El Cabildo confirma la aparición de restos arqueológicos en el Parque Marítimo de Jinámar (Telde)

Canarias7, 19-9-2004

El Servicio de Patrimonio Histórico garantiza que los vestigios hallados en la costa de Jinámar están controlados y que la colaboración con las constructoras «es efectiva».

El Cabildo de Gran Canaria ha confirmado lo ya avanzado por este periódico de que han aparecido restos arqueológicos en los terrenos donde desde hace ya varios meses se están ejecutando las obras del parque marítimo de Jinámar, en la costa situada entre las playas de La Condesa y Bocabarranco. El valor de los restos está aún por determinar y se está pendiente de sondeos exploratorios. También se ha constatado la existencia en la zona de una playa levantada (arenal antiguo) que exigió la supervisión de un paleontólogo, Joaquín Meco.

Fuentes oficiales del Servicio insular de Patrimonio Histórico dejaron claro no obstante que el desarrollo de los trabajos no afectará a los vestigios hallados, dado que están siendo objeto de un «control exhaustivo por parte de la administración». La existencia en ese mismo lugar de dos yacimientos plenamente reconocidos y catalogados, los de Llano de Las Brujas y La Restinga, hacían prever que surgirían otros enclaves.

Los funcionarios de la institución grancanaria se han personado hasta en siete u ocho ocasiones en el lugar de las obras para hacer un seguimiento permanente de la evolución de los trabajos y estar así al tanto del posible afloramiento de restos prehispánicos.

Dos expertos a pie de obra

En cualquier caso, recuerdan que la propia empresa promotora de las obras, Promociones Horneras, ha contratado a dos arqueólogos profesionales que están a pie de pista con carácter permanente y que están en contacto diario con el Cabildo. Ellos son los encargados de inspeccionar si afloran restos y de seguir de cerca los movimientos de tractores y camiones.

Esta confirmación de la Corporación insular, que tilda de eficaz la colaboración con las constructoras, se produce apenas unos días después de que el Consistorio teldense hiciese pública su intención de encargar un estudio especializado que le evaluase los impactos ambientales de las obras.