¿Quién mató al coche eléctrico?
El director del filme señala como posibles culpables a la desaparición del coche eléctrico en la década de los 90 a la administración republicana del presidente estadounidense, George W. Bush, las compañías petroleras e incluso a la propia General Motors. Hollywood estrena un documental sobre los motivos que llevaron al fracaso del EV-1, el vehículo eléctrico creado por la empresa norteamericana General Motors en la década de los 90, una fecha que coincidía además con la implantación de algunas medidas legislativas de carácter ecológico en el estado de California.
ELMUNDO.es .- GLORIA G. CARRILLO
¿Quien mató al coche eléctrico? Así de contundente es el título de este documental cuyo director Chris Paine, trata de destapar los intereses ocultos de las grandes empresas del motor, que llevaron al fracaso y a la posterior desaparición del EV-1. El film deja entrever así la cara más negativa de estas empresas con una dura crítica donde no se salva ni la mismísima General Motors, algo que por supuesto no estará exento de polémica.
Todo comienza en 1996 cuando el grupo General Motors impulsó la creación de un vehículo eléctrico, el EV-1, siglas que se traducen como Vehículo Experimental número 1.
Se trataba de un coupé de dos plazas y que desde un principio destacó por su estética futurista, construido en aluminio y materiales reciclables, cuyo motor eléctrico contaba con una potencia de 137 caballos. Su velocidad máxima era de 129 kilómetros por hora y la duración de la batería se prolongaba hasta los 200 km.
La creación de este vehículo coincidió por aquel entonces con la implantación de una estricta legislación anticontaminación en California, denominada la ' directiva emisión cero ' , cuyo objetivo era que el 2% de los automóviles en este Estado fueran modelos ' limpios ' , que respetasen el medio ambiente, evitando la emisión de gases contaminantes a la atmósfera. Según las previsiones de quienes defendían esta política, en el año 2003 los coches ' ecológicos ' supondrían el 10% del mercado automovilístico.
Se construyeron alrededor de 1.000 unidades de este modelo y fueron ofrecidos bajo el sistema de alquiler prolongado ( ' leasing ' , muy popular en Estados Unidos) en California y en el vecino Estado de Arizona.
Las características del coche y la propia legislación eran propicias para que se llevase con éxito la expansión del EV-1, sin embargo, y tal y como señala el director de este documental, los intereses de los fabricantes de coches así como también los de las propias industrias petroleras, hicieron que seis años después este modelo hubiese desaparecido, ya que no se vislumbraban grandes beneficios entre todos los interesados en este mercado y llevaron a cabo el implacable ' asesinato ' de este vehículo eléctrico tal y como señala el director.
Nadie queda exento de la crítica
A lo largo de todo el documental el cineasta Paine va explicando cuales fueron las diferentes razones que llevaron a los interesados a aplicar una política contraria a la comercialización de este vehículo.
La primera cabeza en rodar es la del propio presidente de Estados Unidos George W. Bush, que como señala el director, presionó con éxito para que se anulara la ' directiva emisión cero ' , empujado por ocultos intereses entre los que el director destaca las alianzas del presidente con las grandes petroleras y los fabricantes de coches.
Del mismo modo, la imagen de las compañías petroleras, sale mal parada ya que desde este sector se presionó a los poderes públicos para que dejaran de subvencionar a este tipo de coches eléctricos ya que no resultaba rentable para aquellos que controlan el oro negro.
Y lo que es más sorprendente, ni siquiera la propia General Motors se salva de la crítica. Paine señala la ' coincidencia ' entre el abandono del EV-1 por parte del grupo automovilístico y la compra por parte de ésta de la empresa que fabricaba los modelos 4x4 Hummer, que consume grandes cantidades de petróleo.
En definitiva, el director de este documental pretende demostrar con sus argumentos, cómo desde la administración estadounidense y desde todas sus alianzas, han llevado a cabo un auténtica ' cortina de humo ' de la que es ajena la opinión pública. Trata de hacer reflexionar al espectador sobre los oscuros intereses que se mueven a estas grandes empresas, y donde no resulta una coincidencia el hecho de que en los últimos años el precio del combustible en Estados Unidos se haya triplicado.
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