La ULPGC y Ben Magec imparten un curso práctico sobre el cultivo ecológico de hortalizas
Canarias7, 2-11-2004
Sachos en lugar de bolígrafos; 50 metros cuadrados de tierra en vez de un pupitre y lechugas que sustituyen a las libretas.Las personas que siempre han querido aprender a cultivar hortalizas de una forma ecológica han tenido ahora la oportunidad en un novedoso curso Huertos para tod@s. Aprendiendo a cultivar un cachito de la tierra, impartido por el Aula de la Naturaleza Jaime O'Shanahan de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y la comisión Vamos al Huerto de la Federación Ben Magec-Ecologistas en Acción de Canarias. «El objetivo es que la gente salga más sensibilizada con el medio y que se conciencien de lo importante que es saber lo que comen», explica la directora del curso, María de los Ángeles Marrero, técnica especialista de hortofrutícola y máster en Gestión Medioambiental.
En su opinión, los compradores deberían hacer un mayor esfuerzo por consumir productos ecológicos. «En los supermercados ves a personas que podrían adquirir productos ecológicos pero no lo hacen porque prefieren gastarse el dinero en cosas materiales, más inútiles, antes que dar de comer sano a sus hijos», prosiguió.
Los huertos tienen una extensión de 50 metros cuadrados para cada cuatro inscritos y están localizados detrás de la Mediateca Guiniguada en lo que eran unos antiguos campos de cultivo restaurados.«Primero abonaremos la tierra con compost -abono orgánico natural procedente de excrementos de vaca y cabra-, luego los alumnos terminarán de montar el sistema de riego y, por último, plantarán, principalmente hortalizas como lechugas, acelgas, coles...», explicó María de los Ángeles Marrero.
Ahorro
Esta especialista, que aparcó diez años de docencia en la escuela de capacitación agraria para poner en marcha su propio huerto ecológico, asegura que, a la larga, las estadísticas demuestran que la agricultura ecológica es más barata porque no está sujeta a las oscilaciones de precio del mercado. «Este año, por ejemplo, las habichuelas llegaron a los doce euros», indicó, «mientras que la agricultura ecológica no varía los precios y siempre se sabe lo que recibe el agricultor».
Además, prosigue esta experta, se eliminan los productos transgénicos -alimentos modificados genéticamente- «que vamos consumiendo en pequeñas cantidades sin darnos cuenta en chocolates, galletas y platos preparados».
El sabor es otra de las ventajas que aporta la agricultura ecológica frente a los modos de trabajo convencionales, según explicó esta aruquense de 34 años. En estos momentos, la agricultura ecológica representa entre el 2% y el 5% de la producción total, según afirma María de los Ángeles Marrero.
Sachos en lugar de bolígrafos; 50 metros cuadrados de tierra en vez de un pupitre y lechugas que sustituyen a las libretas.Las personas que siempre han querido aprender a cultivar hortalizas de una forma ecológica han tenido ahora la oportunidad en un novedoso curso Huertos para tod@s. Aprendiendo a cultivar un cachito de la tierra, impartido por el Aula de la Naturaleza Jaime O'Shanahan de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y la comisión Vamos al Huerto de la Federación Ben Magec-Ecologistas en Acción de Canarias. «El objetivo es que la gente salga más sensibilizada con el medio y que se conciencien de lo importante que es saber lo que comen», explica la directora del curso, María de los Ángeles Marrero, técnica especialista de hortofrutícola y máster en Gestión Medioambiental.
En su opinión, los compradores deberían hacer un mayor esfuerzo por consumir productos ecológicos. «En los supermercados ves a personas que podrían adquirir productos ecológicos pero no lo hacen porque prefieren gastarse el dinero en cosas materiales, más inútiles, antes que dar de comer sano a sus hijos», prosiguió.
Los huertos tienen una extensión de 50 metros cuadrados para cada cuatro inscritos y están localizados detrás de la Mediateca Guiniguada en lo que eran unos antiguos campos de cultivo restaurados.«Primero abonaremos la tierra con compost -abono orgánico natural procedente de excrementos de vaca y cabra-, luego los alumnos terminarán de montar el sistema de riego y, por último, plantarán, principalmente hortalizas como lechugas, acelgas, coles...», explicó María de los Ángeles Marrero.
Ahorro
Esta especialista, que aparcó diez años de docencia en la escuela de capacitación agraria para poner en marcha su propio huerto ecológico, asegura que, a la larga, las estadísticas demuestran que la agricultura ecológica es más barata porque no está sujeta a las oscilaciones de precio del mercado. «Este año, por ejemplo, las habichuelas llegaron a los doce euros», indicó, «mientras que la agricultura ecológica no varía los precios y siempre se sabe lo que recibe el agricultor».
Además, prosigue esta experta, se eliminan los productos transgénicos -alimentos modificados genéticamente- «que vamos consumiendo en pequeñas cantidades sin darnos cuenta en chocolates, galletas y platos preparados».
El sabor es otra de las ventajas que aporta la agricultura ecológica frente a los modos de trabajo convencionales, según explicó esta aruquense de 34 años. En estos momentos, la agricultura ecológica representa entre el 2% y el 5% de la producción total, según afirma María de los Ángeles Marrero.
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