El ruido daña la memoria y la capacidad lectora
Para que tomen buena nota aquellos que quieren la ampliación del aeropuerto de Gran Canaria.
Cuando hablamos del impacto que causa la "huella sonora" de un aeropuerto, estamos refiriéndonos entre otras cosas, a esto.
Se reproduce a continuación un artículo de una revista científica.
Un exceso de ruido, como el de un avión volando a escasa altura, provoca daños en la capacidad de los niños para leer y en su memoria a largo plazo, según un estudio de la Universidad de Cornell, en Itaca, Nueva York, realizado en colaboración con investigadores alemanes, en el que se han analizado las habilidades intelectuales de la población
infantil que vive cerca de algún aeropuerto y que ha aparecido publicado en el último número de "Psychological Science".
"Es la primera vez que se realiza un estudio de larga duración con los mismos niños antes y después de la apertura del aeropuerto, y arroja evidencias del cambio en las aptitudes del pequeño en cada momento", asegura Gary Evans, psicólogo especialista en estrés medioambiental - principalmente lo relacionado con el ruido, las aglomeraciones y la contaminación- y uno de los autores del estudio.
Según Evans, la buena noticia es que, al parecer, la mayoría de los problemas de lectura y memoria se solucionan al dejar de vivir en una zona excesivamente ruidosa.
Los investigadores analizaron los datos de 326 niños y niñas con una media de edad de 10 años que vivían en dos zonas distintas de Munich, en Alemania: cerca del viejo aeropuerto, que estaba a punto de cerrarse, y cerca del lugar donde se construiría el nuevo. Se
realizaron pruebas de aptitud en tres momentos distintos: seis meses antes del cierre de un aeropuerto y la apertura del otro, y un año y dos años después.
Oportunidad única "La exposición al ruido está consecuentemente ligada a déficits de
lectura y puede interferir en la percepción del discurso y la memoria a largo plazo en niños de enseñanza primaria, y ahora hemos tenido la oportunidad de demostrarlo gracias a la apertura y cierre simultáneos de los aeropuertos de Munich, que han aportado fuertes evidencias de una relación causa-efecto".
Para el experto, este estudio confirma los severos daños que causa la exposición prolongada a ruidos fuertes en la salud, el aprendizaje y la motivación en niños y adultos.
Ya en 1998, Evans y su equipo presentaron un estudio en el que se demostraba la relación entre vivir cerca de un aeropuerto y tener ciertos problemas de salud, como hipertensión arterial, estrés, dolor de cabeza y falta de concentración, con la consecuente disminución de la calidad de vida.
Otros estudios realizados por el mismo grupo de investigadores descubrieron los mismos efectos causados por proximidad a zonas de tráfico denso.(Psychological Science 2002; 13: 5).
Cuando hablamos del impacto que causa la "huella sonora" de un aeropuerto, estamos refiriéndonos entre otras cosas, a esto.
Se reproduce a continuación un artículo de una revista científica.
Un exceso de ruido, como el de un avión volando a escasa altura, provoca daños en la capacidad de los niños para leer y en su memoria a largo plazo, según un estudio de la Universidad de Cornell, en Itaca, Nueva York, realizado en colaboración con investigadores alemanes, en el que se han analizado las habilidades intelectuales de la población
infantil que vive cerca de algún aeropuerto y que ha aparecido publicado en el último número de "Psychological Science".
"Es la primera vez que se realiza un estudio de larga duración con los mismos niños antes y después de la apertura del aeropuerto, y arroja evidencias del cambio en las aptitudes del pequeño en cada momento", asegura Gary Evans, psicólogo especialista en estrés medioambiental - principalmente lo relacionado con el ruido, las aglomeraciones y la contaminación- y uno de los autores del estudio.
Según Evans, la buena noticia es que, al parecer, la mayoría de los problemas de lectura y memoria se solucionan al dejar de vivir en una zona excesivamente ruidosa.
Los investigadores analizaron los datos de 326 niños y niñas con una media de edad de 10 años que vivían en dos zonas distintas de Munich, en Alemania: cerca del viejo aeropuerto, que estaba a punto de cerrarse, y cerca del lugar donde se construiría el nuevo. Se
realizaron pruebas de aptitud en tres momentos distintos: seis meses antes del cierre de un aeropuerto y la apertura del otro, y un año y dos años después.
Oportunidad única "La exposición al ruido está consecuentemente ligada a déficits de
lectura y puede interferir en la percepción del discurso y la memoria a largo plazo en niños de enseñanza primaria, y ahora hemos tenido la oportunidad de demostrarlo gracias a la apertura y cierre simultáneos de los aeropuertos de Munich, que han aportado fuertes evidencias de una relación causa-efecto".
Para el experto, este estudio confirma los severos daños que causa la exposición prolongada a ruidos fuertes en la salud, el aprendizaje y la motivación en niños y adultos.
Ya en 1998, Evans y su equipo presentaron un estudio en el que se demostraba la relación entre vivir cerca de un aeropuerto y tener ciertos problemas de salud, como hipertensión arterial, estrés, dolor de cabeza y falta de concentración, con la consecuente disminución de la calidad de vida.
Otros estudios realizados por el mismo grupo de investigadores descubrieron los mismos efectos causados por proximidad a zonas de tráfico denso.(Psychological Science 2002; 13: 5).
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