El ex ministro alemán Fischer deja la política y se va a EE UU

El que durante décadas fue guía espiritual de Los Verdes alemanes.
El ex ministro de Relaciones Exteriores alemán Joschka Fischer abandona la política activa para siempre. "La puerta está cerrada, voy a dar vuelta a la llave y la voy a tirar", dijo ayer para ahuyentar los rumores o esperanzas de un posible regreso. Fischer, que fue durante siete años ministro con el canciller Gerhard Schröder, al formarse la coalición rojiverde entre socialdemócratas y verdes tras las elecciones de septiembre de 1998, va a instalarse en EE UU.

EL PAÍS - 28-06-2006
"Reconozco que es una despedida triste, a pesar de que deseaba que llegara este día", declaró el político, de 58 años, que descartó ocupar en el futuro algún cargo en la política internacional, por lo que alguna vez había mostrado inclinación.

Fischer reveló que también se hubiese retirado definitivamente después de un año si las urnas hubiesen permitido en septiembre del pasado año una tercera legislatura de Gobierno de socialdemócratas y verdes. "Uno no mejora por estar más tiempo en el cargo", sostuvo.

El que durante décadas fue guía espiritual de Los Verdes alemanes, diputado en el Bundestag desde 1983, renunciará a su escaño antes del regreso de las vacaciones parlamentarias. Fischer, que abandonó el colegio antes de terminar la educación secundaria, será durante un año profesor invitado de política internacional en la Universidad estadounidense de Princeton (Nueva Jersey).

Conmovido, Fischer se despidió ayer a puerta cerrada de su grupo parlamentario con un brindis de champán y palabras de agradecimiento. La fracción verde homenajeó por su parte al viejo líder con el regalo de dos cajas de vino tinto. "Estoy infinitamente agradecido a mi partido y a mi grupo parlamentario, también por las continuas peleas", dijo después ante la prensa, terminada la reunión.

Para los periodistas que asistían a la despedida, Joschka Fischer también tuvo palabras conciliadoras. "No siempre les traté como ustedes hubiesen querido", reconoció, al tiempo que les pedía respeto para su intimidad: "Ahora soy una persona privada. Eso significa para ustedes que no les interesa lo que hago", advirtió.

Fischer, que tras las elecciones el pasado septiembre ya abandonó todos los cargos que ocupaba en el partido, raramente se ha dejado ver en el Parlamento desde entonces.