Greenpeace conmemora en París el 20º aniversario del hundimiento de su buque 'Rainbow Warrior'
FUE ATACADO POR LOS SERVICIOS SECRETOS FRANCESES EN 1985
Greenpeace conmemora en París el 20º aniversario del hundimiento de su buque 'Rainbow Warrior'
EFE-PARÍS.-
Unos 500 voluntarios de Greenpeace, procedentes de más de 20 países y entre los que se encontraba una veintena de españoles, homenajearon en París el 20º aniversario del hundimiento del buque insignia de la organización, el 'Rainbow Warrior' en la bahía de Auckland (Nueva Zelanda) por los servicios secretos franceses.
Los activistas de Greenpeace formaron un símbolo de la paz junto a la torre Eiffel y, después, vestidos con camisetas de diferentes colores, hicieron un arcoiris gigante mientras se desplegaba una pancarta con el lema "No se puede hundir un arcoiris".
Además, los voluntarios guardaron dos minutos de silencio en memoria de Fernando Pereira, el fotógrafo de Greenpeace que murió en ese atentado, y de todas las víctimas de la violencia, de la guerra y del terrorismo, según informó en un comunicado esta organización ecologista.
"Ninguna bomba resulta aceptable. Ni las que hundieron el 'Rainbow Warrior' cuando trataba de evitar las pruebas de Mururoa, ni las utilizadas por los terroristas, ni las que Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otros países mantienen en sus arsenales nucleares", afirmó Greenpeace, que trabaja desde sus inicios por un mundo libre de armas nucleares.
Asimismo, Greenpeace reafirmó su compromiso a favor de la paz, aún bajo la conmoción de los atentados que sacudieron Londres el pasado jueves.
La noche del 10 de julio de 1985, cuando el 'Rainbow Warrior' se preparaba para encabezar una flotilla con destino a Mururoa para protestar pacíficamente contra los ensayos nucleares de Francia, agentes de los servicios secretos franceses colocaron dos cargas explosivas en el casco del barco.
La explosión de la segunda bomba supuso la muerte del fotógrafo Fernando Pereira, que estaba en su camarote recogiendo sus cámaras, y el hundimiento del barco. El mundo se estremeció al comprobar que el Gobierno francés estaba detrás del ataque. Dos agentes de los servicios secretos galos fueron condenados a 10 años de prisión por homicidio involuntario y a siete por incendio provocado.
Sin embargo, en los meses siguientes, Francia ejerció una fuerte presión sobre Nueva Zelanda y llegó a un acuerdo que permitió a los dos inculpados cumplir la condena en una prisión militar de Francia. En poco más de dos años, fueron puestos en libertad y regresaron a París, donde recibieron honores y reanudaron sus carreras profesionales. La ONU ordenó a Francia el pago de una compensación económica, con la que Greenpeace pudo botar un segundo 'Rainbow Warrior' en 1989.
Las acciones llevadas a cabo por los dos buques 'Rainbow Warrior' fueron determinantes para conseguir que Francia abandonara en 1995 sus pruebas nucleares y para que se aprobara un tratado para la prohibición completa de estas prácticas.
Sin embargo, este tratado aún no ha entrado en vigor y en el mundo sigue habiendo unas 30.000 armas nucleares.
Greenpeace conmemora en París el 20º aniversario del hundimiento de su buque 'Rainbow Warrior'
EFE-PARÍS.-
Unos 500 voluntarios de Greenpeace, procedentes de más de 20 países y entre los que se encontraba una veintena de españoles, homenajearon en París el 20º aniversario del hundimiento del buque insignia de la organización, el 'Rainbow Warrior' en la bahía de Auckland (Nueva Zelanda) por los servicios secretos franceses.
Los activistas de Greenpeace formaron un símbolo de la paz junto a la torre Eiffel y, después, vestidos con camisetas de diferentes colores, hicieron un arcoiris gigante mientras se desplegaba una pancarta con el lema "No se puede hundir un arcoiris".
Además, los voluntarios guardaron dos minutos de silencio en memoria de Fernando Pereira, el fotógrafo de Greenpeace que murió en ese atentado, y de todas las víctimas de la violencia, de la guerra y del terrorismo, según informó en un comunicado esta organización ecologista.
"Ninguna bomba resulta aceptable. Ni las que hundieron el 'Rainbow Warrior' cuando trataba de evitar las pruebas de Mururoa, ni las utilizadas por los terroristas, ni las que Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otros países mantienen en sus arsenales nucleares", afirmó Greenpeace, que trabaja desde sus inicios por un mundo libre de armas nucleares.
Asimismo, Greenpeace reafirmó su compromiso a favor de la paz, aún bajo la conmoción de los atentados que sacudieron Londres el pasado jueves.
La noche del 10 de julio de 1985, cuando el 'Rainbow Warrior' se preparaba para encabezar una flotilla con destino a Mururoa para protestar pacíficamente contra los ensayos nucleares de Francia, agentes de los servicios secretos franceses colocaron dos cargas explosivas en el casco del barco.
La explosión de la segunda bomba supuso la muerte del fotógrafo Fernando Pereira, que estaba en su camarote recogiendo sus cámaras, y el hundimiento del barco. El mundo se estremeció al comprobar que el Gobierno francés estaba detrás del ataque. Dos agentes de los servicios secretos galos fueron condenados a 10 años de prisión por homicidio involuntario y a siete por incendio provocado.
Sin embargo, en los meses siguientes, Francia ejerció una fuerte presión sobre Nueva Zelanda y llegó a un acuerdo que permitió a los dos inculpados cumplir la condena en una prisión militar de Francia. En poco más de dos años, fueron puestos en libertad y regresaron a París, donde recibieron honores y reanudaron sus carreras profesionales. La ONU ordenó a Francia el pago de una compensación económica, con la que Greenpeace pudo botar un segundo 'Rainbow Warrior' en 1989.
Las acciones llevadas a cabo por los dos buques 'Rainbow Warrior' fueron determinantes para conseguir que Francia abandonara en 1995 sus pruebas nucleares y para que se aprobara un tratado para la prohibición completa de estas prácticas.
Sin embargo, este tratado aún no ha entrado en vigor y en el mundo sigue habiendo unas 30.000 armas nucleares.
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