La isla homenajea a sus sabios

Canarias7 -
La isla homenajea a sus sabios
AGRICULTORES TRADICIONALES RECIBEN EN OSORIO EL RECONOCIMIENTO DEL CABILDO GRANCANARIO

Concurrida. La exposición fotográfica de Javier Gil atrajo numeroso público.

Unas mil personas homenajearon ayer a los llamados Sabios de la tierra, agricultores y ganaderos de la Isla que mantienen las técnicas tradicionales para el cultivo y la aplicación de la fuerza animal para sus tareas en torno al campo. El presidente del Cabildo, José Manuel Soria, reconoció su trabajo haciéndoles entrega de unos diplomas y abriendo el plazo de ayudas de 2006.

Al entrar a Osorio, unos balcones abarrotados y el suelo lleno de piñas todavía embarbadas, anunciaban la descamisada que un grupo de agricultores pertenecientes al programa de los Sabios de la Tierra iba a llevar a cabo como muestra de las actividades tradicionales.
Unas mil personas se habían dado cita en la finca del Cabildo para participar en el homenaje a estas personas que, en base a los cultivos que mantienen y las tradiciones más antiguas con respecto al campo, van sumando puntos que a su vez le otorgan una subvención.
La definición sería la de personas que viven en la naturaleza y saben sacarle fruto sin degradarla ni destruirla, más bien todo lo contrario. Construyen bancales de piedra, rehabilitan senderos y los mantienen porque por ellos pasan a diario, plantan árboles, encauzan torrenteras y practican una forma de ecología que no es más que su día a día.

Los gestores del programa, técnicos del Cabildo de Gran Canaria bajo la dirección del consejero de Agricultura, Domingo Bueno, consideran que «la clave del programa no es la cantidad en la producción sino la calidad», como dicen algunos de ellos, «a mi casa no se puede venir a pedir dinero, pero a comer, los que quieran».
Algunos de los sabios cultivan frutas, verduras, plantas medicinales, leguminosas, forrajeras, plantas espontáneas y cultivos que no son especialmente populares en la isla como puede ser el maracuyá, el zapote o el chirimoyo. Además de eso, buena parte de los árboles y arbustos forrajeros que plantan son para alimentar al ganado, cuyo estiércol abona precisamente aquellos cultivos que luego han de comerse. Con las cañas hacen cestos, mermeladas con la fruta, con el trigo pan, aceite de almendras y un largo etcétera que forma la sostenibilidad más evidente.