Cantera de picón que se extralimita
Canarias7.es
Una cantera de picón invade terrenos fuera de la licencia
UN PARTICULAR DENUNCIA QUE LA PICONERA LE HA COMIDO SU PARCELA EN LA BREÑA DE TELDE.
Una cantera de picón abierta entre La Breña y Cazadores ha invadido terrenos que no estaban en la licencia que se le dio. Además, el espacio está clasificado como suelo rústico en restauración, por lo que el afectado entiende que no puede seguir extrayendo lapilli.
Lleva cinco meses detrás de la Consejería de Industria del Gobierno de Canarias para que paralice cautelarmente los trabajos de la cantera, pero hasta ahora no ha conseguido gran cosa. José Medina ya lo tiene todo listo para denunciar ante los tribunales a la concesionaria de la extracción. Dice que la constructora se ha metido en su terreno, situado en la zona conocida como Las Mesas del Ovejero, y le ha pegado varias mordidas de picón.
Por lo pronto, el Seprona ya levantó acta del caso y lo puso en conocimiento de la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural, quien podría actuar dado que la cantera se halla cerca de un espacio protegido y porque, según otras fuentes, el suelo está clasificado por el PGOU de Telde como suelo rústico de protección minera en restauración. Esta categoría se le aplica a aquellas explotaciones que, aun cuando tengan permiso (ésta lo renovó en 1991), se consideran agotadas y se las prepara para una restauración.
En todo caso, lo que le duele al afectado es su parcela y por eso ha movido cielo y tierra para hacerse con papeles que le den la razón. Con esa idea aporta, por ejemplo, un informe de un ingeniero en Topografía, Francisco Javier Vera, que acredita de forma «rotunda», según cita textual, que «los trabajos de extracción se están realizando fuera de los límites de la concesión». Hay dos zonas. En una le han extraído entre 15 y 20 metros de altura a lo largo de entre 34 y 55 metros de su propiedad, y en otra le han sacado dos metros de alto en una longitud de 107.
Estas apreciaciones fueron confirmadas también, según afirma Medina, por un técnico de la propia administración, Amando Montes, quien en una visita a la zona no sólo confirmó que se está sacando picón fuera de los límites autorizados, sino que comprobó que los trabajos se están haciendo en el subsuelo de una comunidad de aguas, incumpliendo así las disposiciones sobre protección del medio ambiente y de restauración del espacio afectado.
El equipo de abogados de Medina ha puesto estos extremos en conocimiento de la Consejería de Industria a través de varios escritos presentados entre junio y septiembre de 2005. Han solicitado la paralización inmediata de las labores de extracción y la caducidad de la autorización, porque, entre otras cosas, dicen haber descubierto que el concesionario sólo acreditó en su día ser dueño de 55.000 de los 70.000 metros para los que obtuvo la licencia.
Esta cantera logró autorización del Ministerio de Industria en 1981 para explotar 10.000 metros durante 10 años, pero el Gobierno canario se la amplió en 1991 hasta los 70.000 metros y en lo que resta hasta 2071. Medina cree que no le ha debido hacer falta tanto tiempo para agotar la parcela y que ahora busca en su suelo.
Esperando un precinto
El denunciante, José Medina, y su equipo de abogados están ahora a la espera de que la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural precinte la cantera. Aseguran que tienen todos los datos a su favor. No en vano, está cerca de espacios protegidos que estarían en serio riesgo. Es el caso por ejemplo de la Reserva Natural Especial de Los Marteles, la que protege la caldera del mismo nombre y el barranco de Los Cernícalos.
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