Rusia respalda Kioto y permite la entrada en vigor del tratado
El Mundo, 1-10-2004
El Gobierno ruso ha aprobado la ratificación del Protocolo de Kioto, que ahora debe confirmar el Parlamento. La adhesión de este país pondrá en marcha el texto de forma automática a escala mundial, ya que los países que le han dado el visto bueno emiten más del 55% de gases tóxicos requerido por el tratado. Los países que han ratificado el texto hasta el momento producen un 44,2% de los gases tóxicos que destruyen la capa de ozono y con la adhesión de Rusia, que emite el 17,4% de esas dioxinas, quedaría superado ese 55%.
El viceprimer ministro ruso Alexandr Zhúkov, quien presidió la reunión del gabinete en ausencia del jefe de Gobierno, Mijail Fradkov, indicó que en los tres próximos meses será elaborado el plan de acción para el cumplimiento de los compromisos y derechos de Rusia en el marco del tratado, que forma parte de la Convención Marco de la ONU sobre el cambio climático.
El debate se acompañó de acaloradas discusiones, que dividieron a los ministros en partidarios y contrarios de la ratificación del documento, que Rusia, junto a más de 180 países, firmó. "Las discusiones sobre la argumentación científica del Protocolo de Kioto pueden durar tanto cuanto existe la ciencia", dijo Víctor Jristenko, titular de Industria y Energética.
Añadió que personalmente comparte el "escepticismo" respecto a la ratificación tanto por razones políticas como económicas. Pero "el Protocolo de Kioto supone la formación de un nuevo sector en el mercado global, interesante y prometedor", añadió el ministro en alusión a la venta de los derechos de emisiones de gases que producen el efecto invernadero y que regula el tratado.
Fradkov, quien se encuentra de visita en La Haya y quien ya antes se manifestó contrario a la ratificación, ha asegurado que "las discusiones sobre si la ratificación tiene sentido continuarán en la Duma". "El debate está abierto y seguramente las discusiones en la Duma no serán sencillas", añadió.
Kioto supone un recorte en la emisión de gases de efecto invernadero, que los científicos creen que causa el recalentamiento del planeta y el cambio climático. Desde que hace tres años EEUU -el mayor 'contaminador' de la tierra- se retirara del pacto, su entrada en vigor dependía de la firma de Rusia.
El Gobierno ruso ha aprobado la ratificación del Protocolo de Kioto, que ahora debe confirmar el Parlamento. La adhesión de este país pondrá en marcha el texto de forma automática a escala mundial, ya que los países que le han dado el visto bueno emiten más del 55% de gases tóxicos requerido por el tratado. Los países que han ratificado el texto hasta el momento producen un 44,2% de los gases tóxicos que destruyen la capa de ozono y con la adhesión de Rusia, que emite el 17,4% de esas dioxinas, quedaría superado ese 55%.
El viceprimer ministro ruso Alexandr Zhúkov, quien presidió la reunión del gabinete en ausencia del jefe de Gobierno, Mijail Fradkov, indicó que en los tres próximos meses será elaborado el plan de acción para el cumplimiento de los compromisos y derechos de Rusia en el marco del tratado, que forma parte de la Convención Marco de la ONU sobre el cambio climático.
El debate se acompañó de acaloradas discusiones, que dividieron a los ministros en partidarios y contrarios de la ratificación del documento, que Rusia, junto a más de 180 países, firmó. "Las discusiones sobre la argumentación científica del Protocolo de Kioto pueden durar tanto cuanto existe la ciencia", dijo Víctor Jristenko, titular de Industria y Energética.
Añadió que personalmente comparte el "escepticismo" respecto a la ratificación tanto por razones políticas como económicas. Pero "el Protocolo de Kioto supone la formación de un nuevo sector en el mercado global, interesante y prometedor", añadió el ministro en alusión a la venta de los derechos de emisiones de gases que producen el efecto invernadero y que regula el tratado.
Fradkov, quien se encuentra de visita en La Haya y quien ya antes se manifestó contrario a la ratificación, ha asegurado que "las discusiones sobre si la ratificación tiene sentido continuarán en la Duma". "El debate está abierto y seguramente las discusiones en la Duma no serán sencillas", añadió.
Kioto supone un recorte en la emisión de gases de efecto invernadero, que los científicos creen que causa el recalentamiento del planeta y el cambio climático. Desde que hace tres años EEUU -el mayor 'contaminador' de la tierra- se retirara del pacto, su entrada en vigor dependía de la firma de Rusia.
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