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TURCÓN - Ecologistas en acción

El proyecto Gran Simio busca defender los derechos de estos animales equiparándolos con los humanos

El proyecto Gran Simio busca defender los derechos de estos animales equiparándolos con los humanos

DiarioADN, 26-4-2006

Rafael Turnes / Madrid

Corren tiempos de extinción, de talas indiscriminadas, de desertización, de muerte entre las flores. Desde hace décadas las asociaciones de ecologistas lo advierten, los científicos se lamentan, los políticos apenas hablan de ello. Y "no hay libertad posible si no hay un entorno que la sostenga", reflexiona Joaquín Araújo, escritor y presidente en España del movimiento internacional Proyecto Gran Simio.

Araújo y Pedro Pozas, secretario general de dicha organización, acudieron ayer al Congreso para presentar junto al diputado del PSOE y de Los Verdes, Francisco Garrido, una proposición no de ley nada exenta de polémica.

Se trata de instar al Gobierno a que adopte medidas que protejan a los grandes simios, "compañeros genéticos de la humanidad", a que España aporte su mano para "evitar la desaparición, el maltrato y la esclavitud de estos seres tan cercanos a la especia humana y tan injustamente tratados", enfatiza el texto de la proposición.

Iguales al 99,4%

¿Qué amenaza a los gorilas, orangutanes, chimpancés y a los bonobos?
Sobretodo, la tala indiscriminada de árboles en las selvas donde viven. El ébola. Incluso, por ejemplo, la pesca de barcos europeos en las costas de África, que esquilma los bancos de peces de los que se alimentan los nativos, obligándolos a buscar carne de simio en la selva.

Comparten con los humanos el 99,4% de la secuencia genética de ADN, pero también tienen, según numerosos estudios que lo certifican, nuestra capacidad de sentir, pensar, amar, echar de menos, aprender. "Comparten los rasgos humanos básicos".
Pueden hablar con los signos que emplean los sordomudos para comunicarse. Los bonobos, por ejemplo, tienen, como muchos humanos, relaciones sexuales por el mero placer de tenerlas. Caminan erguidos y suelen comer en comunidad. Desaparecerán en diez años.

Los defensores de este proyecto quieren que se replantee si es ético encerrarlos en jaulas de zoológico; que se proteja su libertad; que no sean torturados ni física ni psicológicamente. "Preguntado siempre contestaré", decía Garcilaso de la Vega, "soy lo demás", los demás.

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