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TURCÓN - Ecologistas en acción

Radar, retrasos y responsables

Radar, retrasos y responsables Octavio Hernández*

CanariasAhora.com, 12-8-2004

Tras la mediación en el conflicto de Perejil, Estados Unidos programó para 2004 unas maniobras con Marruecos proponiendo a España, en febrero, ser anfitriona en las aguas canario-saharianas. Las elecciones, el atentado y el cambio de gobierno provocaron, en marzo, una situación imprevista. Con Trillo en funciones, Bono sin asumir aún la cartera de Defensa y Moratinos negociando la salida de Irak, España consideró que actuar como anfitriona no sería compatible con la nueva etapa de relaciones más distantes con Estados Unidos. Por ello propuso participar sólo como aliado con responsabilidades e intereses en el área. Entre los intereses, las concesiones petrolíferas y la creciente implicación norteamericana en la ribera atlántica africana, con una macrobase proyectada en Santo Tomé y Príncipe, y acuerdos con Nigeria, Camerún y Marruecos.

Si Rajoy hubiera ganado las elecciones, las maniobras se habrían celebrado entre Canarias y el Sahara. En una respuesta del Gobierno al senador Froilán Rodríguez (BOCG 630, 02/04/2003), Defensa contemplaba la sustitución de los dos equipos radar de Pozo de Las Nieves, dentro del Programa SIMCA de homologación OTAN, por un radar Lanza ubicado desde julio de 2002 en el SCTM de Meseta del Cuervo, a unos 500 metros por debajo, desde donde estaba previsto trasladarlo a Pozo de Las Nieves “en el primer trimestre de 2006”. En otra respuesta al senador José Mendoza (DS Senado, 16/06/04), el ya Ministro Bono describía la participación española en las maniobras Majestic Eagle: un ejercicio aeronaval de los Estados Unidos y Marruecos, dirigido por el Comandante de la VI flota con participación de nueve países, que iban a tener lugar entre el día 11 y el día 15 de julio “en aguas internacionales, concretamente en las comprendidas entre el archipiélago de las islas Madeira y la costa occidental de Marruecos”.

Bono destacaba, respecto a la preocupación por los zifios, que los Estados Unidos “han aceptado la propuesta de elevar cien millas hacia el Norte de las Islas Canarias el lugar en que han de celebrarse esas maniobras”. Y añadía que España participaría con el Príncipe de Asturias, una fragata, dos patrulleros, seis aviones “y el apoyo en las bases de Morón, Gando y Rota.” Los Acuerdos Hispano-Norteamericanos, que desde 1953 incluyen la creación de una red de radares de alerta temprana, atribuyen una especial importancia estratégica al Escuadrón de Vigilancia Aérea número 21 de Pozo de Las Nieves, cuyos equipos son “de uso conjunto bajo bandera española”. La homologación de estos equipos al ACCS de la OTAN es, por tanto, una necesidad estratégica para España y Estados Unidos.

Y las maniobras suponían tanto una oportunidad como una servidumbre de estos acuerdos, de poner a prueba el nuevo Lanza 3-D de Meseta del Cuervo. Puesto que las maniobras se habían alejado 100 millas –más allá de las 65 de alcance de la “burbuja” OTAN del Archipiélago-, la mayor potencia del nuevo radar cumpliría los requisitos exigidos para la participación española en los ejercicios, así como la homologación a los equipos de Estados Unidos y los demás aliados.

Es decir, Majestic Eagle eran la ocasión para la “puesta de largo” del Lanza 3-D. Tal y como ha denunciado el sindicato FSAI, la situación laboral de los técnicos radar en Canarias es lamentable, y sus repetidas ausencias de las torres de control impiden corregir errores de lectura de pantalla o fallos de comunicaciones del nuevo sistema SACCAN instalado en Gando en pruebas de evaluación operacional para proporcionar servicios de control de tránsito aéreo y completar al SACTA. La finalidad de estos sistemas es facilitar la comunicación directa entre aviones y torres de control. En esta situación, de la que AENA es responsable, el Mando Aéreo de Canarias (MACAN) procede a desconectar los equipos de Pozo de Las Nieves y conectar el Lanza de Meseta del Cuervo, a una cota más baja. Lo hace tras avisar en marzo, de manera precipitada y sobrevenida al cambio de Gobierno, sin el tiempo necesario para seguir el protocolo de cambio de la señal. En esta sustitución se produce una descoordinación total con AENA, puesto que los técnicos radar que conectan el Lanza son de la empresa fabricante, Indra y de Defensa, y no de AENA. La señal rebota, se acopla y se apantalla.

Desde poco antes de los ejercicios aeronavales y durante su ejecución, decenas de miles de personas hacen cola en los aeropuertos canarios por los retrasos aéreos, en medio del estupor de las autoridades, las compañías y los agentes turísticos. Además, no se evita la muerte de zifios, que llegan flotando a las costas de Fuerteventura y Lanzarote. El MACAN opta por quedar bien en las maniobras con Estados Unidos, aún a costa del caos aéreo en Canarias, mientras el Ministro Bono, sencillamente, no se entera. En cualquier caso, Defensa no desea un nuevo escándalo con las maniobras, y corre un tupido velo de desinformación. AENA despliega su tradicional opacidad informativa, cogida entre Defensa y las compañías aéreas, y echa por la calle de en medio viendo en los efectos de su propia ineficacia y descoordinación una excusa perfecta para iniciar las obras de los nuevos radares comprometidos con Indra en Tenerife y Lanzarote, zafándose de la oposición ciudadana en defensa de Anaga y Montaña Blanca. A todas estas, la seguridad aérea en Canarias, la principal potencia turística junto con Baleares, queda por los suelos ante Eurocontrol.

¿Y las administraciones canarias? No saben, no contestan. “Le he trasladado mi queja a AENA”, dice Adán Martín. Y junto a la queja, facilidades para el radar de Taborno en pleno Parque Rural de Anaga en Tenerife. ¿No lee Coalición Canaria las respuestas a sus propias preguntas en el Congreso y el Senado? ¿Las administraciones canarias han exigido responsabilidades, o han sucumbido al chantaje de los ineptos de AENA y al silencio de Defensa?

*Miembro de "Los Verdes de Canarias" en Tenerife.

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