Greenpeace pide garantía de origen de toda la electricidad para que los consumidores elijan el tipo de energía
La organización ecologista Greenpeace reclamó hoy una garantía de origen de toda la electricidad para que los consumidores puedan elegir el tipo de energía que quieren consumir. En el informe Elegir electricidad limpia, presentado hoy, Greenpeace expone las medidas políticas para permitir que los consumidores puedan rechazar la energía sucia.
(EUROPA PRESS)
Así, la organización pidió un etiquetado eléctrico uniforme y fiable que incluyan todas las comercializadoras en sus facturas, informando del origen e impacto ambiental de la electricidad que venden. Además, para hacer posible la elección de electricidad limpia, Greenpeace reclamó una tarifa que refleje los costes reales, permitiendo la viabilidad de cualquier actividad de comercialización de electricidad.
También debería darse, según la organización, una política de precios favorable al medio ambiente, promoviendo un uso más racional de la energía e internalizando los costes ambientales de las energías sucias; y una separación completa de actividades entre las empresas (y grupos de empresas) que vendan la electricidad (comercializadoras) y las que la distribuyen y suministran a tarifa (distribuidoras).
Los consumidores podrían impulsar, según los ecologistas, "la transformación del sistema energético hacia las energías limpias, si pudiesen elegir el origen de la electricidad que consumen". Sin embargo, "esta elección no es posible actualmente en nuestro país, debido a que las tarifas eléctricas fijadas por el Gobierno no reflejan los verdaderos costes de la energía". A esto se añade la falta de un etiquetado eléctrico que informe en las facturas del origen e impacto ambiental de la electricidad, dejando a los consumidores en manos del engaño verde de las eléctricas, denunció Greenpeace.
El responsable de proyectos de la campaña de energía de Greenpeace, José Luis García Ortega, indicó que "es precisamente el origen de la electricidad lo que determina su impacto ambiental, y eligiendo electricidad procedente de fuentes limpias podemos contribuir a evitar un cambio climático peligroso y a abandonar la energía nuclear".
El informe define lo que Greenpeace considera electricidad limpia, que es aquella procedente de fuentes renovables (solar, eólica, minihidráulica, biomasa, geotérmica, olas) y sólo en la medida en que éstas no estén disponibles, especifica otras fuentes aceptables transitoriamente (biogás de residuos, gran hidráulica existente, cogeneración con gas natural).
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