Destrucción de los montes de la Gran Canaria

Como si no hubiese terrenos suficientes para labrar en la llanura, y los montes fueran un lujo inútil, un estorbo para los adelantos agrícolas, se dirigieron contra ellos los más duros golpes. [...] Después de tres siglos de lucha, casi llegaron a desaparecer nuestro Monte Lentiscal, nuestra Montaña de Doramas, nuestros espesos pinares, nuestros balos, nuestras tabaibas, nuestras sabinas, nuestros mocanes, nuestros dragos y escobones, nuestros madroños y nuestras palmeras.
[...] Con dolor vió la ruina del Lentiscal en 1817 y con dolor también la de Doramas en 1831, porque con la desaparición de esas dos preciosas alhajas terminaba en gran parte el porvenir de la Gran Canaria."
Gregorio Chil y Naranjo (Gran Canaria, 1831-1901)
0 comentarios