Mucho cemento, poco verde
La Provincia, 6-11-2005
La falta de plazas escolares y la saturación de centros de salud, o la inexistencia de un triste ambulatorio, son algunas de las consecuencias más graves del acelerado crecimiento de los nuevos barrios de la capital grancanaria. Tampoco se ha previsto el crecimiento a la hora de hacer los enlaces con la circunvalación. El resultado es que son muchas las entradas a la vía arterial que rodea la capital que sufren retenciones.
Barrios como Las Torres, Siete Palmas o El Pilar, que acogen a una población muy joven de más de 20.000 habitantes, carecen de un centro de salud, por lo que tienen que trasladarse hasta el de Guanarteme, según explica Prudencio Monje, presidente de la asociación de vecinos Tamarán-Las Torres, quien añade a su queja las "pésimas condiciones" en que se encuentra dicho equipamiento sanitario.
"El centro de salud es una necesidad urgente. Está previsto hacer un ambulatorio desde hace muchos años y se sabe incluso que irá en un solar que hay detrás del tanatorio de San Miguel, pero hasta la fecha no se ha movido una piedra", explica Monje, quien añade que tampoco se previó el crecimiento poblacional que iba a tener la zona cuando se planificaron los centros escolares.
El resultado de esta falta de previsión es la masificación de los colegios de la zona, que no dan abasto y que provoca que muchos niños -en estos barrios hay muchísimos porque la mayoría de las familias que viven allí están compuestas por matrimonios jóvenes- tengan que ir a un centro fuera de su zona. "Muchos niños", dice, "tienen que ir a La Feria a clase, lo que supone un trastorno porque se ven obligados a coger la guagua".
La escasez de zonas verdes y de parques es otro caballo de batalla de los vecinos de estos barrios, porque las mismas brillan por su ausencia o son ínfimas. Prudencio Monje reconoce que el parque de Juan Pablo II , que se inaugurará en breve, constituirá un alivio, "aunque está algo lejos". Monje se queja también de
la falta de equipamientos deportivos. "Poner una canasta o hacer un pequeño parque tampoco cuesta tanto. Tenemos sólo un campo de fútbol y dos canchas y están saturadas".
En los barrios que han crecido en el distrito de San Lorenzo-Tamaraceite, la problemática es la misma.
El centro de salud de Tamaraceite fue diseñado para una población muchísimo menor de la que atiende ahora y está saturado, comenta Feliciano Ramírez, representante de la asociación de vecinos Aytami. Lo mismo, añade, ocurre con los centros escolares. "Para un pueblo como el nuestro", señala Ramírez, "es importantísimo que crezca la población, siempre y cuando este fenómeno vaya acompañado de las infraestructuras necesarias". Algo que, a su juicio, no ha ocurrido en Tamaraceite, donde la población se ha doblado en los últimos diez años, según sus cálculos. Todos los barrios de la zona, prosigue, han crecido mucho y carecen de equipamientos.
Los problemas circulatorios en los accesos es otra consecuencia de la falta de previsión. Ramírez advierte que cuando se construyan las nuevas viviendas previstas, "las entradas y salidas se van a quedar colapsadas. A Tamaraceite hay sólo dos entradas por la circunvalación, la de Lomo los Frailes y Tamaraceite, en la que ya se producen retenciones en horas punta. No se ha previsto ninguna entrada más".
La falta de espacios verdes contrasta con la abundancia de cemento de las nuevas edificaciones. De hecho, los vecinos se empeñaron en crear un corredor verde entre el parque de la Mayordomía y las charcas de San Lorenzo, que parece se convertirá en realidad en un futuro. El corredor dotará a los barrios de Tamaraceite de la zona de ocio y esparcimiento que tanto necesitan y además evitará que se construyan más viviendas.
El concejal de Planeamiento y Gestión Urbanística, Felipe Afonso, asegura que el distrito San Lorenzo-Tamaraceite figura como "zona prioritaria" en las inversiones del Plan extraordinario de Barrios.
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