Los mejilloneros destacan en el Parlamento gallego que los efectos del 'Prestige' fueron desastrosos
El Mundo, 4-3-2005
SANTIAGO.- Representantes del sector de los mejilloneros de Galicia han destacado que fueron ellos los "grandes héroes" de la catástrofe del 'Prestige' al impedir con sus "medios, instrumentos y las propias manos" la entrada del chapapote en las rías gallegas y calificaron de "desastrosos" los efectos que la marea negra ha tenido en la producción y en la imagen del mejillón gallego.
Durante su comparecencia en la Comisión de Investigación de las Causas y Consecuencias del desastre del 'Prestige', portavoces del Consello Regulador do Mexilón, la Asociación Galega de Depuradoras (Agade), la Federación Arousa Norte, la Asociación Galega do Mexillón (Agame) y la Organización de Productores de Mexilón de Galicia (Opmega) coincidieron en señalar que sin la intervención de los bateeros las consecuencias del fuel del 'Prestige' en las costas gallegas habrían sido "mucho mayores".
Además, criticaron la falta de información y de medios por parte de la administraciones central y autonómica, y elogiaron la actitud de los alcaldes, especialmente los de Ribeira, Boiro, Rianxo y Pobra do Caramiñal (A Coruña), así como de los capitanes marítimos, del director general del Centro de Control Mariño de Vilaxoán, Juan Maneiro, y del Instituto Hidrográfico Portugués.
La Xunta no ha hecho un estudio serio
En este sentido, acusaron a la Xunta de no haber realizado, dos años y medio después de la catástrofe, un estudio "serio y riguroso" sobre los efectos del fuel en los fondos marinos y en moluscos, mariscos o pescados. Así, recordaron que durante los "momentos duros" de la tragedia tuvieron que renegar del "apellido" gallego del mejillón por la "mala imagen" que generaba: "En los meses posteriores a la llegada del fuel a las costas era un pecado vender los mejillones gallegos porque tenían muy mala prensa". Por ello, reclamaron la denominación de origen protegida para el mejillón de Galicia.
Según los datos aportados por los representantes del sector a la comisión, la facturación del mejillón bajó un 25%, mientras que la del berberecho o la almeja cayó un 50%. También puntualizaron que la facturación media de las empresas se redujo entre un 20% y un 40%. Además, indicaron que entre 2002 y 2003 descendió en más de cuatro millones de kilos la producción del mejillón, lo que supuso pérdidas por más de tres millones de euros.
También puntualizaron que las vedas afectaron a la recogida de alevines, lo que provocó "muchos retrasos" en la cría del mejillón con las consecuentes pérdidas. Los productores de este molusco se quejaron, asimismo, de que, tras la catástrofe, se han producido cambios en las mareas rojas, según apuntaron, debido a los medios de biorremediación utilizados.
Así, el presidente del Consello Regulador do Mexilón, Ramón Dios, indicó que "será muy difícil" situar las ventas de este molusco en las cotas que tenían antes de la catástrofe. "En todo caso, si no hay ayudas será imposible", apuntó.
El presidente de Agade, José Daporta, indicó que la paralización decretada por la Xunta fue una decisión política y no sanitaria, y puso en evidencia la existencia de dos galicias, "una dependiente y otra abandonada", en alusión al sector mejillonero y el del marisco.
"Gracias a estas decisiones los italianos y franceses inundaron los mercados tradicionales, cosa que aún hoy sucede", apuntó. Asimismo, criticó la falta de información por parte de la Xunta, lo que provocó que la "responsabilidad directa" de los efectos del fuel en los mejillones era de los productores y no de la administración.
Falta de apoyo de las administraciones
El presidente de la Federación Arousa Norte, Manuel Franco Ramos, criticó a las administraciones autonómica y central por la "falta de apoyo y de medios" a la hora de afrontar la catástrofe. "Se echó mucho en falta que no nos echaran una mano", apuntó.
Por su parte, el presidente de Agame, Agustín Pose, subrayó que la catástrofe "fue pequeña o nula" en comparación con lo que pudo haber sucedido si los mejilloneros no llegan a haber utilizado sus embarcaciones, instrumentos o "sus propias manos". Por ello, consideró que los bateeros fueron los "auténticos héroes" del desastre y criticó a otros sectores que "se apuntaron a última hora". "Hubo barcos que estaban en alta mar y luego vinieron a ponerse la pegatina de salvadores y a repartirse las migajas", apuntó.
Además, criticó la actitud mantenida por la clase política, a excepción de los responsables municipales. De esta forma, puso como ejemplo a un diputado gallego que, en los momentos más críticos, viajó a la comarca de Arousa para "hacerse la foto". "Pidió un mono blanco, se lo manchó un poco para que lo fotografiaran y se marchó en seguida sin mirar nada", ironizó.
El presidente de Opmega, Javier Figueiras Rivas, recordó que fueron los mejilloneros quienes salvaron el sector a través de un plan operativo que pusieron ellos mismos en marcha. Por ello, criticó a las empresas públicas, como Tragsa, porque "dejaron mucho que desear" y acusó a los partidos políticos de "no estar a la altura de las circunstancias" por su "división". También reclamó indemnizaciones por los medios utilizados "ya que aún no se ha pagado nada", agregó.
SANTIAGO.- Representantes del sector de los mejilloneros de Galicia han destacado que fueron ellos los "grandes héroes" de la catástrofe del 'Prestige' al impedir con sus "medios, instrumentos y las propias manos" la entrada del chapapote en las rías gallegas y calificaron de "desastrosos" los efectos que la marea negra ha tenido en la producción y en la imagen del mejillón gallego.
Durante su comparecencia en la Comisión de Investigación de las Causas y Consecuencias del desastre del 'Prestige', portavoces del Consello Regulador do Mexilón, la Asociación Galega de Depuradoras (Agade), la Federación Arousa Norte, la Asociación Galega do Mexillón (Agame) y la Organización de Productores de Mexilón de Galicia (Opmega) coincidieron en señalar que sin la intervención de los bateeros las consecuencias del fuel del 'Prestige' en las costas gallegas habrían sido "mucho mayores".
Además, criticaron la falta de información y de medios por parte de la administraciones central y autonómica, y elogiaron la actitud de los alcaldes, especialmente los de Ribeira, Boiro, Rianxo y Pobra do Caramiñal (A Coruña), así como de los capitanes marítimos, del director general del Centro de Control Mariño de Vilaxoán, Juan Maneiro, y del Instituto Hidrográfico Portugués.
La Xunta no ha hecho un estudio serio
En este sentido, acusaron a la Xunta de no haber realizado, dos años y medio después de la catástrofe, un estudio "serio y riguroso" sobre los efectos del fuel en los fondos marinos y en moluscos, mariscos o pescados. Así, recordaron que durante los "momentos duros" de la tragedia tuvieron que renegar del "apellido" gallego del mejillón por la "mala imagen" que generaba: "En los meses posteriores a la llegada del fuel a las costas era un pecado vender los mejillones gallegos porque tenían muy mala prensa". Por ello, reclamaron la denominación de origen protegida para el mejillón de Galicia.
Según los datos aportados por los representantes del sector a la comisión, la facturación del mejillón bajó un 25%, mientras que la del berberecho o la almeja cayó un 50%. También puntualizaron que la facturación media de las empresas se redujo entre un 20% y un 40%. Además, indicaron que entre 2002 y 2003 descendió en más de cuatro millones de kilos la producción del mejillón, lo que supuso pérdidas por más de tres millones de euros.
También puntualizaron que las vedas afectaron a la recogida de alevines, lo que provocó "muchos retrasos" en la cría del mejillón con las consecuentes pérdidas. Los productores de este molusco se quejaron, asimismo, de que, tras la catástrofe, se han producido cambios en las mareas rojas, según apuntaron, debido a los medios de biorremediación utilizados.
Así, el presidente del Consello Regulador do Mexilón, Ramón Dios, indicó que "será muy difícil" situar las ventas de este molusco en las cotas que tenían antes de la catástrofe. "En todo caso, si no hay ayudas será imposible", apuntó.
El presidente de Agade, José Daporta, indicó que la paralización decretada por la Xunta fue una decisión política y no sanitaria, y puso en evidencia la existencia de dos galicias, "una dependiente y otra abandonada", en alusión al sector mejillonero y el del marisco.
"Gracias a estas decisiones los italianos y franceses inundaron los mercados tradicionales, cosa que aún hoy sucede", apuntó. Asimismo, criticó la falta de información por parte de la Xunta, lo que provocó que la "responsabilidad directa" de los efectos del fuel en los mejillones era de los productores y no de la administración.
Falta de apoyo de las administraciones
El presidente de la Federación Arousa Norte, Manuel Franco Ramos, criticó a las administraciones autonómica y central por la "falta de apoyo y de medios" a la hora de afrontar la catástrofe. "Se echó mucho en falta que no nos echaran una mano", apuntó.
Por su parte, el presidente de Agame, Agustín Pose, subrayó que la catástrofe "fue pequeña o nula" en comparación con lo que pudo haber sucedido si los mejilloneros no llegan a haber utilizado sus embarcaciones, instrumentos o "sus propias manos". Por ello, consideró que los bateeros fueron los "auténticos héroes" del desastre y criticó a otros sectores que "se apuntaron a última hora". "Hubo barcos que estaban en alta mar y luego vinieron a ponerse la pegatina de salvadores y a repartirse las migajas", apuntó.
Además, criticó la actitud mantenida por la clase política, a excepción de los responsables municipales. De esta forma, puso como ejemplo a un diputado gallego que, en los momentos más críticos, viajó a la comarca de Arousa para "hacerse la foto". "Pidió un mono blanco, se lo manchó un poco para que lo fotografiaran y se marchó en seguida sin mirar nada", ironizó.
El presidente de Opmega, Javier Figueiras Rivas, recordó que fueron los mejilloneros quienes salvaron el sector a través de un plan operativo que pusieron ellos mismos en marcha. Por ello, criticó a las empresas públicas, como Tragsa, porque "dejaron mucho que desear" y acusó a los partidos políticos de "no estar a la altura de las circunstancias" por su "división". También reclamó indemnizaciones por los medios utilizados "ya que aún no se ha pagado nada", agregó.
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