Blogia
TURCÓN - Ecologistas en acción

Una fiebre ecológica que no remite se expande por el firmamento de las celebridades

Una fiebre ecológica que no remite se expande por el firmamento de las celebridades

Ecologías

Una fiebre ecológica que no remite se expande por el firmamento de las celebridades. El esnobismo ecológico hace estragos entre famosos. Era inevitable escuchar el reiterado deseo de que «se acaben las guerras en el mundo» cada vez que una boquita pintada confesaba sus anhelos más profundos ante la vida, frente a un micrófono. Ahora se estila cuando abren la boca muchos miembros de elites en popularidad y predicamento mediático, exteriorizar su personal preocupación por el medio ambiente.

14/07/2006 CARMEN RIVERA .- EL CORREO

Esa bella criatura de Julia Roberts hace saber al gran público cuánto y cómo le preocupa que se agoten las reservas de petróleo y dice tomarse el cambio climático muy en serio. En similar denuncia sobre el oscuro comercio del oro negro le acompaña George Clooney. Natalie Portman, ecologista precoz, declara ser vegetariana desde los ocho años. Pegados a la etiqueta de ' ecolo ' figuras prominentes en todos los sectores asumen la causa del desarrollo sostenible y contra el progreso destructivo. Todo es encantador en ese estar en la onda, en el aire del tiempo del pensamiento correcto si no fuera porque el discurso imperante en figuras célebres mosquea un tanto. Porque si todo lo que practican es beber zumos de frutas bio y tomarse años sabáticos en lejanas reservas ecológicas, inaccesibles paraísos para el común de los mortales, suena raro puesto que el 20% de los ricos del mundo consumen más de la mitad de la energía utilizada en el planeta mientras que el! 20% de pobrísimos gasta menos del 4%.

Así se entiende el que todo lo que lleva la marca ecológico, un producto con renombre de sano, sea un lujo de caro. Un país se enriquece y sube la tendencia a vivir solo y que cantidad de solos conduzcan cada cual su coche o a irse de vacaciones a las antípodas. Si uno quiere hacer turismo ecológico y solidario, ético, yendo a Chiapas sabrá que el avión en que viaje lanzará iguales emisiones de CO2 que el charter que vuela a un gheto turístico del Caribe. No es lo mismo ejercer de ecologistas según que estatus. Y de ser cierto que si en cada dos hogares reemplazásemos dos de las bombillas corrientes por otras de bajo consumo se podría cerrar una central eléctrica, entonces apaga y vámonos.

0 comentarios