Ante la inoperancia del Gobierno de Canarias, el Ministerio de Agricultura prohíbe la importación de palmeras para contener las plagas
La Provincia, 14-10-2004
El ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno central prohíbe a partir de hoy la importación a Canarias de cualquier tipo de palmera que supere los cinco centímetros de diámetro y todas las variedades de la phoenix, salvo en semilla o fruto.
De esta manera se trata de frenar las plagas que afectan a la palmera canaria, pero sobre todo pretende impedir la introducción del curculiónido ferruginoso, un escarabajo que está a punto de arruinar los palmerales de Málaga. Este tipo de insecto ataca con especial virulencia a las palmeras endémicas del Archipiélago, en las que se introduce devorando el palmito. Además, al contrario de la plaga que actualmente sufren los palmerales de individuos foráneos en las Islas -por un coleóptero conocido cojo la diocalandra frumenti o picudo de la palmera-, que se expande casi siempre por contacto con herramientas contaminadas, ésta se propaga volando de un ejemplar a otro.
La asociación de cosecheros de plantas de Canarias, Asocan, considera la fecha de hoy como un "día de fiesta" al ver materializada una reivindicación en la que llevan trabajando años conjuntamente con el Gobierno central y de Canarias. Paradójicamente, mientras una de sus consejerías se empeña en erradicar las enfermedades, el Ejecutivo autónomo también es ´consumidor´ de miles de palmeras de importación, muchas de ellas enfermas, que utiliza para el ajardinamiento de medianas y rotondas de las carreteras públicas. Las constructoras son
el otro gran cliente de este tipo de plantas, que permite construir enormes palmerales ´instantáneos´.
Con esta medida, publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado, quedarán bloqueados en la Península no menos de 800 grandes ejemplares preparados para entrar en las Islas, procedentes generalmente de Egipto, Túnez, Marruecos y otros puntos, pero principalmente
de África. Según el ingeniero agrónomo y especialista en plantas ornamentales Eufemiano Rodríguez Marrero, que lleva denunciando desde el año 1998 la entrada de enfermedades por medio de la importación, el insecto que afecta en estos momentos a los palmerales de Málaga
puede acabar con la vida de un ejemplar en tan sólo unos tres o cuatro meses. Cada palmera de gran porte introducida en las Islas tiene un coste de entre 600 y 1.000 euros y resulta un negocio rentable para los importadores -los cosechadores aquí evitan traerlas para no contagiar sus cultivos-, ya que las compran a bajo precio en los distintos puntos de África, de donde son arrancadas para su trasplante.
Lennart Loven, presidente de Asocan, también considera que la medida es una "solución encontrada junto con la Consejería de Agricultura, ante un problema serio que surge de la globalización del comercio".
El ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno central prohíbe a partir de hoy la importación a Canarias de cualquier tipo de palmera que supere los cinco centímetros de diámetro y todas las variedades de la phoenix, salvo en semilla o fruto.
De esta manera se trata de frenar las plagas que afectan a la palmera canaria, pero sobre todo pretende impedir la introducción del curculiónido ferruginoso, un escarabajo que está a punto de arruinar los palmerales de Málaga. Este tipo de insecto ataca con especial virulencia a las palmeras endémicas del Archipiélago, en las que se introduce devorando el palmito. Además, al contrario de la plaga que actualmente sufren los palmerales de individuos foráneos en las Islas -por un coleóptero conocido cojo la diocalandra frumenti o picudo de la palmera-, que se expande casi siempre por contacto con herramientas contaminadas, ésta se propaga volando de un ejemplar a otro.
La asociación de cosecheros de plantas de Canarias, Asocan, considera la fecha de hoy como un "día de fiesta" al ver materializada una reivindicación en la que llevan trabajando años conjuntamente con el Gobierno central y de Canarias. Paradójicamente, mientras una de sus consejerías se empeña en erradicar las enfermedades, el Ejecutivo autónomo también es ´consumidor´ de miles de palmeras de importación, muchas de ellas enfermas, que utiliza para el ajardinamiento de medianas y rotondas de las carreteras públicas. Las constructoras son
el otro gran cliente de este tipo de plantas, que permite construir enormes palmerales ´instantáneos´.
Con esta medida, publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado, quedarán bloqueados en la Península no menos de 800 grandes ejemplares preparados para entrar en las Islas, procedentes generalmente de Egipto, Túnez, Marruecos y otros puntos, pero principalmente
de África. Según el ingeniero agrónomo y especialista en plantas ornamentales Eufemiano Rodríguez Marrero, que lleva denunciando desde el año 1998 la entrada de enfermedades por medio de la importación, el insecto que afecta en estos momentos a los palmerales de Málaga
puede acabar con la vida de un ejemplar en tan sólo unos tres o cuatro meses. Cada palmera de gran porte introducida en las Islas tiene un coste de entre 600 y 1.000 euros y resulta un negocio rentable para los importadores -los cosechadores aquí evitan traerlas para no contagiar sus cultivos-, ya que las compran a bajo precio en los distintos puntos de África, de donde son arrancadas para su trasplante.
Lennart Loven, presidente de Asocan, también considera que la medida es una "solución encontrada junto con la Consejería de Agricultura, ante un problema serio que surge de la globalización del comercio".
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carmelo -