Tenía un tiburón en su casa
Un particular entrega a un acuario de Benalmádena un tiburón de un metro que tenía en su casa'PARA QUE LO CUIDEN MEJOR'
Foto: El tiburón, en el cubo en que fue trasladado.
Se llama Fernando, y quería a su mascota como si fuera su hijo. Hasta ahí nada extraño, de no ser porque su animalito de compañía era un tiburón bambú de un metro de longitud, que ha donado al 'Sea Life' de Málaga para que cuiden de él' y pueda vivir en un acuario más grande con otros ejemplares de su especie.
El tiburón tiene cuatro años de edad y, según los acuaristas del centro, pudo ser comprado cuando era una cría de poco más de 15 centímetros de largo. Durante los cuatro años que estuvo bajo los atentos ciudados de Fernando, vivió en un tanque de 9.000 litros (posiblemente, de nueve metros de largo, uno de ancho y uno de alto) en su propia casa.
Pero los constantes viajes de Fernando y el tamaño del tiburón, que ya mide un metro, hicieron que este hombre tomara la decisión de entregar su animal de compañía al acuario 'Sea Life', "para que no se sintiera solo y sus nuevos padres cuiden de él".
Los responsables del acuario malagueño insisten en el complejo mantenimiento que exige un tanque de agua salada de tamaño suficiente como para albergar a un tiburón de este tipo. "Primero hay que dejar que el tanque con agua, pero sin peces, 'madure' y que se creen bacterias que luego depurarán el agua", sostienen. Sin embargo, llega un momento en que es necesario un traslado a un sitio más grande. "Primero, por el tamaño del tiburón, que aunque esté en un tanque de nueve metros de largo, casi no puede darse la vuelta. Y segundo porque produce tantos excrementos que las bacterias del tanque no los pueden eliminar".
Esos problemas no afectarán nunca más a este tiburón. Su nueva 'casa' será considerablemente más grande, nada menos que un acuario de agua salada de 250.000 litros, donde viven una veintena de tiburones de diferentes especies, además de bambú, puntas negras, puntas blancas redondeadas, nodrizas, alfombra y leopardo.
En el tanque viven también diversos peces tropicales, aunque sus ciudadores no temen que sirvan de alimento de los tiburones, "porque éstos están muy bien alimentados, y además el fondo del acuario está lleno de corales que les pueden servir de refugio en caso de un inesperado ataque", aseguran.
Tomás, un acuarista de Sea Life, explicó a elmundo.es que los tiburones bambú son habituales en las costas del Índico y el Pacífico, tienen el cuerpo delgado, la cabeza redondeada y suelen vivir cerca de arrecifes de coral. Se alimentan de peces y pequeños crustáceos que aspiran del suelo, y pueden llegar a medir algo más d eun metro. Los ejemplares adultos son de color marrón, y los más jóvenes tienen unas rayas negras que desaparecen con la edad.
Durante unos días, el tiburón estará en observación en un tanque para él solo, hasta que los biólogos y veterinarios comprueben que no tiene ningún problema y pueda ser integrado con sus nuevos 'amigos' en el gigantesco acuario del centro, uno de los más grandes de Europa.
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