Antonio Hernández, portavoz de la Federación ecologista Ben Magec: ´La política municipal para los residuos es un auténtico desastre´
Raúl Gil
La Provincia, 20-7-2006
El Ayuntamiento califica de "blanda" la actuación prevista en El Confital. ¿Coincide Ben Magec con esa apreciación?
- Creemos que es una intervención bastante dura porque no se adapta a las necesidades del sitio. Para Ben Magec, una de las cuestiones fundamentales para recuperar El Confital es la recuperación del confite original que le da nombre, y que ahora está enterrado. Un paseo, o una carretera, como están previstos, son intervenciones cementeras, en la línea de algunos de los proyectos más duros de la Dirección General de Costas. Construcciones como cafeterías o restaurantes, no son las cuestiones más prioritarias. Nosotros decimos que abajo, en la zona costera, no caben ni parkings, ni campings. Creemos que sí caben campings un poco más arriba, pero no el típico ´camping gueto´ a los que estamos acostumbrados en Canarias. Serían campings con certificado medioambiental, depu- radoras propias, baños y puntos limpios.
- Ustedes abogan por unir el desarrollo de El Confital al del Frente Marítimo, ¿no es una batalla perdida cuando el Ayuntamiento sigue con el proyecto de La Gran Marina?
- El proyecto de La Gran Marina es, en principio, un proyecto ilegal, no es un concurso internacional de ideas abierto a todo el mundo, no sólo a los colegios profesionales, sino a toda la sociedad. La participación ciudadana en la toma de decisiones públicas es fundamental y excluir eso muestra prácticas políticas del pasado. Este proyecto ha nacido con manifestaciones en contra y no encuadra en la filosofía de un proyecto para el Frente Marítimo ordenado. Se intenta actuar sólo en un área localizada, y no se pueden hacer pequeños proyectos sin una visión general del tema. Los proyectos no sólo se hacen entre los partidos políticos, sino que hay que contar con todas las organizaciones y los ciudadanos involucrados. Las ciudades se construyen desde todos los estamentos.
La alcaldesa debe quitarse las obsesiones de la cabeza, que son malas. Ejemplo de eso es que se niega a recibir a la Plataforma. ¿Qué tiene que esconder la alcaldesa para no reunirse con los ciudadanos? ¿Por qué nos menosprecia? Los consensos nacen del diálogo y el debate, y el PP, en el tema de La Gran Marina, ha usurpado ese diálogo para el progreso de la ciudad del siglo XXI. En la construcción de esta ciudad deben participar todos.
- El Gobierno aprobó hace poco el Paisaje Protegido de Pino Santo, pero mantiene la cantera de San Lorenzo, ¿son compatibles?
- Es curioso que dentro de ese Paisaje Protegido se han hecho varias urbanizaciones, algunas de ellas verdaderas monstruosidades, sin que se hayan tomado medidas. El problema es que en los paisajes protegidos la regulación legal es muy baja y se permiten esas construcciones. En cuanto a la cantera, siempre nos hemos posicionado junto a los vecinos y creemos que ahí no puede estar, no sólo porque está muy cerca de las casas, porque se estén realizando explosiones o por la cercanía de la presa de El Pintor, sino porque esa cantera tiene que estar en una zona insdustrial, y no ahí. Aquí las instituciones públicas no se han mojado lo suficiente.
- ¿Sigue siendo el vertedero de Salto del Negro un punto negro de la capital?
- Desde luego. No sabemos qué quiere escondernos el Cabildo, pero si estuvieran haciendo las cosas bien, no nos pondrían tantas pegas para entrar en el vertedero. El problema es que está cerca de una playa, el vaso sobre el que se depositan los desperdicios está roto, no se está aprovechando el metano... es un absoluto desastre. Además, las campañas ciudadanas no están funcionando como deberían, y no se ponen los medios. Muchos ciudadanos, por ejemplo, nos reconocen que recogen el aceite usado, pero que luego no tienen a dónde llevarlo porque no todo el mundo tiene coche para irse al Sebadal o al Batán. El gran problema es que no hay contenedores en todos lados, la política municipal de residuos es un absoluto desastre y sólo hay dos puntos limpios para 400.000 personas, más de la mitad de la población de toda la Isla. Tampoco se dan facilidades a la hora de tirar escombros, ya que a partir de tres sacos no te los aceptan, y ya no tienes a dónde tirarlos. Ese es un ejemplo muy cotidiano de que la política de vertidos no es la correcta.
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