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'Lulú' se integra tras dos meses en Madrid

'Lulú' se integra tras dos meses en Madrid Canarias7 - 25/09/2005
'Lulú' se integra tras dos meses en Madrid
AL ANIMAL LE COSTÓ ADAPTARSE POR MIEDO A LOS ESPACIOS LIBRES

Ya no es la misma. Le costó adaptarse a su nuevo ambiente en la reserva natural Rainfer, en Madrid, pero ya corretea en una de 1.200 metros junto a y Costó sacarla del recinto de la cuarentena por sus miedos a los espacios libres.

Lulú ya no es la misma. Le costó adaptarse a su nuevo ambiente en la reserva natural Rainfer, en Madrid, pero ya corretea en una isla de 1.200 metros junto a Lucas, Yacki y Jeni. Costó sacarla del recinto de la cuarentena por sus miedos a los espacios libres.

El animal arrastra secuelas psicológicas después de haber pasado 10 años de cautiverio en dos jaulas de reducidas dimensiones en Telde. Sus cuidadores sabían a ciencia cierta que su adaptación no iba a ser fácil. De hecho, ha sido el que más ha tardado en integrarse en la reserva de los tres simios (Lulú y Lucas, que estaban en el parque de San Juan, y Kiko, en manos de una familia de San Mateo) que en junio fueron trasladados por el Seprona a la capital española.

Hubo de hecho que dormirla, según informa Pedro Pozas, secretario general de Proyecto Gran Simio, una de las organizaciones que más luchó para llevarla al santuario para chimpancés en el que ahora habita. Cuenta que los técnicos le dejaron la puerta abierta del pasillo que conecta el recinto de la cuarentena, donde Lulú ha permanecido dos meses, con la isla al aire libre donde juegan los otros simios, pero que ella se vio incapaz de pasarla por su cuenta y riesgo. Pozas interpreta que el animal ha debido tener miedo al espacio abierto después de tantos años encerrada en jaulas. Ha pasado así 10 de sus 30 años de vida. La esperaron dos semanas y al final optaron por anestesiarla y sacarla dormida del recinto.

De eso hace apenas unos días y la integración ha sido perfecta. Lulú muestra una evolución positiva. Ya no se pasa horas mirando ensimismada a un punto fijo ni se abandona a una sucesión de movimientos repetitivos, como hacía en su jaula de Telde.

Ahora comparte juegos y gracias con Lucas y otros dos monos que ya estaban en la reserva, Yacki y Jeni. Se encuentran prácticamente el aire libre en un espacio sin barrotes de 1.200 metros cuadrados donde disponen de varias plataformas de madera y de árboles para sus correrías. Kiko vive en la otra isla vecina.

Según Pozas, no ha sido necesario someterla a ningún tipo de tratamiento. Como a todos los demás, por la mañana se le da frutas y yogures, al mediodía más frutas con vitaminas y ya en la tarde galletas. Mientras tanto, ese parque donde juega está conectado con otro interior al que puede acceder cuando quiera a descansar o a buscar la intimidad que tanto le negaron en Telde. Allí tiene hasta calefacción.

2 comentarios

Paloma -

Bien por lulu,aunque algunas personas no entienden que ese lugar de San Juan no es el adecuado para los animales.
Aun persiste la idea de tener animales en ese parque ,como cabritas enanas,algun burrito,avetruces etc,etc.
Ya es hora que se hagan las cosas como es debido y seamos lo ciudadanos quienes digamos las cosas tal y como son y no nos dejemos influenciar por los caprichos de algunos irresponsables.

miguel -

Es una buena noticia,daba pena verla en San Juan encerrada,espero que le valla muy bien y que olvide esos 10 años de cautiverio.