Artículo de opinión sobre las energías renovables
ENERGÍAS RENOVABLES (II)
Artículo de opinión de Marta Nayra Ramírez Alemán (*)
En la actualidad, las Islas Canarias son altamente dependientes de los recursos de origen fósil para abastecer fundamentalmente, su demanda de electricidad y medios de transporte. Si se agotaran las existencias de petróleo, nuestra economía se vería seriamente afectada, lo que repercutiría en líneas generales, en aumentos de precios, poco poder de compra, cierres de empresas y mayores niveles de desempleo. Al igual que ocurriría en el resto del mundo.
Para contrarrestar su excesiva dependencia es necesario una mejor racionalización de energías no renovables y un mayor uso de las renovables, con el consiguiente ahorro para los bolsillos de muchos ciudadanos en concepto, por ejemplo, de alumbrado para las arcas de las instituciones públicas. Hasta un 40% de la energía que producimos podría provenir de fuentes ecológicas.
Canarias, por sus peculiaridades climáticas, geográficas y medioambientales goza de unas envidiables condiciones para un buen aprovechamiento de los recursos energéticos renovables y de calidad que tan generosamente ha brindado la naturaleza a las bien llamadas Afortunadas: sol primaveral, durante todo el año; calor procedente del interior de los volcanes; vientos Alisios, que rozan la superficie; o la fuerza del mar que abraza nuestras costas, son algunos ejemplos de la riqueza natural que nos podemos encontrar.
Un óptimo aprovechamiento de tales recursos podría consistir en una combinación de unos y otros elementos naturales que permitieran la colocación de mecanismos productores de energía en lugares estratégicos, donde el impacto visual y medioambiental fuera nulo, y en caso de existir, que éste fuera el mínimo posible, para ir sentando las bases en la creación de una nueva cultura en nuestras Islas que sirva de ejemplo a quienes, cada año, nos visitan procedentes de otros países. A su vez, nuestros visitantes podrían trasladar ese mensaje a sus lugares de origen y tal vez, quien sabe, si así se contribuiría también a que en dichas zonas se preocupasen un poco más por cumplir los acuerdos del Protocolo de Kyoto.
Canarias necesita un cambio, por lo limitado de su territorio y por haber sufrido durante décadas los efectos de un turismo que ha ido demandando, cada vez más, servicios de mayor calidad, así como la construcción de nuevas edificaciones destinadas a tal fin. En palabras de un experto, el modelo de desarrollo sostenible que ha seguido Canarias debe ser desechado ya que de seguir así, su crecimiento económico podría comprometer seriamente nuestro medio ambiente para generaciones venideras. Respecto al modelo de desarrollo urbanístico de cualquier municipio, una idea podría consistir en obligar la colocación de placas solares en edificios de nueva construcción.
Los intentos por introducir parques eólicos en las Islas han dado lugar a los escándalos políticos sobre los que hemos leído y escuchado a través de los medios, de lo que se deduce que poco, o más bien nada, se ha hecho al respecto por parte del Gobierno de Canarias en esta materia.
Sólo el municipio de Agüimes ha sido pionero en la utilización efectiva de fuentes ecológicas. Llama la atención la Ordenanza Municipal de Captación Solar para Usos Térmicos. Como ejemplo y que sirva de curiosidad, basta con visitar la Villa para comprobar in situ y a simple vista, alumbrado público provisto de placas que recogen la luz del sol con el que se obtiene calor de una forma totalmente limpia y agradable a la vista de quienes no deseamos observar cableados eléctricos en zonas campestres.
Pero mucho más cerca de nosotros, en Telde, el famoso proyecto del Parque Tecnológico que fue proyectado en su día por el anterior grupo de gobierno, hoy en su mayoría, miembros de Nueva Canarias-Nueva Gran Canaria, sigue paralizado y casi en el olvido, ni siquiera se ha comenzado a construir.
Cabe esperar que algún día, en un futuro mucho más esperanzador para todos, donde primen los intereses generales de los ciudadanos, Telde se convierta en un municipio moderno y ecológico que también apueste por el uso de energías renovables. Las ideas, si son buenas, hay que defenderlas. Y a veces, por muy difíciles que se presenten las cosas en esta vida, las esperanzas... son lo último que se pierden.
(*)Marta Nayra Ramírez Alemán es componente de la Comisión de Juventud de Nueva Canarias de Telde.