LA CASA-MUSEO ETNOLÓGICA de Tejeda
Canarias7 -
Una ilusión de toda la vida
LA CASA-MUSEO ETNOLÓGICA DEBE SU NOMBRE A LOS SÍMBOLOS INDICATIVOS DE TEJEDA
Cristina Cubas- Tejeda
Conocido en el pueblo como Cuco, este vecino de Tejeda ha dedicado parte de su vida a coleccionar objetos de nuestros antecesores. Según él mismo nos cuenta, los artículos más antiguos del museo datan del siglo XVIII y son todos procedentes de la isla de Gran Canaria, principalmente del municipio tejedense.
Un reto. Desde muy pequeño a Cuco le gustaba coleccionar artículos típicos canarios, pero, por motivos personales, dejó de hacerlo durante más de veinte años. Actualmente se encuentra recuperado y totalmente volcado en su sueño.
Casa-Museo. Antes de ser museo, Cuco tenía allí su casa. De esta forma ha dedicado cada habitación a trabajos distintos. Los que más le entusiasman son la ganadería, agricultura y la carpintería.
Conocido en el pueblo como Cuco, este vecino de Tejeda ha dedicado parte de su vida a coleccionar objetos de nuestros antecesores. Según él mismo nos cuenta, los artículos más antiguos del museo datan del siglo XVIII y son todos procedentes de la isla de Gran Canaria, principalmente del municipio tejedense.
El Museo Tres Cruces está situado en el pueblo de Tejeda y es la antigua casa de su propietario, que ha cedido terreno al museo a medida que llegaban a sus manos más objetos que coleccionar.
Según nos cuenta Cuco, «desde los siete años supe que me quería dedicar a esto, pero, por cosas de la vida, mi sueño no se ha cumplido hasta ahora». Su museo lleva abierto al público desde el mes de enero y en él Cuco pone toda su ilusión cada día. Desde las once de la mañana hasta bien entrada la tarde las puertas del museo están abiertas para quien quiera visitarlas, y dentro siempre está Cuco recibiendo el material que le llega bien por parte del basurero del pueblo, que, conociendo su afición, siempre ofrece a Cuco los artículos que cree que pueden interesarle, o bien por parte de alguna familia que quiere deshacerse de los viejos objetos del abuelo. Cuco siempre agradece el material que llega al museo, y es él mismo el encargado de su reparación y posterior colocación en el lugar oportuno.
La casa está dividida en distintas habitaciones y cada una de ellas está dedicada a un oficio diferente. Por ejemplo, ha separado los artículos de carpintería de los de ganadería, o los de agricultura y los antiguos libros de costumbres canarias. De entre todo el material del museo, quizá por su simbología o valor histórico, los que más significado tienen para Cuco son las primeras vestimentas, que reflejan el trabajo hecho con la lana; monedas del año 1850; el primer aparato telefónico que hubo en Tejeda y las cerraduras de las primeras casas del pueblo, entre otros.
Cuco nos cuenta ilusionado, que «cada bisabuelo del pueblo ha dejado su huella en este museo», y que «en el día de hoy mi único deseo es que el Ayuntamiento de Tejeda aporte su granito de arena para poder sacar adelante el museo». Quiere que tanto turistas extranjeros como canarios puedan hacer un recorrido por las costumbres de los antiguos pobladores de la Isla, en especial del municipio de Tejeda y así conocer cómo vivían.
nVisitando el museo podemos hacernos una idea de cómo subsistían los canarios antiguamente. Al estar viviendo fuera de la ciudad, los antiguos pobladores de Tejeda, como de otros tantos pueblos de Gran Canaria, tenían que basar sus vidas en lo que allí había. Los hombres dedicaban los días a labrar la tierra, a la carpintería, a la cuchillería y a la ganadería, entre otros trabajos. Muestra de ello la tenemos en todos los artículos del museo, donde encontramos varios cuchillos de diferentes formas y tamaños, bancos de madera hechos a mano donde las mujeres se sentaban a bordar o a hacer quesos, hormas de zapatos...
Por su parte, la mujer de aquella época trabajaba otros oficios, no menos duros pero diferentes. Se dedicaban principalmente a la cocina y a la costura. En la casa-museo, Cuco ha colocado en una habitación las máquinas que se usaban antiguamente para coser y muestras de varios pañuelos bordados.
Una ilusión de toda la vida
LA CASA-MUSEO ETNOLÓGICA DEBE SU NOMBRE A LOS SÍMBOLOS INDICATIVOS DE TEJEDA
Cristina Cubas- Tejeda
Conocido en el pueblo como Cuco, este vecino de Tejeda ha dedicado parte de su vida a coleccionar objetos de nuestros antecesores. Según él mismo nos cuenta, los artículos más antiguos del museo datan del siglo XVIII y son todos procedentes de la isla de Gran Canaria, principalmente del municipio tejedense.
Un reto. Desde muy pequeño a Cuco le gustaba coleccionar artículos típicos canarios, pero, por motivos personales, dejó de hacerlo durante más de veinte años. Actualmente se encuentra recuperado y totalmente volcado en su sueño.
Casa-Museo. Antes de ser museo, Cuco tenía allí su casa. De esta forma ha dedicado cada habitación a trabajos distintos. Los que más le entusiasman son la ganadería, agricultura y la carpintería.
Conocido en el pueblo como Cuco, este vecino de Tejeda ha dedicado parte de su vida a coleccionar objetos de nuestros antecesores. Según él mismo nos cuenta, los artículos más antiguos del museo datan del siglo XVIII y son todos procedentes de la isla de Gran Canaria, principalmente del municipio tejedense.
El Museo Tres Cruces está situado en el pueblo de Tejeda y es la antigua casa de su propietario, que ha cedido terreno al museo a medida que llegaban a sus manos más objetos que coleccionar.
Según nos cuenta Cuco, «desde los siete años supe que me quería dedicar a esto, pero, por cosas de la vida, mi sueño no se ha cumplido hasta ahora». Su museo lleva abierto al público desde el mes de enero y en él Cuco pone toda su ilusión cada día. Desde las once de la mañana hasta bien entrada la tarde las puertas del museo están abiertas para quien quiera visitarlas, y dentro siempre está Cuco recibiendo el material que le llega bien por parte del basurero del pueblo, que, conociendo su afición, siempre ofrece a Cuco los artículos que cree que pueden interesarle, o bien por parte de alguna familia que quiere deshacerse de los viejos objetos del abuelo. Cuco siempre agradece el material que llega al museo, y es él mismo el encargado de su reparación y posterior colocación en el lugar oportuno.
La casa está dividida en distintas habitaciones y cada una de ellas está dedicada a un oficio diferente. Por ejemplo, ha separado los artículos de carpintería de los de ganadería, o los de agricultura y los antiguos libros de costumbres canarias. De entre todo el material del museo, quizá por su simbología o valor histórico, los que más significado tienen para Cuco son las primeras vestimentas, que reflejan el trabajo hecho con la lana; monedas del año 1850; el primer aparato telefónico que hubo en Tejeda y las cerraduras de las primeras casas del pueblo, entre otros.
Cuco nos cuenta ilusionado, que «cada bisabuelo del pueblo ha dejado su huella en este museo», y que «en el día de hoy mi único deseo es que el Ayuntamiento de Tejeda aporte su granito de arena para poder sacar adelante el museo». Quiere que tanto turistas extranjeros como canarios puedan hacer un recorrido por las costumbres de los antiguos pobladores de la Isla, en especial del municipio de Tejeda y así conocer cómo vivían.
nVisitando el museo podemos hacernos una idea de cómo subsistían los canarios antiguamente. Al estar viviendo fuera de la ciudad, los antiguos pobladores de Tejeda, como de otros tantos pueblos de Gran Canaria, tenían que basar sus vidas en lo que allí había. Los hombres dedicaban los días a labrar la tierra, a la carpintería, a la cuchillería y a la ganadería, entre otros trabajos. Muestra de ello la tenemos en todos los artículos del museo, donde encontramos varios cuchillos de diferentes formas y tamaños, bancos de madera hechos a mano donde las mujeres se sentaban a bordar o a hacer quesos, hormas de zapatos...
Por su parte, la mujer de aquella época trabajaba otros oficios, no menos duros pero diferentes. Se dedicaban principalmente a la cocina y a la costura. En la casa-museo, Cuco ha colocado en una habitación las máquinas que se usaban antiguamente para coser y muestras de varios pañuelos bordados.
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