El Foro Mundial del Agua: palabras
Juan Ojeda Quintana
El símbolo del IV Foro Mundial del Agua, que se acaba de celebrar en Méjico, es cinco manos abiertas (los cinco continentes) sosteniendo una gota de agua cada una... Es un símbolo adecuado para un país cargado de símbolos; el primero de los cuales brota en el mismo Zócalo, centro espiritual de la capital mejicana. En el Palacio de Justicia el gran fresco de Diego Rivera, es el mosaico de una historia interminable, muestrario de que no se acaban las injusticias ni con la eliminación del orondo fraile ni con la Inquisición goyesca, representados en el fresco. Para confirmarlo, el Palacio tiene a corta distancia al Templo Mayor, lugar donde los aztecas hacían sacrificios inútiles ofrendando corazones a sus dioses. Frente al Templo, la Catedral católica ofrece el relevo de sacrificios y ofrendas. El ejemplo del Cristo del Cacao, llamado así porque aquella pobre gente le hacía las ofrendas al Cristo en cacao -lo único que tenían- es premonitorio al Cacao continuo en que vive esta sociedad actual. Rivera nació en Guanajuato, junto a otras minas que eran ofrendas esta vez para el Imperio conquistador. Por cierto, en Guanajuato, también nació Jorge Negrete, el gran cantor de Méjico: "Méjico, lindo y querido si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me traigan aquí?"
En este país, único, deslumbrante, te puedes encontrar en la embriaguez del agua, con un embalse, que lleva el nombre de un municipio de Gran Canaria, Valsequillo, en la hermosa ciudad de Puebla, la misma ciudad en que dos nobles españoles pasaron una noche enfrentados, montados en sus carruajes, en una calle estrecha, por no querer ceder ninguno el paso al otro.
La Feria de este IV Foro combina la moderno y lo vetusto, reflejo técnico de un mundo dividido en sus carencias. África, ese continente nuestro, es lo exótico. Fotos de mujeres, que todavía llevan agua a sus casas recorriendo de 6 a 10 km diarios (algunas hasta han parido en el tortuoso camino del agua), están contrapuestas a una primitiva bomba de pedales, algo así como los Mercedes o los Ferrari, que la sociedad rica está dispuesta a ofrecer al Continente negro. Pero, para América Latina, también, hay regalos: dos piezas de barro encajadas con un grifo en la parte baja es lo que los inventores venden en América Central, como providencial maquinaria de saneamiento. No pude menos que hablarles, con orgullo, a estos inventores, de las tallas y bernegales, que nuestra gente canaria llevó a América. De estos talleros hizo espléndido canto la poetisa cubana Dulce María Loynaz, casada con un canario. Estas macetas actuales son un paso atrás en el arte técnica que propiciaron los canarios.
Asómbrense: el stand más celebrado y visitado, fue el de un fabricante de lujosas bañeras. En el interior de una de las bañeras, regularmente se remojaba una monumental modelo con un bikini rojo. Parecía una amarga burla en aquel recinto. La burla se hacía mayor, considerando que en la tierra de Octavio Paz, de Juan Rulfo, de Carlos Fuentes, de Clemente Orozco, Diego Rivera, Rufino Tamayo, David Alfaro Siqueiros, Fernando Leal, María Izquierdo y Remedios Varó, entre otros muchos, no se hiciera sino una muy floja exposición artística, lo que indica una concepción miope del agua rebasada por la apología única de la técnica.
He dejado para el final la esencia del Foro. En esta agua que se enrosca entre su escasez y su tratamiento social, económico y político, los temas estrella se repiten desde siempre, con su misma crueldad, con su misma intransigencia. Nada es nuevo, virgen, todo esta marcado por la ofuscación y el beneficio de algunos. Voy a enumerar, pues, los grandes temas tratados. El primero es el derecho general de todos los pueblos al agua. Es la misma milonga que el derecho a una vivienda digna de la Constitución española: palabras? Se huele pero no se come, se ve pero no se toca. El problema es que ese derecho necesita de acciones foráneas que nunca llegan, colapsadas por las grandes promesas y las crudas realidades: el agua escasa, la gratuidad del agua, la fiscalidad devoradora y dudosa -tarifas, precios, tasa, impuestos- las inversiones y el beneficio. De esta última parte se deriva el segundo tema: la privatización del agua. ¿Gestión publica o gestión privada? Aquí tratamos con la esencia misma del sistema económico, un muro infranqueable, que solo se puede salvar con un profundo ejercicio de fe.
Como reflexión queda la corrupción compartida: pública y privada, la plusvalía, los beneficios desmesurados. Todo ello amortiguado con el cataplasma dulzón de la democracia. Brasil, Venezuela y Bolivia fueron los países líderes a favor del derecho del agua y contra la privatización.
Una falacia, con ribetes de oportunidad política, nos la dio el español Pedro Arrojo empeñado en el ahorro del agua, que está bien como una disciplina más pero no como política única, pues ahoga las nuevas aportaciones aductoras y no considera el aumento demográfico, las necesidades hídricas actuales y las nuevas necesidades sociales. Otro iluminado.
Algún parecido, en otro orden más trágico, tiene con un ministro judío, que acaba de decir, después de la victoria de Hamás en Palestina: "Vamos a ponerles (a los palestinos, por supuesto), a dieta". Macabra frase en el terror verbal.
Queda claro que en el Foro ha habido dos etapas muy delimitadas. La primera es la de los análisis y las estadísticas. Todos saben que cada día mueren 4.500 niños por falta de agua y saneamiento, por ejemplo. Pero es en la segunda etapa, la de las soluciones, donde se originan las controversias, los engaños, las dilaciones. Y así siguen muriendo continuamente, niños y mayores, convirtiéndose como siempre, de seres humanos en estadística.
La disidencia radical al Foro está en la calle. Es gente que no cree en los beneficios de la privatización, ni en promesas de mejoras en abastecimiento y saneamiento. Es gente sensible a la continuidad morbosa. Se manifiesta y lanza eslóganes que, curiosamente, coinciden con los de dentro: los oficiales. Recuerdo, como ejemplo, un eslogan: "El agua es imprescindible para la vida". El agua es mucho más que imprescindible, el agua es la vida misma (Saint Exupery). Yo, personalmente estoy mas con el Foro paralelo, que con el oficial ¡Qué quieren Vds que les diga!: me alineo con los que creen que esto es una tragedia y no con los que actúan como si fuera una comedia?
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Anónimo -