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TURCÓN - Ecologistas en acción

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Artículo de opinión sobre las energías renovables

Artículo de opinión sobre las energías renovables

ENERGÍAS RENOVABLES (II)

Artículo de opinión de Marta Nayra Ramírez Alemán (*)

En la actualidad, las Islas Canarias son altamente dependientes de los recursos de origen fósil para abastecer fundamentalmente, su demanda de electricidad y medios de transporte. Si se agotaran las existencias de petróleo, nuestra economía se vería seriamente afectada, lo que repercutiría en líneas generales, en aumentos de precios, poco poder de compra, cierres de empresas y mayores niveles de desempleo. Al igual que ocurriría en el resto del mundo.
Para contrarrestar su excesiva dependencia es necesario una mejor racionalización de energías no renovables y un mayor uso de las renovables, con el consiguiente ahorro para los bolsillos de muchos ciudadanos en concepto, por ejemplo, de alumbrado para las arcas de las instituciones públicas. Hasta un 40% de la energía que producimos podría provenir de fuentes ecológicas.

Canarias, por sus peculiaridades climáticas, geográficas y medioambientales goza de unas envidiables condiciones para un buen aprovechamiento de los recursos energéticos renovables y de calidad que tan generosamente ha brindado la naturaleza a las bien llamadas Afortunadas: sol primaveral, durante todo el año; calor procedente del interior de los volcanes; vientos Alisios, que rozan la superficie; o la fuerza del mar que abraza nuestras costas, son algunos ejemplos de la riqueza natural que nos podemos encontrar.

Un óptimo aprovechamiento de tales recursos podría consistir en una combinación de unos y otros elementos naturales que permitieran la colocación de mecanismos productores de energía en lugares estratégicos, donde el impacto visual y medioambiental fuera nulo, y en caso de existir, que éste fuera el mínimo posible, para ir sentando las bases en la creación de una nueva cultura en nuestras Islas que sirva de ejemplo a quienes, cada año, nos visitan procedentes de otros países. A su vez, nuestros visitantes podrían trasladar ese mensaje a sus lugares de origen y tal vez, quien sabe, si así se contribuiría también a que en dichas zonas se preocupasen un poco más por cumplir los acuerdos del Protocolo de Kyoto.

Canarias necesita un cambio, por lo limitado de su territorio y por haber sufrido durante décadas los efectos de un turismo que ha ido demandando, cada vez más, servicios de mayor calidad, así como la construcción de nuevas edificaciones destinadas a tal fin. En palabras de un experto, el modelo de desarrollo sostenible que ha seguido Canarias debe ser desechado ya que de seguir así, su crecimiento económico podría comprometer seriamente nuestro medio ambiente para generaciones venideras. Respecto al modelo de desarrollo urbanístico de cualquier municipio, una idea podría consistir en obligar la colocación de placas solares en edificios de nueva construcción.

Los intentos por introducir parques eólicos en las Islas han dado lugar a los escándalos políticos sobre los que hemos leído y escuchado a través de los medios, de lo que se deduce que poco, o más bien nada, se ha hecho al respecto por parte del Gobierno de Canarias en esta materia.

Sólo el municipio de Agüimes ha sido pionero en la utilización efectiva de fuentes ecológicas. Llama la atención la Ordenanza Municipal de Captación Solar para Usos Térmicos. Como ejemplo y que sirva de curiosidad, basta con visitar la Villa para comprobar in situ y a simple vista, alumbrado público provisto de placas que recogen la luz del sol con el que se obtiene calor de una forma totalmente limpia y agradable a la vista de quienes no deseamos observar cableados eléctricos en zonas campestres.

Pero mucho más cerca de nosotros, en Telde, el famoso proyecto del Parque Tecnológico que fue proyectado en su día por el anterior grupo de gobierno, hoy en su mayoría, miembros de Nueva Canarias-Nueva Gran Canaria, sigue paralizado y casi en el olvido, ni siquiera se ha comenzado a construir.

Cabe esperar que algún día, en un futuro mucho más esperanzador para todos, donde primen los intereses generales de los ciudadanos, Telde se convierta en un municipio moderno y ecológico que también apueste por el uso de energías renovables. Las ideas, si son buenas, hay que defenderlas. Y a veces, por muy difíciles que se presenten las cosas en esta vida, las esperanzas... son lo último que se pierden.

(*)Marta Nayra Ramírez Alemán es componente de la Comisión de Juventud de Nueva Canarias de Telde.

La contaminación acústica

La contaminación acústica

06/08/06 Artículo de opinión
La contaminación acústica
Francisco Arias Solis

Si bien vivimos en un mundo de sonidos sin los que no podríamos concebir la existencia, también es cierto que la contaminación acústica es prácticamente la disfunción ambiental más sentida por los ciudadanos y contra la que protestan más activamente los andaluces.

Las principales ciudades andaluzas presentan unos niveles de ruido elevados como lo demuestra los resultados de un estudio realizado por la Administración andaluza. Este estudio subraya la especial contribución del tráfico a la contaminación acústica del entorno urbano, especialmente en las zonas cercanas a rondas de circunvalación y vías de circulación rápida en general. El tráfico se revela como la principal fuente de ruido ambiental urbano en nuestra comunidad con una contribución global del 75 por ciento.

Otras de la fuentes principales que motiva gran parte del ruido urbano es el producido en lugares de ocio como bares y discotecas, que alcanzan unos niveles de ruido muy altos, especialmente durante las noches de los fines de semana.
Según este estudio, los valores diarios más frecuentes en Andalucía se sitúan entre los 60 y 70 decibelios (A), lo que puede considerarse como un ambiente ruidoso y molesto.

Las perturbaciones sonoras pueden afectar a la salud de distintos modos, localizándose principalmente en el propio oído y en el sistema nervioso. Así, un ruido intenso puede producir un trauma acústico, llegando incluso a una sordera. En lo que se refiere al sistema nervioso, los efectos perjudiciales son diversos: alteración de la función respiratoria, cardio-vascular y digestiva, molestias, irritabilidad, cansancio, fatiga, falta de atención y concentración y, consecuentemente, también disminución del rendimiento.

Si bien el ruido no es un recién llegado a los ciudadanos, en estos últimos años se ha convertido en un huésped permanente y molesto, afectando a un alto porcentaje de la población, siendo uno de los primeros contaminantes.
La Ley de Protección Ambiental de Andalucía requiere que tanto los ayuntamientos como los agentes más directamente implicados en la lucha contra el ruido orienten su planificación urbana y mejoren sus ordenanzas municipales, limitando las instalaciones ruidosas en determinadas zonas de las ciudades y realizando planes municipales de ordenación de tráfico.

Pero no son sólo los ayuntamientos los responsables de este problema, también los ciudadanos pueden y deben contribuir a hacer su hábitat más agradable modificando sus conductas, es decir, no utilizando de forma alocada la bocina del vehículo, poniendo silenciadores a las motos y coches que carezcan de ellos, bajando el volumen de los equipos de música, televisión y radio, no vociferando por las calles o en las casas, eligiendo aparatos y electrodomésticos más silenciosos...

Entre todos podemos hacer que nuestras ciudades sean menos ruidosas y más tranquilas, en definitiva, más saludables. Y como dijo el poeta: “A gritos está mintiendo / la verdad de un corazón / que la esconde en su silencio”.

El mundo al reves

El mundo al reves

El mundo al reves
Por Antonio R. Naranjo (Director del Diario de Alcalá) para www.infoecologia.com
Madrid

Infoecologia.- El mayor problema de los asuntos relativos al medio ambiente estriba en la incapacidad colectiva par entender que su cuidado no es una posibilidad entre tantas otras, sino una simple cuestión de supervivencia.

Si en el plano estrictamente individual se le preguntara a cualquier ciudadano, incluyendo al más remiso a reflexionar sobre su entorno, si estaría dispuesto a asfixiarse por ponerse una bolsa de plástico en la cabeza, su respuesta oscilaría entre el ‘no’ reposado del encuestado más benévolo y la agresión iracunda al encuestador del menos paciente, convencido de que le están tomando el pelo sino algo peor.. Pero a eso mismo, con el añadido de componente utilitarista que da a la bolsa en cuestión una misión práctica o un placer efímero, es lo que hacemos en realidad al comportarnos como si hubiese más opciones que cuidar y proteger nuestro entorno.

La burocracia ecologista, que coloca el dogma por encima de la realidad y transforma unos principios fácilmente difundibles en verdades coránicas al objeto de vivir confortablemente de ellas, no ayuda demasiado en una tarea que bien mirado debería resultar sencilla: si usted quiere tener futuro, ha de entender que organizar el tráfico, regular el agua, planificar el urbanismo, contener las emisiones industriales, cuidar los bosques, utilizar energías alternativas, eliminar con cabeza los residuos, proteger los ríos y respetar la fauna no son opciones, sino maneras de protegerse para no caer en un un involuntario pero probable suicidio colectivo: no hace falta apelar al Apocalipsis ni tomarse la afirmación literalmente para compartir que vivir en un mundo gris, árido, hipercalentado, contaminado y extremo es bastante parecido a morirse un poco.

La gravedad de esos hechos requiere, sin embargo, de una especie de trivialización de su difusión, en el sentido de que el debate salga de las capillas ecologistas -a menudo repletas de funcionarios de una religión que necesita gestionar de manera privativa el problema para comer de él-, y de los despachos oficiales -encantados de que su oposición sea sólo la anterior y dispuesta a seguir un juego que a ambos interesa-; para llegar a la calle y convertirse en una parte consustancial de la educación y de la comunicación.

Porque mientras tirios y troyanos se dedican a repartirse los dos papeles de una función con pocos espectadores, la teórica platea de ciudadanos sigue considerando que su aportación personal en esta tarea de supervivencia es prescindible. Y así tenemos una función deplorable en la que unos viven de que vaya mal; otros de que vaya a peor y los últimos de que no les vaya nada. Bien mirado, hasta esto es una prueba de que el mundo funciona al revés.
Sobre el autor
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Antonio R. Naranjo es director del Diario de Alcalá
Fuente: www.infoecologia.com, el periodismo del desarrollo sostenible


Energías renovables

Energías renovables

Energías renovables (1)
Artículo de opinión de Marta Nayra Ramírez Alemán*

A nadie se le esconde que el secreto de las economías más avanzadas del mundo se basa en la posesión, el manejo y destreza de muchos factores productivos, como son: materias primas de calidad, dotación de centros de I+D+i, altos niveles educativos y formativos, elevadas inversiones en infraestructuras, tecnología, etc., todo ello, con el fin de seguir manteniendo su estatus en el mundo o salir del subdesarrollo.

Pero qué sería de todos estos países sin la existencia de un recurso no renovable que está muy especialmente ligado a los diversos sectores productivos que conforman dichas economías, e incluso, podemos decir que a nuestra propia vida. Me estoy refiriendo al petróleo. Por algo también se le llama oro negro.

Según algunos expertos, las existencias de petróleo de calidad en el mundo dan para unos cuarenta años más, aproximadamente, siempre y cuando no aparezcan nuevos yacimientos y se siga extrayendo el crudo a los mismos ritmos actuales que de por sí son insostenibles. El problema se agrava con las economías emergentes que demandarán cada vez más este recurso, lo que induce pensar a estos expertos en la posibilidad de que se vuelva a dar una nueva crisis energética a nivel mundial.

Ante ello, sólo cabe pensar en la necesidad cada vez más urgente de buscar otras alternativas energéticas de origen renovable y ecológicas como pueden ser las energías: eólica, hidráulica o solar (tanto térmica, como fotovoltaica) entre otras, que contribuyan a reducir la excesiva dependencia de los recursos no renovables y contaminantes, así como a contribuir al crecimiento económico, hasta el punto de propiciar la proliferación de empresas y sectores que se dediquen a la fabricación de este tipo de sistemas dotados de tecnología puntera. Pero también podrá verse un incremento de la demanda de personal altamente especializado en estos sectores.

Los acuerdos internacionales para reducir las emisiones de CO2 que provoca el efecto invernadero y el cambio climático, las Directivas Europeas relacionadas con el incremento de generación eléctrica a partir de fuentes renovables y la preocupación por la protección del medio ambiente nos inducen a pensar que en los próximos años aumentará la potencia instalada de este tipo de fuentes. Con más razón aún si tenemos en cuenta que, a finales de julio de este mismo año, el Parlamento Europeo ha aprobado destinar 1600 millones de euros para proyectos de I+D y eficiencia energética de las renovables. Si en 1996, según datos de Los Quince, el 5% de la energía que se consumía en la Unión Europea era ecológica, se espera que esa cifra alcance el 12% para el año 2010.

Recientemente, se ha dado a conocer un Real Decreto 7/2006 de 23 de junio del presente año, emitido por el Ministerio de Industria, según el cual se vendría a modificar la forma de financiación de las industrias que durante años se han dedicado a esta actividad. Hecho que ha provocado la disconformidad de las asociaciones productoras más representativas como la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), la Asociación empresarial Eólica (AEE) y la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF). Para estos colectivos, estas medidas podrían frenar el desarrollo de las industrias ecológicas al resultar difícil prever la rentabilidad de las inversiones. Al parecer, se han paralizado algunos proyectos previstos.

Independientemente de los motivos que unos y otros puedan tener para defender su postura, lo cierto es que el consenso debe llegar de la mano del diálogo, el entendimiento y el esfuerzo. No hay tiempo que perder, si no queremos vivir en el futuro en un planeta cada vez más enfermo y en una economía hundida, no por no haberla gestionado mal, sino por no haber sabido reducir a tiempo la excesiva dependencia que se tiene de las fuentes no renovables como el petróleo.

* Componente de la Comisión de Juventud de Nueva Canarias de Telde.
Componente del Consejo Político Nacional de NC-NGC.

Aproximación a la nueva Ley de Acceso a la Información (tercera y última parte)

Aproximación a la nueva Ley de Acceso a la Información (tercera y última parte)

Álvaro Monzón Santana
Secretario del Colectivo Turcón-Ecologistas en Acción

Lea la primera y segunda partes ya publicadas.

La gravedad de los riesgos medioambientales que acechan al planeta ha hecho que el medio ambiente sea una cuestión de continuo debate político, científico y social. La preocupación ha trascendido a la población más humilde, e incluso a empresas de todos los sectores. Cada vez somos más concientes de la importancia de preservar nuestro planeta tierra, íntimamente ligado a nuestra calidad de vida y al de las futuras generaciones.

Tal es el punto de la conciencia ciudadana que los ecologistas con una puntuación de 7 son el grupo social más valorado (sólo aventajados por médicos 7,2 y los científicos 7,1) por delante de los políticos y de los empresarios (ver informe de la Fundación BBVA-2006).

El gobierno de Zapatero es conocedor de esta problemática y de la importancia de una amplia transparencia en la administración, por ello ha firmado la Ley 27/2006 por la que se regula los derechos de acceso a la información, de participación pública y acceso a la justicia en materia de medio ambiente. Entró en vigor el pasado día 20 de julio, a excepción del título IV y la Disposición Adicional Primera que entrarán en vigor el próximo día 19 de octubre de 2006.

En los anteriores artículos he apuntado alguna novedad de esta Ley, y ahora toca nombrar aquellas autoridades públicas que están obligadas a suministrar la información. El abanico es amplio y va desde las administraciones hasta los notarios, registradores, órganos consultivos, corporaciones y “entidades de derecho público que sean dependientes o estén vinculadas al Estado, a las comunidades autónomas o a las entidades locales”. Esto implica que afectaría esta nueva Ley a esa cantidad de empresas periféricas que últimamente crean las instituciones para hacer contabilidades y plantillas paralelas.

Los ciudadanos tendremos derecho a ser asistido en la búsqueda de información (artículo 3.1.c) y a recibir la información en el plazo máximo de un mes (artículo 10.c) dependiendo del volumen solicitado. Otra novedad que recoge el capítulo II es la obligación de las administraciones públicas a publicar un informe anual sobre el estado del medio ambiente. Esto se lo pueden aplicar las corporaciones locales, pero es obligación de la administración central la de mantener actualizado un catálogo de normas y de resoluciones judiciales, sobre aspectos claves de la Ley y lo hará públicamente accesible de la manera más amplia y sistemática posible (artículo 6.5).

El derecho de participación pública en asuntos de carácter medioambiental viene recogido en el Título III, y obliga a las administraciones a informar al público, mediante los medios a su alcance, de cualquier propuesta de planes, programas o disposiciones de carácter general, o en su caso, modificaciones, revisiones, etc. Además también tendremos la posibilidad de alegar, objetar y dar opiniones antes de que se adopten las decisiones definitivas. Esto es importante, porque los ayuntamientos, y en general las instituciones públicas, sólo ponen en “información pública” los proyectos veinte ridículos días, cumpliendo el trámite exigido por la ley y con esto, creen alcanzar la gloria de la participación ciudadana cumpliendo ese requisito legal. Ahora se aspira, y la ley obliga, a que los alcaldes y concejales se acostumbren a consultar a la ciudadanía antes de tomar las decisiones definitivas.

Lo que resulta inaudito es el artículo 22, que habla de la “acción popular en asuntos medioambientales” que consiste en llegar a los tribunales de justicia para reclamar los derechos de acceso a la información que reconoce esta nueva Ley 27/2006, y de acuerdo con la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, si se cumple unos determinados requisitos, las ONG podrán acceder a tal asistencia.

Aparecen también los convenios de colaboración entre instituciones para crear puntos de información digitalizada; un Plan de Formación en el marco de la Administración General del Estado, específico para sensibilizar al personal sobre los nuevos derechos de los ciudadanos. Y finalmente, esta Ley modifica el Real Decreto Legislativo 1.302/1986 de Evaluación de Impacto Ambiental, y en concreto, habla de los proyectos de perforaciones petrolíferas y sus efectos. Cosa realmente importante para todos los ecologistas canarios, en vilo por los permisos y actividades que Repsol quiere ejecutar en las costas de las islas orientales.

Con estas líneas acabo esta serie de artículos que persigue acercarles un poquito a la nueva legislación que nos proporciona nuevos derechos como contribuyentes. Habrá que esperar un poco para conocer cómo reaccionan los ayuntamientos y el alcance de la Ley, pero para ello, tenemos que aprender a usarla.

¿Para cuándo un petróleo bueno, bonito, barato... y 'verde'?

¿Para cuándo un petróleo bueno, bonito, barato... y 'verde'?

8 “Cinco Días”
7 de agosto de 2006

Los especialistas reconocen que, en cuestión de biocarburantes, es difícil distinguir las expectativas razonables de las proyecciones más extravagantes

Lucas Vermal
Una cosa es segura: 'No hay petróleo para siempre y quienes mejor lo saben,' ya que los datos oficiales sobre las reservas fósiles disponibles estarán siempre bajo sospecha, 'son los propios productores, tanto países como empresas.' Eso explicaría, a juicio de Heikki Willstedt, especialista de la ONG WWF-Adena, el creciente interés de las petroleras por un negocio al que hasta hace poco miraban de reojo, como si fuera una excentricidad ecologista. Los biocarburantes, la fuente de energía 'limpia' de mayor proyección, parecen destinados a dejar de ser un coto reservado a pequeñas empresas pioneras.

Sólo en España, Repsol YPF y Acciona, por un lado, y Santander e Isolux, por el otro, han aunado esfuerzos y dineros en los últimos meses para construir sendas plantas de producción de biodiésel, con inversiones iniciales que rondaban los 300 millones de euros en cada caso. Las restricciones del Protocolo de Kioto a la emisión de gases de efecto invernadero y la directiva europea sobre el uso de biocarburantes en el transporte -la Comisión ha establecido una cuota mínima obligatoria de mercado del 5,75% para 2010- garantizan una salida comercial, al menos por un tiempo, a quienes se embarquen en el sector.

'La idea es ir hacia la sustitución', opina Manuel Bustos, director de biocarburantes de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA). Al calor de estos cambios y de la creciente popularidad de cuestiones medioambientales, como el calentamiento global, no falta quien plantea seriamente la sustitución plena del petróleo por nuevas fórmulas energéticas reputadas limpias, baratas y eficientes. Bustos no descarta cierta audacia interesada por parte de empresas o científicos necesitados de financiación a la hora de cuantificar las posibilidades energéticas de sus girasoles, algas o palmas, pero pide que no se tire al bebé con el agua del baño: 'no es justo que se le exija más a los biocarburantes que a la energía atómica o al petróleo'.

Eso no despeja, en opinión de Willstedt, ciertas dudas razonables sobre la viabilidad comercial del llamado petróleo verde. 'En el estado actual de la ciencia no se podría sustituir el petróleo fósil aunque se dedicaran todas las áreas cultivables del planeta' a la producción de hortalizas con fines energéticos. Todo depende de los logros de la investigación científica en los próximos años, 'incluyendo la manipulación genética'.

Sobre la revolución energética prometida hace dos semanas por una empresa española, BFS, que trabaja con microalgas, se muestra más que cauto: 'nada es imposible', admite, si se encuentra o genera la 'especie exacta de microalga apta para un cultivo industrial masivo'. Pero las proyecciones faraónicas avanzadas por la compañía -sustitución plena del petróleo gracias a estas algas, en un plazo relativamente corto y a buen precio- le recuerdan a las expectativas desmedidas que rodearon en su día al proyecto del coche de aire comprimido, entre otros artefactos sugerentes. Aun así, justifica los posibles excesos aduciendo las necesidades de financiación de un sector que, en comparación con sus posibilidades futuras, sigue en vías de investigación y desarrollo.

Willstedt mantiene, asimismo, ciertas reservas sobre las repercusiones medioambientales de una comercialización a gran escala: 'Se dice que los biocombustibles son sostenibles pero hay que analizar en qué casos logramos un recorte neto de emisiones de dióxido de carbono y en cuáles no'. Y cita, a modo de ejemplo, los millones de hectáreas tropicales taladas y dedicadas a monocultivos como la palma o la caña de azúcar para engordar a la nueva industria energética: 'Todo es un problema de escala'.

Para ilustrar las previsibles contradicciones de la industria energética alternativa, Willstedt recurre al ejemplo del hidrógeno, una idea antigua, que ya tentó a Julio Verne hace más de un siglo -'el carbón del futuro' lo llamó- y ha dado mucho que hablar en la última década. 'Imagínese a los más de 700 millones de coches que hay en la tierra emitiendo vapor de agua, uno de los gases de mayor efecto invernadero. Madrid, con sus atascos, podría convertirse en un microclima del estilo de Miami', dice medio en broma, medio en serio. 'No lo sabemos'.

Aunque tampoco se atreve a descartar que alguien dé con la 'panacea energética' -las microalgas son sólo el último grito de una larga serie-, Bustos considera que la diversificación de fuentes energéticas reduce considerablemente el riesgo de desequilibrios ecológicos -y políticos, como en el caso del petróleo- derivados de la explotación masiva y de la dependencia total de una única materia prima.
Hacia una agricultura energética

La cantidad de aceite que se puede extraer de la soja, la colza, el girasol, las algas o la palma para producir biodiésel es ínfima en comparación con las cantidades de petróleo que tragan día a día los vehículos y maquinarias de todo el mundo. Lo mismo puede decirse del bioetanol, un alcohol obtenido mediante fermentación de azúcares o cereales. Pero, los productores de biocarburantes creen que es cuestión de tiempo.

Para Manuel Bustos, del APPA, la clave está en la agricultura, que 'lleva milenios seleccionando sus hortalizas de acuerdo con las necesidades alimenticias. La selección de especies energéticamente interesantes llevará su tiempo pero dará sus frutos'.

Aproximación a la nueva Ley de Acceso a la Información (segunda parte)

Aproximación a la nueva Ley de Acceso a la Información (segunda parte)

Álvaro Monzón Santana
Secretario del Colectivo Turcón-Ecologistas en Acción

Lea la primera parte ya publicada

La información es poder. Da lo mismo que se trate de un ser vivo, de una empresa, de una institución pública, de un alcalde, da lo mismo, quien tiene más y mejor información tiene más probabilidades de “sobrevivir” en un mundo altamente competitivo.

La información no es inocente y bien lo sabe el poder. Una transparencia social toca la piedra angular del poder, o mejor dicho, ataca la pervivencia de su lógica tradicional, una historia vinculada a la opacidad, a la negación de la información, a un sentimiento primitivo de ocultación de datos, documentos e informes. Cuando estas cosas ocurren, y desgraciadamente ocurren demasiado a menudo en nuestros ayuntamientos, uno se pregunta el por qué se llega a esos extremos. ¿Ocultan algo?, ¿desvelan sus incapacidades?, ¿miedo a perder?. El que oculta se delata.

Afortunadamente cada vez somos más los ciudadanos que pensamos en una máxima transparencia del sector público, dado que está financiado con el esfuerzo económico de todos los ciudadanos, se hace necesario exigir un suficiente nivel de transparencia pero, no solo, cuando interesa al poder, sino cuando interesa a todos los demás.

En este sentido llegamos a la Ley 27/2006 por la que se regula los derechos de acceso a la información, de participación pública y de acceso a la justicia en materia de medio ambiente, que viene a derogar a la Ley 38/1995, que como veremos más adelante era una ley poco ambiciosa.

La nueva ley reconoce el derecho del ciudadano a solicitar la información ambiental y ser atendido por las autoridades públicas, e impone a las administraciones la obligación de difundir toda la información que pueda ser relevante para los ciudadanos (artículo 1º).

Entre los elementos más importantes, se puede destacar la obligación de las autoridades públicas de proporcionar información con la mayor celeridad posible. También es reseñable la apuesta por las nuevas tecnologías y la obligación de difusión de información ambiental en casos de amenaza para la salud o el medio ambiente (artículo 5º).

Según la Ley, la garantía de participación de los ciudadanos se dará contemplando los plazos suficientes para el estudio de propuestas y estableciendo la obligación de las administraciones de tomar en consideración las observaciones presentadas. Además, se otorga un reconocimiento expreso a las ONG para participar como titulares de intereses colectivos (artículo 2º.1).
Los antecedentes históricos de la regulación de acceso a la información lo situamos en Real Decreto 2.568/1986, de 28 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de organización, funcionamiento y régimen jurídico de las Entidades locales (ROF). En su Artículo 207º, viene a decir que “todos los ciudadanos tienen derecho a obtener copias y certificaciones acreditativas de los acuerdos de los órganos de Gobierno y Administración de las entidades locales y de sus antecedentes”. Después aparece la Ley 30/1992 del Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Común, que mediante sus artículos 35º y 37º, también determinaba ese acceso a la información. Posteriormente apareció la Directiva 90/313/CEE que obligó a redactar la Ley 38/1995 ahora derogada.
Con la nueva Ley 27/2006 los avances son sustanciales. El primero, el comentado ya: el reconocimiento de las ONG. Pero, donde reconocemos un avance en la transparencia, es cuando se relacionan los campos de acción de la Ley. Ahora se podrá pedir información ambiental sobre el aire, la atmósfera, el agua, el suelo, la tierra, los espacios naturales y el paisaje (importante este elemento que en la anterior ley no se valoraba). El artículo 3º de la Ley es auténticamente enjundioso, y aparecen –con derecho a pedir información- materias como sustancias radiactivas, vertidos, energía, diversidad biológica, organismos modificados genéticamente, humedales, zonas marinas, análisis coste-beneficio, contaminación de la cadena alimentaria, y por fin: el patrimonio histórico, cultural y artístico (artículo 3º.f).

Ya era hora que el patrimonio se incorporara a la legislación medioambiental. Es fundamental que los ciudadanos y las ONG podamos tener y acceder a la información que afecta a los numerosos elementos patrimoniales de Canarias.

Continúe leyendo la tercera y última parte

Construye, que algo queda

Construye, que algo queda

José H. Chela

CanariasAhora.com, 6-8-2006

Que algo queda alrededor, quiero decir y, aunque más bien, sea poco. Y ese es el problema. Desde un punto de vista estrictamente aritmético parece lógico que en un Archipiélago cuya población ha aumentado de manera considerable durante los últimos lustros, la edificación haya crecido en una proporción aproximadamente similar. En algún sitio tiene que vivir la gente, en algún lugar han de habitar los nuevos isleños -de nacimiento, de adopción, de necesidad, de vocación, ¿por qué no?-. Y desde esa perspectiva, el incremento, en quince años, de la construcción de viviendas en un cincuenta y cinco por ciento -tal como se informaba en una noticia de ayer mismo- no parece ni alarmante ni exagerado. Responde a la ley de la oferta y la demanda.

Otra cosa es cómo se edifica y dónde se edifica. Y, al margen de que existan muchísimas viviendas destinadas a segunda residencia construidas en terrenos protegidos por la normativa en vigor (normativa que pretenden saltarse a la torera algunas instituciones como el cabildo herreño o el Parlamento de Canarias) y que no sé si están contempladas en la estadística de marras, lo cierto es que, con una constancia pertinaz y contumaz, se cometen en nuestro suelo auténticos atentados al buen gusto y verdaderos crímenes urbanísticos contra el paisaje y el medio ambiente.

El hormigón y el cemento están devorando unos territorios preciosos para la agricultura (¿cómo puede extrañarnos, luego, que el sector primario sólo signifique el cuatro por ciento de nuestro producto interior bruto?) y usurpando las áreas de antiguos vergeles. Una Comunidad que vive del turismo, o sea de la naturaleza y de sus bellezas paisajísticas, ¿puede permitirse esta especie de suicidio a medio plazo, destruyendo sistemáticamente algunos de los atractivos en los que fundamenta la mayor parte de su economía?... Contamos también, eso sí, con el clima, pero me gustaría averiguar hasta que punto influye en el cambio climático que estamos padeciendo la desaparición de bosques y montes y la pérdida progresiva de zonas verdes, de masa forestal, de riqueza arbórea... Ayer mismo estuve, después de tres años de no pasar por allí, en Icod el Alto, un pueblito del norte tinerfeño al que se accede a través de una carretera que permite la visión de una panorámica distinta del Valle de La Orotava (no la habitual, la de las tarjetas postales). Y me llevé un susto tremendo. Es desde esa atalaya serpenteante desde donde mejor se aprecia el desaguisado que se está cometiendo en aquella zona, hasta hace poco bellísima y privilegiada. Aunque ese Valle no sea más que un ejemplo concreto de lo que está ocurriendo en todas las Islas.

Vale que sea preciso enfrentarse a las necesidades vitales de una población creciente. Pero, valga también que eso se haga con un mínimo de sensatez, con la vista puesta en el futuro y con las miras suficientes como para garantizar un porvenir viable a las nuevas generaciones. Visto lo que se ve, ese cincuenta y cinco por ciento sí resulta descabellado, pero sólo por cómo se ha hecho. Por cómo se ha permitido hacer. Cuando me vuelvan a hablar nuestros queridos gobernantes -en todos los ámbitos de gobierno- del famoso desarrollo sostenible les voy a dedicar un más que merecido corte de mangas. Palabra.

Lo que pasa en La Palma no pasa en ningún lado

Lo que pasa en La Palma no pasa en ningún lado

Artículo de opinión: anónimo.

Lo que pasa en La Palma no pasa en ningún lado. Estos días se ha podido leer en los periódicos la oposición de un grupo de vecinos a las obras de ampliación de las instalaciones del Club Náutico de Santa Cruz de La Palma en el puerto capitalino.

Esta noticia, en principio, no tiene nada de extraño, aunque se convierte en escandalosa si recordamos que, hace diez años, la Autoridad Portuaria de Tenerife decidió sepultar la única playa existente en S/C de La Palma, la Playa del Roque.

El entullado de la playa estaba motivado porque el muelle necesitaba terrenos para su expansión y desarrollo, algo así como lo que ahora sucede en el puerto de Santa Cruz, que no tiene suelo para su expansión y está limitado (por eso se promociona Granadilla).

Pues bien. Esa decisión de la Autoridad Portuaria fue totalmente ilegal. No porque lo diga yo, sino porque lo dijo el Tribunal Superior de Justicia de Canarias y luego lo ratificó el Tribunal Supremo.

Después de todo lo expuesto, como se les queda el cuerpo si les digo que la Autoridad Portuaria de Tenerife ahora ha cedido más de 4.000 metros de suelo portuario (muy muy próximos a la inexistente Playa del Roque) para que los socios privados del Club Náutico disfruten de una estupenda ampliación de sus intalaciones.

Yo me pregunto: ¿Por qué la Autoridad Portuaria no se cargó la piscina del Náutico en lugar de entullar la playa del Roque? ¿ Por qué se necesitaba suelo para ampliar el puerto y ahora no se necesita? ¿Por qué se cede al Náutico para que amplie sus intalaciones y no se devuelve a la ciudad, en aparcamientos, colegios o intalaciones deportivas? ¿Quién era el presidente de la Autoridad Portuaria en ese momento?.

Aproximación a la nueva Ley de Acceso a la Información (primera parte)

Aproximación a la nueva Ley de Acceso a la Información (primera parte)

Álvaro Monzón Santana
Secretario del Colectivo Turcón-Ecologistas en Acción

Hasta ahora, las administraciones públicas y el Ayuntamiento de Telde el primero, se “despachaban” a los ciudadanos que requerían documentos relativos al urbanismo, al medio ambiente, etc… alegando la falta de la cualidad de “interesado”. Ahora con esta nueva ley se abre una nueva puerta a la esperanza. Las asociaciones, y público en general, en principio ven aumentado sus derechos frente a la tradicional opacidad de los ayuntamientos.

El Boletín Oficial del Estado publicó el pasado mes de julio la Ley 27/2006 de 18 de julio, por la que se regula los derechos de acceso a la información, de participación pública y de acceso a la justicia en materia de medio ambiente. Además, incorpora las Directivas Europeas 2003/4/CE y la 2003/35/CE, y en su parte final, destacan las modificaciones del Real Decreto de Evaluación de Impacto Ambiental, y de la Ley de Prevención y Control Integrado de la Contaminación.

Dos principios inspiran esta nueva Ley de acceso a la información y de participación pública. Por una parte, la Declaración de Río de Janeiro sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, cuyo apartado número 10 establece que la mejor manera de gestionar los asuntos ambientales es contar con la participación de todos los ciudadanos. Esto tiene que ser asumido por muchos de los políticos que actualmente gobiernan las administraciones públicas, porque –según la Declaración- es una razón para avanzar hacia la transformación del modelo de desarrollo, basándose en planteamientos democráticos que pivoten en la participación activa, real y efectiva de la sociedad civil.

El segundo principio que obligó al gobierno de Zapatero a redacta esta nueva Ley, es la entrada en vigor del Convenio de Aarhus (en vigor desde el 31 de marzo de 2005). Recordemos que este convenio tiene tres pilares básicos:

• Acceso a la información medioambiental que desempeña un papel esencial en la educación de las sociedades para poder intervenir con conocimiento de causa en los asuntos públicos.

• Participación del público en los procesos de toma de decisiones en determinadas actividades, aprobaciones de planes y programas, etc.

• Derecho al acceso a la justicia para garantizar la revisión de las decisiones judiciales que hayan podido violar los derechos en material ambiental.


Entrando en la valoración y consideraciones de la nueva Ley, es necesario a mí entender, comenzar por el artículo 2º Definiciones por la que se explica detalladamente quién o quiénes pueden acceder a la petición de los derechos reconocidos por la Ley. En este sentido, será “cualquier persona física o jurídica, así como sus asociaciones, organizaciones y grupos constituidos con arreglo a la normativa que les sea de aplicación”. En un segundo apartado, dentro del mismo artículo, explica que las “personas interesadas” serán las previstas en el artículo nº 31 de la Ley 30/1992 de Régimen Jurídico de las Administraciones P. y P.A.C., además avanza que cualquier personas jurídica sin ánimo de lucro que cumpla los requisitos establecidos en la Ley tendrá derecho a la asistencia jurídica gratuita, en lo que llaman, la “Acción popular en asuntos medioambientales”.

En próximas entregas les hablare de las materias que abarca la ley, de los nuevos derechos de los ciudadanos, de la difusión de oficio del estado del medio ambiente y de las perforaciones petrolíferas, ya que, se incorporan nuevos apartados al Real Decreto de Evaluación de Impacto Ambiental.

Contínue leyendo la segunda parte de este artículo

La politica ambiental del PSOE en Canarias

La politica ambiental del PSOE en Canarias

Artículo de opinión de Eustaquio Villalba Moreno (*)

La llegada al poder de los socialistas despertó grandes ilusiones entre las personas y asociaciones vinculadas a la conservación del medioambiente, esperanzas de cambio que estaban depositadas en la gestión de Cristina Narbona en el Ministerio. Las proclamas electorales de los socialistas resaltaban su compromiso con una gestión transparente y una administración de los asuntos públicos coherente con sus promesas electorales. A esto se añadía el compromiso de la ministra, cuando todavía estaba en la oposición, de hacer cumplir la legislación ambiental, en concreto, en el caso del proyecto de puerto en Granadilla.

A los dos años, todo ha quedado en aguas de borrajas, el Ministerio se ha convertido en un grupo de presión a favor de la construcción del puerto, y en un incumplidor de las normas fundamentales del Estado de Derecho, entre ellas la propia Constitución.

Así lo sentenció la Audiencia Nacional en fecha 16 de febrero del 2006, condenando al Ministerio de Medio Ambiente y al Gobierno de Canarias por vulnerar el artículo 29.1 de la Constitución española al omitir "toda respuesta por parte del Ministerio de Medio a la petición dirigida por la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza" (ATAN) relativa a los incumplimientos en la legislación ambiental en el proyecto de puerto de Granadilla.

Si el Ministerio de Medio Ambiente no se ha cortado saltarse un derecho constitucional, menos le ha importado utilizar la Ley de Costas para beneficiar negocios inmobiliarios. Así, mientras en algunos lugares de la isla se propone derribar edificaciones que usurpan el dominio público marítimo terrestre, en otros, como ocurre en la playa de Las Teresitas, colabora cediendo gran parte de este bien público -sin importar que la Constitución los considere inalienables- para facilitar el gran pelotazo de los terrenos ganados al mar.

El ministro de Justicia, el canario Juan Fernando López Aguilar, el mismo que denunciaba cuando estaba en la oposición el grave problema de la corrupción en Canarias, se ha convertido en el tácito cómplice de una lucrativa especulación inmobiliaria promovida por Coalición Canaria. ¿Por qué el ministro de Justicia no insta al Fiscal General para que se investigue este atentado al Estado de Derecho?

Los socialistas canarios juegan el papel de colaboradores necesarios: sus concejales en Santa Cruz de Tenerife votaron a favor de la adquisición del frente de playa de Las Teresitas por 52,5 millones de euros (8.750 millones de pesetas) en la anterior legislatura; ahora, no quieren apoyar la petición de un pleno del ayuntamiento para aclarar esta compra, y mantienen un absoluto silencio sobre las propuestas de deslinde marítimo.

Tampoco tienen nada que decir sobre la flagrante contradicción entre lo prescrito por la Ley de Costas en su artículo 11.5, que suspende todas las concesiones y autorizaciones hasta que se realice el deslinde, y el anunciado comienzo de las obras en Las Teresitas. Pero ¿cómo van a cuestionar la legalidad de las decisiones del ayuntamiento cuando el propio Ministerio también ha aprobado y presupuestado obras en la playa?

La Dirección General de Costas, en su propuesta de deslinde, contradice frontalmente lo establecido por la Ley y sus objetivos: "Se ha considerado conveniente eliminar la posibilidad de adquirir la propiedad de los terrenos ganados al mar o de cualquier otra porción del dominio público como consecuencia de la realización de obras, ya que estas actuaciones proporcionan frecuentemente cobertura a operaciones de especulación inmobiliaria, y en todo caso van detrimento del dominio público".

Estos comportamientos y actuaciones dejan bien claro que una cosa el predicar y otra dar trigo, que los socialistas prometen y no cumplen. Lo que sí saben hacer muy bien es negar la información a los ciudadanos y ocultar sus propias corruptelas.

(*) Eustaquio Villalba Moreno es portavoz de Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN).
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El árbol, un amigo ineludible

El árbol, un amigo ineludible

Juan José Laforet

La Provincia, 29-7-2006

Los árboles, al llegar estos días del verano con sus insistentes calores, nos muestran de forma más fehaciente su grata, benéfica y generosa protección. Sin embargo, esta presencia del árbol, de todos los árboles, sin distinción de especie, forma u apariencia, en nuestras vidas, en cada uno y todos los minutos de nuestra existencia es constante e, incluso, ineludible, pese a que hoy muchos parecen pensar lo contrario (aunque realmente, cuando se producen actitudes tan agresivas e incivilizadas hacia los árboles, lo que ocurre es que quienes las protagonizan en realidad "no piensan", y tienen detenidas las capacidades más básicas de sus neuronas más fundamentales, las que rigen o alimentan el instinto de supervivencia del ser humano).

Tiemblo, muchos temblamos, que es una de las manifestaciones más propias de la naturaleza humana ante un peligro inminente, cuando vemos como casi todos los días cae más de un árbol en jardines que ceden sitio a nuevas viviendas, o que simplemente se despejan de todo rastro vegetal para dar paso a una "higiénica" e insípida loza, de fácil y rápida limpieza, en los bordes de las carreteras, que con los años se han caracterizado con la presencia de unos árboles que les han dado un carácter, una idiosincrasia, un ambiente grato para quienes deben transitarlas a diario por el motivo que sea, en parterres o incluso en pequeños arriates, donde pequeños arbolitos, heroicos y estoicos, sobreviviendo en su escaso lecho, nos regalaban con su gratísima presencia, símbolo de vida, de nuestra condición humana que no puede renunciar a la naturaleza, o cuando los muchas veces intencionados fuegos estivales arrasan superficies de arboledas (aunque sería igual de triste si sólo se quemara uno) que, tras un lentísimo germinar de siglos, la madre tierra nos regaló para nuestro disfrute y para que la vida fuera posible en este planeta. Por eso tiemblo, pues aunque muchos no quieran aceptarlo, sin árboles no hay vida; con cada árbol que cae se acaba un poquito nuestra posibilidad de vida sobre esta hermosa esfera azul en la que vivimos.

Gran Canaria no puede ser ajena a sus árboles, pues son parte inseparable de su ser natural, de su historia, de sus símbolos y de su personalidad. En el siglo XVI Bartolomé Carrasco de Figueroa, en su poema "Gran Canaria", ya cantaba a sus frondosos bosques, a sus muy dispares especies arbóreas, para resaltar la imagen singular de esta isla, señalando como "Aquí sustenta Apolo sus laureles; su enamorada yedra, Cipriano; Mercurio, antiguas hierbas y noveles de gran virtud para la vida humana; los altos tiles, verdes capiteles con mil diversos árboles, Diana; y tú, sagrada palma, tanto subes que tienes competencia con las nubes". Sin embargo, aquellos bosques, umbrosos y extensos, poco a poco fueron talados y apenas nos quedan hoy pequeños recuerdos de su existencia, que deben ser sagradas reliquias, intocables testigos de lo que el árbol fue para nuestros antepasados y los que debe significar en el futuro de los grancanarios, pues parece que existe un sentimiento arboricida que prevalece al amor al árbol que predicó insistentemente Francisco González Díaz, nuestro isleño "apóstol del árbol", o aquellos periodistas insulares que, en el siglo XIX, hablaban en sus escritos no del Monte Lentiscal, sino del "ex Monte Lentiscal", como una clara denuncia de la continua y pertinaz tala de todo árbol a la que se sometía a zonas de la isla tan privilegiadas como ésta.

¿Qué nos pasa? ¿Qué nos ocurre? ¿Por qué esa sinrazón frente al árbol? ¿Por qué preferimos el esquelético panorama de carreteras, calles y jardines sin árboles, cuando es patente su benéfica influencia en todos los ordenes de la vida? No sé; en fin, en estos días de julio, en los que es frecuente el paseo al atardecer, a la sombra de arboledas, de alamedas umbrosas, bajo los árboles que circundan caminos y carreteras, recordaría lo que nos enseñó González Díaz, cuando nos pedía que viéramos al árbol como a un buen amigo, "? uno de esos amigos que le son fieles, que lo son a toda prueba, que lo son hasta la muerte y aún más allá de la muerte, porque el árbol, aún después de muerto, sigue dispensándonos beneficios y favores".

El papel del monocultivo forestal

El papel del monocultivo forestal

artículo de opinión publicado en www.portaldelmedioambiente.com

Las fábricas de celulosa (es decir, las papeleras) junto al monocultivo forestal están conformando una realidad geográfica que espanta a la sociedad civil por el curso y la magnitud de los acontecimientos. Brasil y Chile, con las élites más compactas y efectivas del Cono Sur, fueron precursores en esto como en otras cuestiones. Tampoco puede asombrarnos que esta violenta reorganización del territorio la hayan iniciado dictaduras militares.

En Brasil, las plantaciones comenzaron hace 40 años. Ahora hay 5 millones de hectáreas ocupadas por cultivos destinados a la producción de celulosa. El gobierno de Lula se propone ampliar esta producción: de acá al 2012 tiene la meta de plantar otras 6 millones de hectáreas. Hacia 1967 en el municipio de Aracruz, estado de Santo Espíritu, comienza la plantación masiva de eucaliptos con fines industriales. Aracruz Celulosa SA está constituida por el grupo noruego Lorentzen (28%), Votorantin Celulosa y Papel, de uno de los hombre más ricos de Brasil (28%), el Banco Safra, de capitales locales (28%) y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (12,5%). Se queda con tierras de los indígenas, de los quilombola (descendientes de aquellos africanos insumisos) y de los campesinos. A los medianos y grandes productores agropecuarios les hace ofertas que no podrán rechazar. En 1972 ya expande sus actividades a otros dos municipios. En la actualidad tiene 245. 000 hectáreas de plantaciones en diferentes regiones: en Espirito Santo pero también en Bahía, Río Grande do Sul y Minas Gerais. Sólo en la "república gaúcha" tiene 50.000 hectáreas de monocultivos pero, en alianza con Votorantin y Stora-Enso, la cifra asciende a 250.000 hectáreas. Las fábricas de Aracruz producen dos millones y medio de toneladas de celulosa blanqueada. Eso le asigna el lugar del mayor productor mundial. ¿Principal cliente?: la firma Procter & Gamble, de Dusseldorf, fabricante del papel higiénico y las servilletas más exitosas del mercado europeo

En Chile, el monocultivo de árboles comienza con el golpe del 73. La Corporación Chilena de la Madera le presenta al capitán general un proyecto bien armado. Así, en octubre de 1974 es sancionado el decreto 701, todavía vigente, de promoción forestal. El Estado subsidia en un 70% el costo de las plantaciones, que en determinadas regiones puede llegar al 90%. También se abrieron créditos especiales y exenciones tributarias. Según un estudio del Movimiento Mundial por los Bosques, el mayor subsidio fue la licitación de tierras fiscales y fundos expropiados durante la reforma agraria. "A fines de 1974, la masa de plantaciones existentes en Chile era de 450.000 hectáreas (gran parte estatales). En 1994, en tanto, la superficie de plantaciones en el país cubría un área de 1.750.000 hectáreas (79% de las cuales corresponden a pino y el 14% a eucalipto), llegando a 2.100.000 en el 2002. Este gran aumento de la superficie de plantaciones forestales era incentivada para el desarrollo posterior de la industria de la madera y de la celulosa, a modo de agregar valor agregado a su producción". El 65% de las plantaciones de pino están en manos del complejo forestal-celulósico, mientras el 35% le queda a los medianos empresarios. Las dos grandes forestales chilenas (Mininco y Arauco) tienen más del 55% de la superficie plantada. Están en la trama de las dos familias más poderosas de Chile, dueñas también de las papeleras Celco en Valdivia y Alto Paraná en Argentina. El sector plantador tiene el propósito de alcanzar las 2.600.000 hectáreas en el 2010, construir tres megafábricas de celulosa con una inversión de 3.100 millones de dólares y elevar las exportaciones a 4.500 millones de dólares en el 2008 que serían el doble de las del 2002.

Parece un retorno del pasado. La inclinación por el monocultivo está en el código genético del capitalismo periférico. Y la fascinación por el sobreconsumo, una exigencia de la civilización contranatura primermundista. Algunos datos: mientras en Finlandia el consumo de papel es de 352 kilos per cápita, en Uruguay es de 22 y en Argentina de 45. El agronegocio de las plantaciones en Uruguay comenzó en 1987 con la aprobación de una ley forestal que a través de subsidios y exoneraciones fue creando el mercado. Más aún: el Estado uruguayo se endeudó con el Banco Mundial y el BID (300 millones de dólares) para acondicionar las "rutas de la madera" a los vehículos pesados. (Como dijo el Grupo Guayubira: "Y luego nos llegó el corolario de estas plantaciones: las fábricas de celulosa").

Lo cierto es que las papeleras en cuestión tienen las mayores plantaciones del "paisito". Eufores, perteneciente a Ence (la cual a su vez pertenece al Banco Zaragozano, la Caixa de Galicia y Bankinter), inicio sus actividades en 1990, tiene unas 100.000 hectáreas de las cuales 80.000 son monocultivos. Mientras Cofosa (Compañía Forestal Oriental SA), que también comenzó en el 90, en un principio estaba conformada por Royal Dutch Shell (60%) y UPM-Kymene (39%). En el 2003, Shell vendió sus acciones a Metsa-Botnia. Tiene 100.000 hectáreas, de las cuales 60.000 son, como dicen ellos, "bosques de eucaliptos de buena calidad plantados en la pradera". Las que le siguen en importancia son firmas uruguayas: Cofusa comenzó en 1988 y tiene 50.000 hectáreas, de las cuales 25.000 están plantadas; Fymnsa empezó en 1976 y posee 13.000 hectáreas, 6.700 ocupadas con pinos. Las empresas aspiran a extender sus áreas de plantaciones y en el parlamento uruguayo se está discutiendo una reforma tributaria que exonera del pago de impuestos a las actividades vinculadas con el monocultivo.

¿Por qué el eucalipto? Después de todo, la celulosa es una fibra vegetal que representa el 50% de la constitución física del árbol. Todos la tienen y cualquiera podría ser utilizado para producir papel. Así es como las fibras de árboles representan más del 90% de la producción mundial de celulosa. Originado entre 35 y 50 millones de años atrás, el eucalipto tiene cualidades muy valoradas por la industria (aunque ya se está avanzando en el uso comercial de árboles transgénicos). Crece más rápido y es más usable en el proceso fabril de separación de fibras. Para llegar a una tonelada de celulosa blanqueada se requieren de 120.000 litros de agua y más de 20 árboles. Claro, tiene algunos efectos colaterales: es el árbol que más agua consume. En su fase de crecimiento (los primeros diez años) absorbe 200 litros diarios, en cada hectárea de una plantación hay 1.000. Es decir, una hectárea consume 200.000 litros. Desde hace dos años, el Movimiento de Chacareros de Mercedes (en las proximidades de Fray Bentos) alertó sobre los efectos devastadores del modelo forestal. En aquel entonces había 60 familias sin agua, en el 2006 ya eran 150. En algunos lugares era necesario perforar 30 metros para encontrarla. El diario local "Acción" dijo que "la falta de agua en las chacras no es cuento". Acompaña los cuestionamientos de la gente de la campaña. "Los propios productores apuntan a la masiva forestación de predios en la zona que rodearon las chacras y coincidentemente ha desaparecido o escasea en proporción directa al crecimiento de los montes implantados con eucaliptos". Como preguntó el Grupo Guayubira: "Cuánto vale una cañada seca?".

Eduardo Basz, periodista y escritor

Ampliación del aeropuerto de Gran Canaria

Ampliación del aeropuerto de Gran Canaria

LOS SOCIALISTAS DE TELDE ANTE LA AMPLIACIÓN DEL AEROPUERTO
Noticia publicada Miércoles, 26 julio a las 07:45:00 en Teldeactualidad.com

José Antonio Perera Gil (*)

En uno de las intervenciones en mi blog me preguntaban qué pensaba el PSOE acerca de la huella sonora de la ampliación del aeropuerto. Como una de las funciones de esta página es la del intercambio de opiniones, entro a exponer de manera sucinta algunas cosas.
En Gran Canaria se produjo sobre el año 2000 y 2001 una auténtica movilización, con recogida de firmas incluida, demandando la ampliación del aeropuerto de Gran Canaria para que contara con una pista más que permitiera ampliar su número de operaciones. Contó con un amplio respaldo ciudadano, político y de sectores económicos.

El Plan Director que en 2002 determina la ampliación del aeropuerto de Gran Canaria no establece plan de etapas, ni calendario, ni compromisos económicos para realizar esta obra. Desde ese momento están afectados los vecinos más cercanos al aeropuerto (Ojos de Garza, La Montañeta, Caserío de Gando o Las Puntillas), aunque de forma indeterminada, pues a falta de un proyecto básico que delimite de forma clara qué espacio real va a ocupar la ampliación aeroportuaria, hay una especie de espada de Damocles sobre sus viviendas que los ha tenido todos estos años en la mayor de las incertidumbres sobre su futuro. Es la más impactante afección sobre la población, por lo que la pérdida de una vivienda significa, pero no es la única.

En los estudios y documentación del propio plan director se puede constatar también los efectos de la nueva pista, como el de los ruidos o huella sonora, sobre parte de la población, básicamente en la zona de costa y barrios de El Goro, Las Huesas, El Calero o Casas Nuevas.

Desde un primer momento, establecido ya que el aeropuerto se va ampliar y superado por tanto ese debate, que ya han asumido hasta los colectivos de vecinos más afectados, el papel del PSC-PSOE se ha centrado en que la obra contemplara en todo momento las afecciones que va a producir y redujera su impacto al mínimo que fuera posible.

Es conocido nuestra actuación para que se contemplaran las demandas de los vecinos que pueden perder sus viviendas. No hemos parado hasta que fue la propia ministra de fomento quien asumió compromisos que se están cumpliendo.

En relación con la huella sonora tampoco los socialistas nos hemos estado quietos. Desde que se comenzaron a adoptar acuerdos, primero en el Ayuntamiento de Telde y luego en el Cabildo, nos empeñamos en introducir las otras afecciones, como la acústica, entre los elementos que hay que considerar en el desarrollo de las obra, debiendo preverse medidas compensadoras y minimizadoras como la insonorización.

Ahora, hace pocos meses, se han comenzado a dar los primeros pasos que van a analizar los impactos ambientales de la ampliación. Es ahí donde hay que centrar la atención para que éstas queden bien delimitadas y, sobretodo, se establezcan las medidas para minimizarlas e introducir las necesarias medidas correctoras. No pueden escatimarse esfuerzos técnicos ni económicos. Eses es el otro reto.

Creo sinceramente que en este sentido hemos realizado un trabajo muy serio de defensa de los ciudadanos y sus intereses, tratando de conciliar el progreso de la isla con el respeto a los derechos de las personas que sufran sus efectos. Espero, no obstante que continúe el debate sobre cómo afrontar este equilibrio, huyendo de posiciones inmovilistas que, si les hacemos caso, nos devolverían a la edad media.

(*) Comentario del concejal y portavoz socialista, José Antonio Perera Gil, en su blog Diario de una tarea para mejorar Telde


La sostenibilidad nos asegura poder seguir viviendo del turismo

La sostenibilidad nos asegura poder seguir viviendo del turismo

Entrevista al Sr. Don FEDERICO LEÓN Profesor ULPGC

La Provincia.es
ARRECIFE

- En el programa del curso hay un apartado que señala las ventajas y desventajas del desarrollo sostenible. ¿Cuáles son las desventajas? - Siempre hay que llegar a un equilibrio, entre el progreso, el desarrollo económico y el desarrollo medioambiental para que las generaciones futuras puedan disfrutar del medio ambiente. El desarrollo sostenible nos asegura que en el futuro también podamos seguir viviendo del turismo. Hay que ceder desarrollo económico para intentar ganar en medio ambiente y viceversa, pero lo ideal siempre es llegar a un equilibrio, en el que los dos desarrollos se vean favorecidos. Todo el mundo quiere ir en coche pero nadie quiere aspirar el humo.

- ¿Realmente se puede hablar de desarrollo sostenible en una Isla que depende completamente del exterior para subsistir?

- Estamos en el camino, pero empezando. Habrá que intentar que haya economías paralelas, alternativas, y en el plano energético es posible optar por otras energías renovables, como parques eólicos en el mar, la energía solar térmica....

- Pero eso es algo muy a largo plazo...

- De momento estamos en el camino y por lo menos tenemos que empezar por cuidar el medio ambiente, separar los residuos, ahorrar agua porque es un bien escaso...

- Este camino no se puede recorrer de forma individual. ¿Es imprescindible la implicación de las instituciones, la apuesta de los gobiernos por el desarrollo sostenible?

- En principio deberíamos tener un apoyo de las autoridades, tanto locales como autonómicas, nacionales o internacionales, porque se necesitan subvenciones para iniciar diversos programas... Y a partir de ahí todo el apoyo que pueda venir de dentro y de fuera, bien recibido será.

- Hay sistemas de gestión por los que se otorga un sello de calidad. ¿Hasta qué punto las empresas consideran ese certificado como una buena publicidad o están convencidas de que es el camino que hay que seguir?

- El sistema de gestión ambiental más conocido, que es la ISO/14001, nos ayuda a mejorar continuamente y a respetar el medio ambiente. Nos va a proporcionar una calidad ambiental que ayuda a que las empresas controlen sus residuos, respeten el medio ambiente e identifiquen cuáles son los aspectos ambientales y los impactos que pueden ocasionar y a partir de ahí se pueden conseguir unos objetivos. Está claro que por tener el certificado no vamos a dejar de contaminar pero sí nos comprometemos a contaminar cada vez menos. El certificado es una seguridad de que esa empresa sigue esa política de trabajo.

- En la industria de las Islas, la hotelera, parece más fácil que en otros sectores obtener ese certificado.

- Tiene sus complicaciones. Lo principal es creer en esa filosofía. Hay hoteles que los turoperadores ya les están exigiendo una certificación ambiental, que tienen que ponerse las pilas para trabajar y obtener el certificado porque necesitan traer esos clientes. Incluso vienen aquí a hacer auditorías ambientales, a ver si los hoteles cumplen los requisitos mínimos medioambientales, con diversos sistemas de medición ambiental.

- ¿Hay suficientes apoyos o subvenciones para que salga rentable la apuesta por el desarrollo sostenible?

- Subvenciones han salido para todos los sistemas de certificación. Lo único, que depende de momento de la Administración. Es interesante que se sigan potenciando esas subvenciones, esa idea de avanzar a un desarrollo sostenible, para que las empresas se vayan animando y se comprometan con el medio ambiente.

-¿Qué se ha hecho mal o que se está haciendo en cuanto al desarrollo sostenible?

- No sólo depende de nosotros. Nosotros podemos mínimamente empezar a trabajar. Es fácil decir que hay que conseguir un tipo de turismo que respete el medio ambiente pero es muy difícil llevarlo a la práctica. En Lanzarote deben estar orgullosos en comparación con otros sitios, pero aun así siempre es posible tener mejoras ambientales. No habíamos caído en la cuenta de que gracias a los turoperadores, también a las administraciones, se está trabajando cada vez más en este sentido.

Sobre las ayudas al ahorro energético

Sobre las ayudas al ahorro energético

Paco González

CanariasAhora.com, 23-7-2006

En estos tiempos que corren, en los que todo el mundo está preocupado por el precio del petróleo y, sobre todo, de sus derivados, los políticos buscan pretextos para justificar el derroche energético.

Se empieza, otra vez, a hablar de Kyoto, del nuevo Pecan, que si las cuotas, que si quien puede pagar más contamina más… Al mismo tiempo, los que nos hemos preocupado por este tema, preguntamos: ¿Hasta cuándo van a esperar las autoridades para tomar medidas drásticas?

La iniciativa particular es la que predomina y la que, verdaderamente, pinta algo en todo este asunto. Los ciudadanos de a pie dejamos una mínima parte al apoyo simbólico de las administraciones y nos convertimos en bichos raros que creemos en fantasmas. Muchos somos los que ya disponemos de agua caliente solar en nuestro domicilio, con unas mínimas ayudas gubernamentales, con las que nos hemos apuntado al reto de tener agua caliente gratis la mayor parte del año, debido a las óptimas condiciones meteorológicas de Canarias.

En mi caso, hace diez años invertí unas 250.000 ptas. (1.500 euros) en este sistema, recibiendo unas 42.000 ptas. (250 euros) de subvención del Gobierno y el calificativo de loco por parte de mis amistades, ya que no podían creer que el sol calentara el agua que diariamente consumo. Como podemos observar, la susodicha subvención no incentiva suficientemente a las economías domésticas medias-bajas, pues todo lo que no se aproxime al 50% no ayuda a pagar las más de 350.000 pesetas (2.100 euros) que puede costar hoy en día un equipo para una vivienda de cuatro personas.

No digamos nada de los que, además, intentan aprovechar la energía del sol para producir electricidad, porque si no está debidamente justificada su instalación las ayudas gubernamentales no existen. Esto es, si la vivienda está aislada y no tiene posibilidad de enganche a la red eléctrica, se puede obtener alguna subvención aunque, según tengo entendido, es insuficiente, pues los afectados optan por el generador diésel que, aparte del ruido y del humo, sigue en las mismas condiciones precarias del gasoil, cuyo fin se prevé exiguo.

Otro caso es el del propietario de una vivienda, con red eléctrica, que quiere tener un ahorro en la factura de electricidad. Con una inversión de unas 500.000 pesetas (3.000 euros) se puede tener el alumbrado sólo de lámparas totalmente gratis durante gran parte del año. Unas pocas placas solares, un convertidor, unas baterías especiales y con una pequeña adaptación de nuestra instalación, podemos disfrutar de esta ganga, aunque sin ningún tipo de ayuda y, por tanto, sólo unos pocos pueden disfrutarla. Claro está que esto me ha costado un gran esfuerzo económico, y en parte me ha ayudado el haber dejado de fumar. Y funcionar funciona, el mantenimiento es mínimo y me ha supuesto un ahorro en la factura de un 20 %.

La que está más incentivada es la producción de energía solar fotovoltaica con inyección a red, ya que además del 30% de la inversión te la devuelven; luego, toda la energía producida se la vendes a la compañía eléctrica a un precio superior en cinco veces a lo que te cuesta. Tienes que tener azotea con 32 metros cuadrados disponibles, vista al sol para las placas y reembolsar de un tirón unos 2.500.000 pesetas (5.000 euros), y esperar que brille el sol muchos días al año. En esto no me he metido, ya que corro el riesgo de aumentar la lista de divorcios en Canarias.

A la energía eólica, muy de moda, sólo tienen acceso los que viven en zonas de vientos y puede ser complementaria de la solar. Algunas empresas se autosuministran con la energía producida por un solo generador, ya que también funciona con el sistema de inyección a red y está muy subvencionada.

El plato fuerte energético se lo lleva el transporte y el ahorro del combustible. Pocos somos los que hemos apostado por un transporte sostenible, poco contaminante y de consumo mínimo: tener un coche híbrido para uso particular. En mi caso, el transporte público o el compartido, se me hace inviable de momento, por mi horario y lugar de trabajo; por eso confío al máximo en la tecnología que ha avanzado mucho en este campo. Verdad es que te lo ponen muy difícil para contribuir con el medio ambiente, ya que el precio de estos vehículos está por encima de las posibilidades de sueldos medio- bajos. Eso, unido a que no tienes mucho donde elegir y que la ayuda del gobierno es simbólica, hace que sean unos pocos los que se arriesgan a adquirir este tipo de invento.

Creo que nuestros gobernantes no se preocupan mucho de este tema aunque les cueste dinero (Kyoto); al fin y al cabo, los impuestos dan para todo. Si de verdad quisieran, apoyarían cualquier iniciativa que supusiera un ahorro energético y una reducción de la contaminación atmosférica. Estamos cada vez más cerca de encontrar una alternativa al petróleo ya que mucho se ha avanzado en este asunto, lo malo es que algunos ponen piedras en las ruedas.

Anécdota que corrobora lo que acabo de decir es que hace unos meses presenté un escrito en mi Ayuntamiento solicitando una reducción del 50% en el impuesto de circulación de vehículos para mi coche híbrido, a la cual tengo derecho por Ley, la misma que bonifica un 100% este impuesto para los coches antiguos o clásicos (más de 25 años) y no obtuve respuesta alguna. Hace días me ha llegado aviso del cobro de dicho impuesto para este año, exactamente igual que el año pasado. Si es que… ¿estamos o no estamos preocupados?

¿Qué es la Vida ?

¿Qué es la Vida ?

Artículo de opinión de Joaquín Araujo (*)
www.joaquinaraujo.com

¿Qué es la Vida ?

Aunque la ciencia, la religión y la filosofía han querido darla, siempre se quedaron lejos de una aceptable, ni siquiera aproximada, definición de la vida. Acaso para alivio de los humanos, que seguimos intentándolo desde, cada día, más puntos de vista diferentes y sobre todo armados ya con una ingente información.

Todo eso por supuesto no basta. Aunque bueno será reconocer que se trata de un imposible que funciona en sí mismo como un antídoto. Puede ayudar a comprender esta impresión poética de Emily Dickinson “Si tuviéramos un primer asomo de la Definición de la Vida.¡ hasta los más serenos nos volveríamos locos!”
Pero el mayor consuelo proviene de la seguridad de que nadie alcanzará jamás a conformar una definición suficiente y , por tanto, satisfactoria de lo qué es la vida. Lo que en absoluto supone el dejar de intentarlo.

Lo más crucial, lo mejor considerado, el argumento de todos los argumentos, no acabará felizmente de escribirse, ni siquiera por la imaginación. En algunas ocasiones he mantenido en público y en privado que ni siquiera la inclusión de todas las palabras del diccionario en la definición de vida nos aproximaría a la comprensión del más fascinante fenómeno del Universo. Recordemos que todavía desconocemos cómo son y dónde están la inmensa mayor parte de los seres vivos. En consecuencia tampoco los hemos bautizado. Otra de las dificultades para el empeño de aproximarnos al conocimiento de la vida es que siempre anima a incluirse ella misma en la definición.
Algo que, acaso por suerte, desobedece a los criterios básicos de todo intento de formulación científica. De ahí que una de las aproximaciones que a uno más le satisface sea la de que la vida es, ante todo, el anhelo de más vida. O que la vida es eso que tenemos sin haberlo pedido, pero que casi nunca estamos dispuestos a perder. O que la vida es una gigantesca , lúcida, hermosa y creativa desobediencia a la quietud vacía del cosmos. O que la vida es un sistema de diálogos entre la luz, que procede del cosmos y el agua que abunda en la tierra, para dar como lenguaje las infinitas palabras que somos todos y cada uno de los seres vivos.

No sé. Por suerte nadie sabe. Pero eso no excluye el respeto, la moderación en su uso o incluso una irremediable apuesta por defenderla, por considerarla manifiestamente invalorable. La vida es vitalista, si hay Dios o dioses, también.
“Yo no tengo filosofía, tengo sentidos.
Si hablo de la Naturaleza, no es porque yo sepa lo que es,
Sino porque la amo, y la amo por eso,
Porque quien ama no sabe nunca lo que ama ”
Nos ayuda Fernando Pessoa. Que nos deja bastante convencidos de otro tipo de aproximaciones más intensas, pero no completas. Lo que por otro lado corrobora que, a menudo, han sido las aportaciones intuitivas, artísticas y poéticas las que más se acercan a un estado de sensible participación en la esencia de las cosas y sobre todo de lo viviente.

Acaso estas tímidas disquisiciones sobre el imposible de saber qué es la vida, no sean más que un pálido reflejo de alguien que, ante todo, se siente agradecido por su inclusión en el escenario y en la trama. Aunque no comprenda ni a uno ni a la otra. Mucho menos lo que están haciendo algunos con ellos. Pero que desea fervientemente que no se acabe el espectáculo. Podríamos aceptar que para la vida el mejor desenlace sea precisamente la falta de desenlace. Un sistema y un proceso, por tanto, como ya son, es decir, permanentemente abiertos, también serían una parte de la minúscula definición de vida.

De la misma forma que con otros aspectos de las relaciones con lo viviente, nada resulta mejor que tenerlas. Por eso bueno será decir que la vida es vivir. Entre otras cosas porque la vida incluye la posibilidad de la contemplación e indagación de ella misma, de momento, y hasta que entren en juego nuevos descubrimientos, con nosotros, los humanos, como agente activo.

Con todo y ya desde unos planteamientos un poco más concretos y por tanto científicos, pero no menos fascinantes, la vida es sobre todo la multiplicación de las posibilidades. Por tanto la infinitud de formas, sonidos, colores, movimientos, caricias y olores. Es también todas las estrategias para la obtención de energía. Y al mismo tiempo un proceso, sin interrupción desde hace unos 4.000 millones de años, en el que, los más de 500 millones de formas diferentes que han sido o son, participan de las mismas características básicas. Por tanto la vida es también el máximo de creatividad propia con no demasiados elementos de partida. Porque son pocos los materiales, las materias minerales, que intervienen. Pero que, siempre en presencia de la luz y el agua, consigue infinitas combinaciones y procesos químicos.

Dos aspectos, en cualquier caso, destacan de la vida. Por un lado que buena parte de las condiciones de habitabilidad del planeta han sido creadas por la propia vida. Esto entronca con el mejor perfil de la teoría GAIA.
El otro es que la vida alcanza a tener conciencia de ella misma a través de nosotros, los seres humanos. Testigos y notarios, jueces y parte. Amantes resueltos pero también torpes destructores de la esencia en la que participamos. Que se caracteriza también por la absoluta inexistencia de absolutos, por cierto, una de las pocas verdades del todo aliviantes de las muchas aportadas por los científicos, y casi todas ellas desgastadas a la misma velocidad con que fueron puestas en circulación . Especialmente desde que sobre el tapete apareció la irrelevancia del individuo. Pero no menos desde que otros, los más inclinados al estudio de la Naturaleza, descubrieron la existencia de un camino que hemos recorrido juntos la totalidad de los seres vivos.

Hay un largo, complejo, tortuoso, y todavía en gran medida desconocido, cordón umbilical entre la materia y la vida, entre la vida y todos los seres vivos y otro, todavía más obvio y mejor conocido, entre los seres vivos y su soporte la biosfera, a la que podríamos definir como la emanación admirable de un planeta único e irrepetible. A la par que escandalosamente creativo y en consecuencia voluble, frágil y sagaz. La vida es un acto de rebeldía hacia las leyes más contundentes, fijas y menos violables del universo, la energía y la materia. Desobedecemos en buena medida al cosmos entero. Y lo hacemos desde una enorme variabilidad. Acaso cuando los fundadores del taoismo abogan por la blandura del agua como modelo de superación de la dureza , en ese caso de la roca, no estaban más que anticipando lo que hoy sabemos sobre las más íntimas estrategias de la vida de cara a su propia continuidad. Sería algo así como una revolución protagonizada por un conjunto de seres extraordinariamente débiles pero que consiguen salir adelante frente a el poder mismo del Universo que no es otros que la búsqueda de su propio final, del famoso equilibrio termodinámico. Su apagarse. Para que nunca se apague la vida peleamos desde todos los frentes posibles. Cómo no, también desde Infoecología.

(*) Joaquín Araujo es periodista y divulgador ambiental y el primer español que obtuvo el Premio Gobal 500 de la ONU
Más información: www.joaquinaraujo.com


Turismo, empleo y desarrollo

Turismo, empleo y desarrollo

Artículo de opinión de Manuel Santana Turegano
Resumen del artículo:

El artículo analiza los factores que determinan la «calidad» del empleo turístico a partir del
estudio del caso de Maspalomas (Canarias). Los resultados de la investigación señalan que
las condiciones de empleo en turismo vienen determinadas por: 1) la posición de un destino
en la red internacional de elaboración de servicios turísticos; 2) la estabilidad de la
demanda; 3) los factores institucionales; y 4) la medida en que el desarrollo turístico es
endógeno. Además, el estudio lleva a plantear que el empleo no debería ser el único factor
a la hora de evaluar la «bondad» de un modelo de desarrollo turístico, sino que también
debería considerarse el reparto de los beneficios de la actividad en forma de rentas
empresariales.
Palabras clave: turismo, empleo, red de empresas, rentas, Islas Canarias.

Abstract. Tourism, employment and development
This article looks at the factors determining the quality of tourism employment, through
the case study of Maspalomas (Canary Islands). The study shows that labour conditions
in tourism depends upon: 1) the position of a touristic destination in the international
network of enterprises that manufacture touristic services; 2) the stability of touristic
demand; 3) the institutional factors; 4) the extent in which tourism is self-sustained.
Furthermore, the study suggests that employment should not be the only factor considered
when evaluating the «goodliness» of a model of touristic development. The distribution
of tourism benefits through enterprises profits should also be taken into account.
Key words: tourism, employment, net of enterprises, benefits, Canary Islands.

Turismo, empleo y desarrollo
Manuel Ángel Santana Turégano
Universidad de La Laguna. Departamento de Sociología
masantur@ull.es

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