El mundo al reves
El mundo al reves
Por Antonio R. Naranjo (Director del Diario de Alcalá) para www.infoecologia.com
Madrid
Infoecologia.- El mayor problema de los asuntos relativos al medio ambiente estriba en la incapacidad colectiva par entender que su cuidado no es una posibilidad entre tantas otras, sino una simple cuestión de supervivencia.
Si en el plano estrictamente individual se le preguntara a cualquier ciudadano, incluyendo al más remiso a reflexionar sobre su entorno, si estaría dispuesto a asfixiarse por ponerse una bolsa de plástico en la cabeza, su respuesta oscilaría entre el no reposado del encuestado más benévolo y la agresión iracunda al encuestador del menos paciente, convencido de que le están tomando el pelo sino algo peor.. Pero a eso mismo, con el añadido de componente utilitarista que da a la bolsa en cuestión una misión práctica o un placer efímero, es lo que hacemos en realidad al comportarnos como si hubiese más opciones que cuidar y proteger nuestro entorno.
La burocracia ecologista, que coloca el dogma por encima de la realidad y transforma unos principios fácilmente difundibles en verdades coránicas al objeto de vivir confortablemente de ellas, no ayuda demasiado en una tarea que bien mirado debería resultar sencilla: si usted quiere tener futuro, ha de entender que organizar el tráfico, regular el agua, planificar el urbanismo, contener las emisiones industriales, cuidar los bosques, utilizar energías alternativas, eliminar con cabeza los residuos, proteger los ríos y respetar la fauna no son opciones, sino maneras de protegerse para no caer en un un involuntario pero probable suicidio colectivo: no hace falta apelar al Apocalipsis ni tomarse la afirmación literalmente para compartir que vivir en un mundo gris, árido, hipercalentado, contaminado y extremo es bastante parecido a morirse un poco.
La gravedad de esos hechos requiere, sin embargo, de una especie de trivialización de su difusión, en el sentido de que el debate salga de las capillas ecologistas -a menudo repletas de funcionarios de una religión que necesita gestionar de manera privativa el problema para comer de él-, y de los despachos oficiales -encantados de que su oposición sea sólo la anterior y dispuesta a seguir un juego que a ambos interesa-; para llegar a la calle y convertirse en una parte consustancial de la educación y de la comunicación.
Porque mientras tirios y troyanos se dedican a repartirse los dos papeles de una función con pocos espectadores, la teórica platea de ciudadanos sigue considerando que su aportación personal en esta tarea de supervivencia es prescindible. Y así tenemos una función deplorable en la que unos viven de que vaya mal; otros de que vaya a peor y los últimos de que no les vaya nada. Bien mirado, hasta esto es una prueba de que el mundo funciona al revés.
Sobre el autor
________________________________________
Antonio R. Naranjo es director del Diario de Alcalá
Fuente: www.infoecologia.com, el periodismo del desarrollo sostenible
0 comentarios