La sombra de Bhopal amenaza 20 años después. El peor desastre químico de la historia
El Mundo, 2-12-2004
Gujarat (India).- En la noche del 2 al 3 de diciembre de 1984, 40 toneladas de Isocinato de Metilo se escaparon a la atmósfera en la fábrica norteamericana de pesticidas de Bhopal. Como consecuencia de un error humano, 8.000 personas murieron esa madrugada y otras 16.000 fallecieron posteriormente. Más de medio millón tuvo secuelas y 150.000 las sufren todavía. La situación de inseguridad podría provocar que el drama se repita.
La tragedia puso de manifiesto la impunidad de las empresas químicas de la India, algunas de las cuales, como la alemana Hubech, cerrada por la presión de los ecologistas, operan en Estados como el de Gujarat, por las escasas medidas de control que exige el Gobierno. Pero también permitió conocer las condiciones de explotación y la precariedad laboral a la que someten a sus empleados.
Envenenamiento del subsuelo
Veinte años después, los trabajadores del corredor industrial de Ankleshwar, el mayor complejo químico de Asia, con más de un millar de fábricas, continúan sin medidas de seguridad.En este horizonte de chimeneas, trabajan unos 100.000 temporeros que manejan sustancias altamente peligrosas sin ninguna preparación. Van descalzos, sin guantes, ni mascarilla, ignorando los riesgos a los que se exponen y carecen de cobertura sanitaria.
Muchos de estos asalariados son aborígenes que trabajan en las fábricas durante 10 horas diarias por 50 rupias, (menos de un euro) y tan sólo una comida al día. Entre el 30 y 40% sufre el riesgo de padecer malformaciones en la piel, cáncer y tuberculosis. Sus representantes sindicales son sobornados por las empresas, que no dudan en utilizar la violencia para acallar sus reivindicaciones, según denuncia el jesuita MV Joseph, amenazado en varias ocasiones.
En 1996, los jesuitas descubrieron que los vertidos tóxicos habían envenenado el subsuelo, porque el pozo de la misión próxima a la United Phosphoros Limited estaba contaminada. Joseph presentó un demanda contra esta fábrica de pesticidas, perdió el pleito y tres años después tuvo que suministrar agua potable gratis a los pueblos afectados y a la misión. El religioso ha interpuesto demandas contra 78 empresas y ha logrado que dejen de fabricar 97 productos tóxicos. Entre las afectadas figuran la Ankleshwar Ammonia Supplay, que fabricaba amoniaco; la Ashok Organic Industrias Ltb; que fabricaba sosa caústica y la Awish Chemical Works, que elaboraba ácido sulfúrico.
La amenaza continúa
"Aquí se están elaborando productos peores que en Bhopal, sin ninguna garantía. Algunos son explosivos por naturaleza y han sido exportados a Irak sin autorización, a través de terceros países" asegura Joseph. En su opinión, la catástrofe de Bhopal podría repetirse y asegura que en algunas fábricas se han registrado accidentes con víctimas, que no aparecen en los medios de comunicación. Entre las medidas que las empresas tendrían que adoptar para mejorar la calidad de vida de los trabajadores destaca "la construcción de chimeneas más altas, salarios dignos, atención sanitaria y reparto de verduras, leche y fruta durante la jornada laboral, como establece la ley".
Conscientes de esta situación, que se repite en otros países, políticos, ecologistas y asociaciones agrarias se han unido, según la revista The Ecologist, para exigir las autoridades nacionales e internacionales, un cambio radical en la política de comercialización y exportación de plaguicidas altamente tóxicos.
Gujarat (India).- En la noche del 2 al 3 de diciembre de 1984, 40 toneladas de Isocinato de Metilo se escaparon a la atmósfera en la fábrica norteamericana de pesticidas de Bhopal. Como consecuencia de un error humano, 8.000 personas murieron esa madrugada y otras 16.000 fallecieron posteriormente. Más de medio millón tuvo secuelas y 150.000 las sufren todavía. La situación de inseguridad podría provocar que el drama se repita.
La tragedia puso de manifiesto la impunidad de las empresas químicas de la India, algunas de las cuales, como la alemana Hubech, cerrada por la presión de los ecologistas, operan en Estados como el de Gujarat, por las escasas medidas de control que exige el Gobierno. Pero también permitió conocer las condiciones de explotación y la precariedad laboral a la que someten a sus empleados.
Envenenamiento del subsuelo
Veinte años después, los trabajadores del corredor industrial de Ankleshwar, el mayor complejo químico de Asia, con más de un millar de fábricas, continúan sin medidas de seguridad.En este horizonte de chimeneas, trabajan unos 100.000 temporeros que manejan sustancias altamente peligrosas sin ninguna preparación. Van descalzos, sin guantes, ni mascarilla, ignorando los riesgos a los que se exponen y carecen de cobertura sanitaria.
Muchos de estos asalariados son aborígenes que trabajan en las fábricas durante 10 horas diarias por 50 rupias, (menos de un euro) y tan sólo una comida al día. Entre el 30 y 40% sufre el riesgo de padecer malformaciones en la piel, cáncer y tuberculosis. Sus representantes sindicales son sobornados por las empresas, que no dudan en utilizar la violencia para acallar sus reivindicaciones, según denuncia el jesuita MV Joseph, amenazado en varias ocasiones.
En 1996, los jesuitas descubrieron que los vertidos tóxicos habían envenenado el subsuelo, porque el pozo de la misión próxima a la United Phosphoros Limited estaba contaminada. Joseph presentó un demanda contra esta fábrica de pesticidas, perdió el pleito y tres años después tuvo que suministrar agua potable gratis a los pueblos afectados y a la misión. El religioso ha interpuesto demandas contra 78 empresas y ha logrado que dejen de fabricar 97 productos tóxicos. Entre las afectadas figuran la Ankleshwar Ammonia Supplay, que fabricaba amoniaco; la Ashok Organic Industrias Ltb; que fabricaba sosa caústica y la Awish Chemical Works, que elaboraba ácido sulfúrico.
La amenaza continúa
"Aquí se están elaborando productos peores que en Bhopal, sin ninguna garantía. Algunos son explosivos por naturaleza y han sido exportados a Irak sin autorización, a través de terceros países" asegura Joseph. En su opinión, la catástrofe de Bhopal podría repetirse y asegura que en algunas fábricas se han registrado accidentes con víctimas, que no aparecen en los medios de comunicación. Entre las medidas que las empresas tendrían que adoptar para mejorar la calidad de vida de los trabajadores destaca "la construcción de chimeneas más altas, salarios dignos, atención sanitaria y reparto de verduras, leche y fruta durante la jornada laboral, como establece la ley".
Conscientes de esta situación, que se repite en otros países, políticos, ecologistas y asociaciones agrarias se han unido, según la revista The Ecologist, para exigir las autoridades nacionales e internacionales, un cambio radical en la política de comercialización y exportación de plaguicidas altamente tóxicos.
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