Miles de personas volvieron a gritar contra la globalización en la clausura del Foro Social Mundial

El Mundo, 1-2-2005

PORTO ALEGRE (BRASIL).- Con un ritual protagonizado por varias tribus indígenas americanas y la exposición de un mural con propuestas emanadas de los diferentes debates, ha concluido en Porto Alegre el Foro Social Mundial, que ha reunido a más de 130.000 personas. Los activistas han mostrado su inquietud sobre su futuro. La gran cita antiglobalización podría dividirse en 2006 en tres encuentros.

Atrás quedan más de 2.500 talleres, debates y conferencias sobre todos los temas que afectan a la humanidad, cuyas conclusiones sin embargo no han quedado plasmadas en una declaración final como pedían algunos políticos. "Es un evento donde se exponen ideas, se hacen reflexiones, se comparten propuestas pero no se tratan de imponer a nadie", afirma Chico Whitaker, uno de los inspiradores de este Foro y miembro de su comité internacional.

Panel de ilusiones

Por ello, al concluir esta cita, en un gran mural se expusieron las propuestas surgidas de las diferentes actividades y de las casi 7.000 organizaciones que han participado en este evento que tiene como lema 'Otro mundo es posible'.

Son 352 las propuestas incluidas en esta especie de "panel de ilusiones", entre las que se incluyen algunas para erradicar el hambre en el mundo, peticiones para desarrollar campañas contra el racismo o para lograr una sociedad más humanizada y con más tiempo libre, además de acabar con la guerra en Irak.

Otras iniciativas aluden a la promoción en todo el mundo del reciclado de residuos, a la creación de un foro paralelo dedicado a la diversidad sexual o la lucha contra la explotación infantil.

Pero entre estas propuestas tan variopintas figuran también las de aquellos que reivindican el psicoanálisis como única forma de conseguir un mundo más "equilibrado", la autogestión comunitaria de los recursos naturales o la promoción de un gobierno "nacional" de países americanos.

La luchas contra las armas, el respeto a la diversidad cultural, iniciativas para conseguir el desarrollo social y económico sostenible o sensibilizar a la humanidad de los efectos perversos de la globalización y de la corrupción política son otras de las reflexiones incluidas en este muro.

Descentralización

También se refirió a la idea de dividir el próximo año el Foro Social Mundial en varios encuentros que tendrían lugar en diferentes puntos y cuyas sedes serán acordadas durante una reunión que celebrará el comité organizador en Europa a finales de marzo.

Ciudades de España, Argentina, Marruecos, Canadá, México, Venezuela, Corea del Sur, Australia o La India podrían ser designadas para albergar alguno de estos encuentros. Los organizadores afirman que esa descentralización fomentará que puedan acudir los mismos grupos y organizaciones que en Brasil, a las que podrán añadirse otras del continente donde tenga lugar cada evento.

Durante el acto de clausura, indígenas de Brasil, Perú, Ecuador, Paraguay y otros países americanos leyeron un manifiesto en el que reivindicaron el derecho a mantener su cultura, después de efectuar un ritual sanador a orillas del lago Guaiba, sobre el que se extiende el recinto del Foro.

Grupos folclóricos de Palestina y de otros países de África y Asia pusieron también su nota de color. Tras sus actuaciones, miles de personas recorrieron las calles de la ciudad gritando consignas contra la guerra en IraK y el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

El presidente de la Confederación Española de ONG para el Desarrollo, David Álvarez, destacó la buena salud de esta cita "que ha vuelto a la conciencia social donde nació" y señaló que puede cumplir la doble función de intercambio de ideas y de formulación de objetivos concretos "que se puedan echar en cara a los gobiernos internacionales".