Las 10 grandes eléctricas europeas tienen la llave para detener el cambio climático, según Greenpeace
27 abr (Greenpeace)
Dentro de la campaña "Contra el cambio climático, exigimos energía limpia" que el barco Arctic Sunrise está llevando a cabo por las costas españolas, Greenpeace ha realizado hoy en Madrid la presentación internacional del informe ¿Quien controla la energía? Según el informe son 10 compañías eléctricas las que controlan el sector eléctrico en la Unión Europea. El informe identifica las fuentes de generación de electricidad, la cantidad de emisiones de CO2 y la cantidad de residuos nucleares producidos por estas diez empresas. Entre ellas se encuentra Endesa, que es la empresa más contaminante de España, así como Iberdrola, que protagoniza un "engaño verde".
Las diez empresas más grandes, EdF, E.on, RWE, ENEL, Vattenfall, Electrabel, EnBW, Endesa, Iberdrola y Energía británica, son responsables del 60% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero del sector eléctrico europeo y del 90% de los residuos nucleares. El sector eléctrico europeo es responsable de la emisión de más de 1.200 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) y más de 2.600 toneladas de residuos altamente radiactivos cada año.
Greenpeace exige a las diez principales eléctricas europeas que, para dejar de ser "criminales del clima", opten por las energías renovables, que son recursos energéticos seguros y evitan el cambio climático peligroso, en vez de construir nuevas centrales térmicas o alargar la vida de las viejas nucleares.
"Más de la mitad de las centrales térmicas de carbón en Europa tienen más de veinte años, los próximos diez años son por tanto cruciales. El sector decidirá qué tipo de instalaciones construye: si se basarán en los sucios combustibles fósiles y la peligrosa energía nuclear, o serán instalaciones eficientes y limpias de energías renovables. Estamos ante la gran oportunidad para cambiar el modelo energético" -ha declarado Raquel Montón, reponsable de la campaña de energía de Greenpeace.
Países como Alemania, Italia, España y Francia dependen de las importaciones de energía sin la garantía de suministro para el futuro. La Comisión Europea estima que la Unión Europea podría importar el 70% de su energía total, y el 90% del petróleo en los próximos 20 a 30 años si no se toman nuevas medidas.
"Cada euro invertido en la energía limpia nos aleja de la dependencia de las importaciones de los combustibles fósiles y nucleares, de los vaivenes de los precios del mercado mundial y del colapso del sistema climático. Las energías renovables son el único camino para satisfacer la demanda eléctrica con energía limpia" -añadió Montón- "Poner en marcha este modelo energético sostenible ayudará a proteger el clima, aislar las economías nacionales de las fluctuaciones de los mercados de los combustibles fósiles y nucleares, y proporcionará a las generaciones futuras el acceso a una energía segura."
Greenpeace exige a los gobiernos europeos que creen los incentivos necesarios para que las empresas eléctricas orienten su actividad hacia las energías renovables y no vean atractivo continuar con el carbón o la nuclear. Las barreras deben ponerse a las energías sucias y quitarse los obstáculos a las energías limpias.
Dentro de la campaña "Contra el cambio climático, exigimos energía limpia" que el barco Arctic Sunrise está llevando a cabo por las costas españolas, Greenpeace ha realizado hoy en Madrid la presentación internacional del informe ¿Quien controla la energía? Según el informe son 10 compañías eléctricas las que controlan el sector eléctrico en la Unión Europea. El informe identifica las fuentes de generación de electricidad, la cantidad de emisiones de CO2 y la cantidad de residuos nucleares producidos por estas diez empresas. Entre ellas se encuentra Endesa, que es la empresa más contaminante de España, así como Iberdrola, que protagoniza un "engaño verde".
Las diez empresas más grandes, EdF, E.on, RWE, ENEL, Vattenfall, Electrabel, EnBW, Endesa, Iberdrola y Energía británica, son responsables del 60% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero del sector eléctrico europeo y del 90% de los residuos nucleares. El sector eléctrico europeo es responsable de la emisión de más de 1.200 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) y más de 2.600 toneladas de residuos altamente radiactivos cada año.
Greenpeace exige a las diez principales eléctricas europeas que, para dejar de ser "criminales del clima", opten por las energías renovables, que son recursos energéticos seguros y evitan el cambio climático peligroso, en vez de construir nuevas centrales térmicas o alargar la vida de las viejas nucleares.
"Más de la mitad de las centrales térmicas de carbón en Europa tienen más de veinte años, los próximos diez años son por tanto cruciales. El sector decidirá qué tipo de instalaciones construye: si se basarán en los sucios combustibles fósiles y la peligrosa energía nuclear, o serán instalaciones eficientes y limpias de energías renovables. Estamos ante la gran oportunidad para cambiar el modelo energético" -ha declarado Raquel Montón, reponsable de la campaña de energía de Greenpeace.
Países como Alemania, Italia, España y Francia dependen de las importaciones de energía sin la garantía de suministro para el futuro. La Comisión Europea estima que la Unión Europea podría importar el 70% de su energía total, y el 90% del petróleo en los próximos 20 a 30 años si no se toman nuevas medidas.
"Cada euro invertido en la energía limpia nos aleja de la dependencia de las importaciones de los combustibles fósiles y nucleares, de los vaivenes de los precios del mercado mundial y del colapso del sistema climático. Las energías renovables son el único camino para satisfacer la demanda eléctrica con energía limpia" -añadió Montón- "Poner en marcha este modelo energético sostenible ayudará a proteger el clima, aislar las economías nacionales de las fluctuaciones de los mercados de los combustibles fósiles y nucleares, y proporcionará a las generaciones futuras el acceso a una energía segura."
Greenpeace exige a los gobiernos europeos que creen los incentivos necesarios para que las empresas eléctricas orienten su actividad hacia las energías renovables y no vean atractivo continuar con el carbón o la nuclear. Las barreras deben ponerse a las energías sucias y quitarse los obstáculos a las energías limpias.
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