos de azufre y partículas no son un problema sustancial, excepto en casos como Jinámar, Caletillas, Puerto del Rosario y Arrecife donde aún con la introducción del GN el problema seguiría existiendo. La quema de GN a alta temperatura sí produce óxidos de nitrógeno, precursores de la lluvia ácida además de continuar produciendo grandes cantidades de CO2, sobre todo cuando se utiliza para la producción de electricidad.
En el ciclo combinado,más de la mitad de la energía que alberga el combustible se pierde en forma de calor durante el proceso. Si a esto se le añaden las posibles pérdidas de Metano (CH4, precursor mucho más potente que el CO2 del Efecto Invernadero) en el transporte, regasificación y uso del GN, además de la disipación de energía eléctrica en su transporte y distribución, me planteo si verdaderamente esto tiene tanto sentido como nos quieren hacer creer. Si además pienso que todo este esfuerzo va a parar en la mayoría de los casos , al sector doméstico y de servicios, donde se utiliza la energía eléctrica para producir calor (termos eléctricos, cocinas y hornos eléctricos, secadoras, lavados con agua caliente, etc,). ¿no es posible atender esta demanda directamente con gases licuados del petróleo (GLP) como el butano y el propano que ya se producen en Canarias ó con energía solar térmica en el caso del agua caliente ó con sol y viento en el caso de que las nuevas viviendas dispusieran de tendederos o azoteas? En este sentido el GN es un auténtico despilfarro ya que no olvidemos que también es un recurso fósil y finito. Sobre todo cuando se trata de un combustible que se puede utilizar directamente para producir calor, con unos rendimiento mucho mayores y con menor emisión de CO2, abasteciendo cualquier otra parte del mundo continental donde el GN llega mediante gaseoductos y es vital para supervivencia en los duros inviernos ( antigua URSS, Centro Europa, Asia Central, etc.). En un futuro cercano cuando el crecimiento de la producción de GNL sea a un ritmo menor que el crecimiento de la demanda mundial ¿ustedes creen que se va a permitir que nosotros dilapidemos GN para producir electricidad en artículos que se sobreentienden de lujo en cualquier sociedad de menores recursos de consumo, cuando hay en el planeta otros usos más eficientes y primordiales?.
Otro argumento que se suele utilizar es que el GNL es más barato. ¿Hasta cuando?. La demanda continental de GNL y GN no deja de crecer de forma acelerada. Ello provocará que se llegue muy pronto a su cenit de producción mundial y comiencen verdaderas tensiones en los precios. Es muy probable que en menos de 20 años nos quedemos con puertos, regasificadoras y gaseoductos a medio gas y los ciclos combinados funcionado con Gasóleo o al Estado subvencionando la compañía eléctrica (con el dinero de todos y todas) para que se mantenga el acopio de GN y su cuenta de resultados. ¿Qué pasaría si los créditos multimillonarios que se iban a destinar a la introducción del GNL en Canarias se hubieran destinado a la subvención de la Energía Solar Térmica, la fotovoltaica conectada a red, al fomento de ahorro y eficiencia energética, a la subvención del gas butano, al fomento de los autoconsumos con energía eólica?; ¿No sería un beneficio percibido por el conjunto de la sociedad?; ¿No sería una forma de distribuir la riqueza?; En estos momentos ¿Quién capitaliza los beneficios de la introducción del GNL en Tenerife y Gran Canaria?; Con las otras alternativas ¿no se conseguiría realmente reducir la demanda eléctrica que crece a un ritmo de 8% anual, tendencia que no va a evitar el GN?; ¿no sería más económico y beneficioso para todas las islas del archipiélago?; con la introducción del GNL en Tenerife y Gran Canaria ¿no estamos asumiendo toda la sociedad un elevado coste de oportunidad?
El GNL no diversifica el sistema energético canario. Primero porque únicamente se emplea en dos islas y sólo para producir electricidad, no influyendo en el resto del archipiélago en el sector industrial, ni en el de servicios, ni en el de transporte. Además se introducen nuevos elementos de fragilidad en los sistemas eléctricos de Gran Canaria y Tenerife. La condición de insularidad ya los hace quebrantables porque cualquier incidencia eléctrica grave tanto en el sistema de generación, transporte o transformación puede provocar la inestabilidad del sistema e incluso su colapso y además ahora con el suministro directo de GN que se pretende, a los ciclos combinados a partir de las regasificadoras y con varios kilómetros de gaseoductos, cualquier fallo en el sistema aporta un nuevo elemento de debilidad que no se da con el sistema actual.
¿Quién asume los costes ambientales, los riesgos de seguridad, el coste de oportunidad y la afección a otras actividades económicas como los deportes náuticos, el turismo y la pesca? Pues parece que toda la sociedad en lo que se refiere al desastre que supone la construcción del puerto de Granadilla y la Ampliación de Arinaga y los habitantes de Arinaga en especial en lo que se refiere a la seguridad. ¿ la sociedad canaria en general se siente beneficiada por la introducción del GNL o más bien se siente muy perjudicada por los costes y riesgos que tiene que asumir?; ¿Quiénes son los principales beneficiarios de todo esto?, pues parece que la compañía eléctrica y las grandes constructoras que percibirán enormes cantidades de dinero para la construcción de infraestructuras y poco más. Los demás a apechugar con el resto.
De todas formas la opción de aprovisionamiento Offshore de GNL se entiende como la más adecuada, si se opta como parece decidido por introducir el Gas Natural, por que es la que menos riesgos para sociedad en general y costes ambientales y económicos globales suscitaría. Además de que se trata de una tecnologías totalmente reversible no como los sistemas Onshore. Y en cualquier caso si hubiera que disponer de un barco, o dos, y se viran la tornas pues lo podríamos vender.
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Antonio Guedes Martel -