Mares, oceános y profundidas marinas
MARES VIVOS
Sin el mar no hubiera sido posible la vida en nuestro planeta. Sin embargo, a pesar de su inmensidad y la enorme riqueza biológica que encierran, nuestros océanos son frágiles, muy poco conocidos y especialmente vulnerables a las amenazas. El crecimiento insostenible de la población y el incremento de la demanda de recursos que conlleva han generado el principal problema al que se enfrentan en la actualidad nuestros mares: el agotamiento. Asimismo, las actividades humanas como la pesca, el desarrollo costero intensivo, la contaminación y el cambio climático están poniendo en peligro su salud.
Por esta razón, WWF/Adena desarrolla un programa específico dirigido a establecer nuevas áreas marinas protegidas, a terminar con la pesca excesiva y a reducir la contaminación de los mares.
Estos son nuestros objetivos para 2006:
1/ Lograr que al menos el 30 por ciento de nuestro litoral disfrute de una gestión integrada dirigida a su conservación.
2/ Acabar con la sobreexplotación de las pesquerías y mantener el estado actual de las que hoy son sostenibles y respetan el medio marino.
3/ Erradicar el impacto de la contaminación por hidrocarburos en las aguas territoriales españolas y en determinadas aguas de su influencia.
Campaña "A Fondo 2003"
Programa internacional "Mares Amenazados"
Contaminación
Pesquerías
Gestión integrada de costas
Protección de los fondos marinos
Para más información:
jlgvaras@wwf.es
MONTAÑAS SUBMARINAS
Las profundidades marinas son la última frontera de la Tierra para la investigación, de hecho algunos científicos afirman que conocemos mejor las superficie de Marte que los fondos profundos del mar. Estos lugares albergan una biodiversidad altísima que es extremadamente frágil a la acción del hombre pues la estamos destruyendo antes incluso de poder ser investigada.
El fondo marino, más allá de la plataforma continental, supone cerca del 50% de la superficie terrestre. Pese al escaso conocimiento de estas zonas, sí existe un acuerdo científico sobre la alta biodiversidad de los ecosistemas de profundidad y su extrema fragilidad. Las montañas submarinas, los corales de aguas profundas, las fumarolas y otras zonas de alta biodiversidad albergan entre medio y cien millones de especies, en muchos casos raros y únicos.
Los montes submarinos son volcanes, generalmente cónicos, que surgen de forma empinada desde el fondo del mar, alcanzando alturas notables. Estos accidentes orográficos en medio de las planicies abisales provocan afloramientos de aguas profundas que fertilizan la superficie y conforman sustratos para una rica variedad de comunidades biológicas.
Las comunidades pelágicas sobre estos montes revelan diferencias cualitativas y/o cuantitativas al compararlas con las aguas cercanas. La gran abundancia de biomasa de organismos planctónicos constituye una base importante para la dieta de peces, calamares, tortugas o cetáceos y otros depredadores superiores como tiburones, rayas, atún y pez espada.
Se estima que el número de montañas submarinas con una altura superior a 1000 metros es cercana a las 100.000, de las cuales más de 800 están en el Océano Atlántico. WWF/Adena lleva trabajando en su investigación, identificación y conservación varios años desde el Programa del Atlántico Noroccidental de WWF/Adena elaborando propuestas para la protección y conservación de estos ecosistemas.
Menos del 0,2% de las montañas submarinas han sido exploradas y la información sobre las especies que viven en ellas es muy escasa, aunque si se sabe que existen un gran número de especies no descritas anteriormente. Sólo algunos números:
El 98% de las especies que viven en los océanos están asociadas a los fondos marinos.
Las montañas submarinas dan cobijo a un alto número de especies (más de 850 especies se han descrito en el Mar de Coral y en el Mar de Tasmania; más de 2.000 se encontraron en las montañas de Nueva Caledonia, en el Océano Pacífico).
2/3 de todas las especies coral conocidas viven en aguas profundas, frías y oscuras, algunos de ellos a más de 3.000 m de profundidad.
Algunos corales de profundidad tienen edades entre 5.000 y 8.500 años y han dado lugar a espectaculares estructuras que superan los 35 metros de altura.
Para más información sobre las investigaciones científicas realizadas en las montañas submarinas visita:
www.rrz.uni-hamburg.de/OASIS
WWF/Adena, IUCN y el NRDC (Natural Resources Defense Council) ha elaborado un informe: Pesquerías de profundidad y su impacto sobre la biodiversidad de ecosistemas profundos vulnerables coincidiendo con la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica celebrada en Malasia (febrero 2004).
Según este informe, la principal amenaza para conservación de estos hábitats es la pesca de arrastre de profundidad que está llevando al colapso a especies comerciales y destruyendo ecosistemas sensibles como los corales de agua fría.
Las especies objetivo de estas pesquerías suelen ser de crecimiento lento y tener baja tasa reproductiva (la merluza negra o el pez reloj anaranjado pueden alcanzar los 150 años de edad y su madurez sexual a los 30).
Fuente: WWF/Adena.
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ricardo augusto filomena -