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TURCÓN - Ecologistas en acción

Aspas de molino que hacen dinero

Aspas de molino que hacen dinero La Provincia, 25-10-2004

Cuando a principios de los años 80 La Caja instaló un molino experimental en la finca de Los Moriscos, entre Ingenio y Telde, muchos esbozaron una sonrisa de incredulidad. Igual que cuando el Cabildo de Tenerife montó un pequeño parque en Granadilla o cuando Pedro Marrero
hizo lo mismo en Pozo Izquierdo. Las centrales térmicas canarias funcionaban a pleno rendimiento quemando combustible fósil y en el horizonte no se veían nubarrones.

Veinte años después, con el efecto invernadero tocando a nuestras puertas y el tanque de petróleo mundial con la luz de reserva encendida, aquellos molinos experimentales convertidos gracias a la investigación tecnológica en poderosas máquinas de fabricar energía, ya son vistos con otros ojos. Canarias está compuesta de seis sistemas energéticos (Lanzarote y Fuerteventura son las únicas islas conectadas) aislados e independientes. Esta peculiaridad con respecto al continente, sumado al elevadísimo consumo eléctrico superior a la media española, obliga, entre otras cosas, a la permanente búsqueda de soluciones para combatir la dependencia del petróleo en ausencia de alternativas como la energía nuclear.

El Plan Energético de Canarias, pendiente de tramitación parlamentaria, ya prevé la diversificación de fuentes energéticas en su literatura. Y el viento jugará un papel clave en los próximos años. Porque Canarias está aislada, sí, pero cuenta con un recurso natural
único en el mundo por su constancia, intensidad y dirección casi permanente: los alisios.

En estos veinte años de historia han pasado muchas cosas, pero sobre todo, una. Lo que era un experimento científico se ha convertido en un negocio redondo, que se amortiza en cinco o seis años en un sector en el que no existen stocks: todo lo que se produce se vende inmediatamente, no hay posibilidad de acumulación. El sueño del empresario.

Lo dicen los expertos y lo dice el consejero de Industria del Gobierno canario, Luis Soria, cuando apunta que "es un buen negocio y especialmente atractivo cuando sabemos que Canarias no está precisamente sobrada de posibilidades de negocios rentables". No en vano, mancomunidades, ayuntamientos, cabildos y, sobre todo, empresas privadas llevan seis años esperando por el concurso que asignará 340 megawatios de nueva potencia eólica en Canarias,
cuyo decreto ya está firmado y su publicación es inminente. La expectación es tal que las puñaladas han comenzado antes incluso de su publicación.

A ello ha contribuido el hecho de que algunos empresarios tuvieran el decreto en su poder antes de su publicación, según han confirmado diversas fuentes, y a los movimientos iniciados por varias empresas por situarse en los primeros puestos de la parrilla de salida.
Luis Soria asegura que entre los criterios del concurso se va a primar la instalación de parques eólicos en suelo público frente al suelo privado. Que la empresa Promotora de recursos Eólicos de Canarias haya presentado solicitud para obtener la concesión del dominio público portuario en los muelles de Arinaga, La Esfinge (Puerto de la Luz), Arrecife y Puerto del Rosario ha levantado la sospecha. Los cabildos de Fuerteventura y Lanzarote y los
ayuntamientos de Arrecife, Puerto del Rosario y Agüimes ya han presentado sus alegaciones, aunque Soria los tranquiliza: "No se va a beneficiar a nadie en concreto, será difícil que esta empresa obtenga todo lo que pide".

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