25 años sin el 'amigo Félix'
Olalla Cernuda
El Mundo, 15-3-2005
MADRID.- Nadie como él despertó la conciencia ecológica de los españoles. Con sus enciclopedias, sus libros y, sobre todo, sus programas de televisión, Félix Rodríguez de la Fuente, el 'amigo Félix', fue durante las décadas de los sesenta y setenta el pionero de la divulgación ambiental en España. Sus familiares, amigos y la comunidad científica le lloran en el 25 aniversario de su muerte en un accidente de aviación, cuando rodaba una carrera de trineos tirados por perros en Alaska.
La historia de este magnífico divulgador de la ciencia comienza también un 14 de marzo, el de 1928, en Poza de la Sal, Burgos. Allí nació Félix Samuel Rodríguez de la Fuente, que dejó pasar su infancia en plena naturaleza, en las parameras del valle de la Bureba, con la Guerra Civil como telón de fondo y lejos de las escuelas, que su padre consideraba que eran "perjudiciales".
En 1938 ingresó interno en el colegio de los Sagrados Corazones de Vitoria y terminó el bachillerato en los Maristas de Burgos. Quería estudiar Biología, pero su padre le convenció para que hiciera Medicina en Valladolid, así que mientras crecía su amor por los animales, se hizo odontólogo, título que obtuvo en Madrid en 1957.
Y fue precisamente en la capital donde Félix comenzó a apasionarse por la caza con halcón -la cetrería-. En 1960 viajó a Arabia Saudí en calidad de halconero, llevando dos baharíes -halcones cazadores- que el gobierno español regaló al rey Saud. Años después Félix escribiría un libro que todavía hoy es el manual de cabecera para los cetreros de medio mundo.
Carrera en la televisión
Su salto a la popularidad y los medios de comunicación fue paulatino, pero firme. Primero fueron los artículos divulgativos en la revista 'Blanco y Negro', luego las apariciones esporádicas en programas para niños. Y en 1965 Félix apareció con sus halcones en el programa "Fin de Semana" de Televisión Española, y llamó tanto la atención del público que su rostro comenzó a hacerse conocido entre la población española, y también fuera de nuestras fronteras.
Gracias a una donación económica del rey Saud de Arabia y a la colaboración de varios aristócratas, Félix pudo embarcarse en la producción de su primer documental: "Señores del espacio". El éxito de esta película le permitió sumergirse en uno de sus proyectos más conocidos y que más satisfacciones personales le dio: estudiar en profundidad los lobos, sus animales más amados. Félix llegó a convertirse en el jefe de una manada que vivía en una cárcava cercada de la provincia de Guadalajara para estudiar sus costumbres, sus comportamientos y sus movimientos. Luego, la manada fue la protagonista de varias de sus películas y series de televisión.
Viajero infatigable, recorrió Uganda, Somalia, el Congo, Tanzania y Kenia como guía de safaris fotográficos y tuvo 'empleos' de lo más extraño, como cuando le tocó dirigir la "Operación Baharí", en la que por primera vez se usaron halcones para acabar con las aves que entorpecían el despegue y aterrizaje de los aviones en los aeropuertos. Pero la ilusión, el trabajo y el esfuerzo de Félix pronto se centraron en la televisión. A finales de los sesenta realizó sus primeros trabajos para Televisión Española: cinco episodios de la serie "A toda plana". Luego vendrían películas como 'Alas y garras' y 'El maravilloso mundo de los pájaros'. En 1970 publicó su Enciclopedia Fauna, prologada por el Premio Nóbel Konrad Lorenz, da la vuelta al mundo y se traduce a 35 idiomas.
Pionero de las organizaciones ecologistas en España
Dos años antes, en 1968, fundó la delegación española del World Wildlife Fund (WWF/Adena), viajó dos años por África, defendió campañas como una contra la contaminación, contra la desecación del Parque Nacional de las Tablas Daimiel, contra extinción del caballo asturcón, por la protección por ley del Halcón peregrino, por una ley de caza para el lobo y el lince y contra la muerte de ballenas, entre otras.
A partir de 1974 se embarcó en su proyecto más ambicioso: "El hombre y la tierra" en sus tres series: venezolana, ibérica y canadiense. La serie se convirtió en un hito en la historia de la televisión, su éxito traspasó nuestras fronteras, y llegó a ser vista por 700 millones de personas en todo el mundo, desde Japón hasta Polonia. Despertó la conciencia ecologista de miles de españoles, conciencia que hasta entonces había estado dormida.
Precisamente rodando un capítulo para la serie la muerte fue a buscarle en uno de los lugares más bellos del mundo: Alaska. Allí, mientras filmaba la carrera de trineos tirados por perros más famosa del mundo, la Iditarod, la avioneta en la que viajaba cayó en picado y se estrelló.
Su legado sigue vivo
Su obra, eso sí, no murió con él. Félix Rodríguez de la Fuente transmitió su espíritu conservacionista y sus actitudes a toda una generación y encendió una llama: La de la divulgación de la naturaleza a través de la televisión.
Hoy, veinticinco años después, toda una generación sigue marcada por las enseñanzas de Félix. "Miles de chavales aprendimos a admitar la naturaleza de su mano, viendo la televisión", dice Alejandro Sánchez, director de la organización SEO/Bird Life. "Yo me hize Zoólogo leyendo 'Fauna', mucho antes de entrar en la Facultad, y ornitólogo con el 'Fauna ibérica', las dos enciclopedias más manoseadas de mi casa. Y conservacionista con la revista de Adena, donde Félix escribía esas magníficas "Cartas a los linces", recuerda .
"Para muchos de los que éramos niños en los setenta, Félix fue un catalizador que despertó nuestra pasión por la naturaleza. Buena parte de los ecologistas más activos de nuestro país en los últimos años pertenecen a esa generación", asegura Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF/Adena. "Un cuarto de siglo después de su muerte, todo lo que nos enseñó sigue vigente y la pasión y fuerza con que cautivaba a su audiencia es más necesaria que nunca", señala.
La familia de Félix, su viuda y sus hijos, presentarán hoy en el Museo Nacional de Ciencias Naturales la Fundación que lleva su nombre y que integran entre otros Juan Carlos del Olmo (Adena), Alejandro Sánchez (SEO-BirdLife), Roberto Hartasánchez (FAPAS); Gerardo Baguena (FCQ); Ernesto Álvarez (GREFA) y Benigno Varillas (Quercus), quienes iniciaron su trayectoria conservacionista influidos por Félix Rodríguez de la Fuente, y que quieren ahora mantener vivo su legado y su memoria.
"Hoy más que nunca -dicen sus amigos-, con la naturaleza evidenciando nuestros grandes errores de relación con el sistema que nos sostiene, el recuerdo de su muerte y de su vida nos alientan a seguir su ejemplo y a hacer una llamada permanente de reflexión acerca del valor que la naturaleza tiene para la especie humana".
El Mundo, 15-3-2005
MADRID.- Nadie como él despertó la conciencia ecológica de los españoles. Con sus enciclopedias, sus libros y, sobre todo, sus programas de televisión, Félix Rodríguez de la Fuente, el 'amigo Félix', fue durante las décadas de los sesenta y setenta el pionero de la divulgación ambiental en España. Sus familiares, amigos y la comunidad científica le lloran en el 25 aniversario de su muerte en un accidente de aviación, cuando rodaba una carrera de trineos tirados por perros en Alaska.
La historia de este magnífico divulgador de la ciencia comienza también un 14 de marzo, el de 1928, en Poza de la Sal, Burgos. Allí nació Félix Samuel Rodríguez de la Fuente, que dejó pasar su infancia en plena naturaleza, en las parameras del valle de la Bureba, con la Guerra Civil como telón de fondo y lejos de las escuelas, que su padre consideraba que eran "perjudiciales".
En 1938 ingresó interno en el colegio de los Sagrados Corazones de Vitoria y terminó el bachillerato en los Maristas de Burgos. Quería estudiar Biología, pero su padre le convenció para que hiciera Medicina en Valladolid, así que mientras crecía su amor por los animales, se hizo odontólogo, título que obtuvo en Madrid en 1957.
Y fue precisamente en la capital donde Félix comenzó a apasionarse por la caza con halcón -la cetrería-. En 1960 viajó a Arabia Saudí en calidad de halconero, llevando dos baharíes -halcones cazadores- que el gobierno español regaló al rey Saud. Años después Félix escribiría un libro que todavía hoy es el manual de cabecera para los cetreros de medio mundo.
Carrera en la televisión
Su salto a la popularidad y los medios de comunicación fue paulatino, pero firme. Primero fueron los artículos divulgativos en la revista 'Blanco y Negro', luego las apariciones esporádicas en programas para niños. Y en 1965 Félix apareció con sus halcones en el programa "Fin de Semana" de Televisión Española, y llamó tanto la atención del público que su rostro comenzó a hacerse conocido entre la población española, y también fuera de nuestras fronteras.
Gracias a una donación económica del rey Saud de Arabia y a la colaboración de varios aristócratas, Félix pudo embarcarse en la producción de su primer documental: "Señores del espacio". El éxito de esta película le permitió sumergirse en uno de sus proyectos más conocidos y que más satisfacciones personales le dio: estudiar en profundidad los lobos, sus animales más amados. Félix llegó a convertirse en el jefe de una manada que vivía en una cárcava cercada de la provincia de Guadalajara para estudiar sus costumbres, sus comportamientos y sus movimientos. Luego, la manada fue la protagonista de varias de sus películas y series de televisión.
Viajero infatigable, recorrió Uganda, Somalia, el Congo, Tanzania y Kenia como guía de safaris fotográficos y tuvo 'empleos' de lo más extraño, como cuando le tocó dirigir la "Operación Baharí", en la que por primera vez se usaron halcones para acabar con las aves que entorpecían el despegue y aterrizaje de los aviones en los aeropuertos. Pero la ilusión, el trabajo y el esfuerzo de Félix pronto se centraron en la televisión. A finales de los sesenta realizó sus primeros trabajos para Televisión Española: cinco episodios de la serie "A toda plana". Luego vendrían películas como 'Alas y garras' y 'El maravilloso mundo de los pájaros'. En 1970 publicó su Enciclopedia Fauna, prologada por el Premio Nóbel Konrad Lorenz, da la vuelta al mundo y se traduce a 35 idiomas.
Pionero de las organizaciones ecologistas en España
Dos años antes, en 1968, fundó la delegación española del World Wildlife Fund (WWF/Adena), viajó dos años por África, defendió campañas como una contra la contaminación, contra la desecación del Parque Nacional de las Tablas Daimiel, contra extinción del caballo asturcón, por la protección por ley del Halcón peregrino, por una ley de caza para el lobo y el lince y contra la muerte de ballenas, entre otras.
A partir de 1974 se embarcó en su proyecto más ambicioso: "El hombre y la tierra" en sus tres series: venezolana, ibérica y canadiense. La serie se convirtió en un hito en la historia de la televisión, su éxito traspasó nuestras fronteras, y llegó a ser vista por 700 millones de personas en todo el mundo, desde Japón hasta Polonia. Despertó la conciencia ecologista de miles de españoles, conciencia que hasta entonces había estado dormida.
Precisamente rodando un capítulo para la serie la muerte fue a buscarle en uno de los lugares más bellos del mundo: Alaska. Allí, mientras filmaba la carrera de trineos tirados por perros más famosa del mundo, la Iditarod, la avioneta en la que viajaba cayó en picado y se estrelló.
Su legado sigue vivo
Su obra, eso sí, no murió con él. Félix Rodríguez de la Fuente transmitió su espíritu conservacionista y sus actitudes a toda una generación y encendió una llama: La de la divulgación de la naturaleza a través de la televisión.
Hoy, veinticinco años después, toda una generación sigue marcada por las enseñanzas de Félix. "Miles de chavales aprendimos a admitar la naturaleza de su mano, viendo la televisión", dice Alejandro Sánchez, director de la organización SEO/Bird Life. "Yo me hize Zoólogo leyendo 'Fauna', mucho antes de entrar en la Facultad, y ornitólogo con el 'Fauna ibérica', las dos enciclopedias más manoseadas de mi casa. Y conservacionista con la revista de Adena, donde Félix escribía esas magníficas "Cartas a los linces", recuerda .
"Para muchos de los que éramos niños en los setenta, Félix fue un catalizador que despertó nuestra pasión por la naturaleza. Buena parte de los ecologistas más activos de nuestro país en los últimos años pertenecen a esa generación", asegura Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF/Adena. "Un cuarto de siglo después de su muerte, todo lo que nos enseñó sigue vigente y la pasión y fuerza con que cautivaba a su audiencia es más necesaria que nunca", señala.
La familia de Félix, su viuda y sus hijos, presentarán hoy en el Museo Nacional de Ciencias Naturales la Fundación que lleva su nombre y que integran entre otros Juan Carlos del Olmo (Adena), Alejandro Sánchez (SEO-BirdLife), Roberto Hartasánchez (FAPAS); Gerardo Baguena (FCQ); Ernesto Álvarez (GREFA) y Benigno Varillas (Quercus), quienes iniciaron su trayectoria conservacionista influidos por Félix Rodríguez de la Fuente, y que quieren ahora mantener vivo su legado y su memoria.
"Hoy más que nunca -dicen sus amigos-, con la naturaleza evidenciando nuestros grandes errores de relación con el sistema que nos sostiene, el recuerdo de su muerte y de su vida nos alientan a seguir su ejemplo y a hacer una llamada permanente de reflexión acerca del valor que la naturaleza tiene para la especie humana".
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Argenis Torres -