Científicos japoneses captan las primeras imágenes de un calamar gigante vivo
El Mundo, 28-9-2005
Vea unas fotografías únicas
Gráfico: el calamar gigante
MADRID.- Un equipo de biólogos y científicos japoneses ha logrado captar las primeras imágenes de un calamar gigante, Architeuthis, nadando libremente en aguas del mar de Japón. El ejemplar, de más de ocho metros de longitud, ha sido visto a unos 900 metros de profundidad, y es mucho más agresivo de lo que hasta ahora pensaban los científicos.
Perseguido por científicos y curiosos desde tiempos de Julio Verne, el calamar gigante es uno de los animales más enigmáticos del planeta, y desde luego uno de los más buscados. Hasta ahora, todos los ejemplares que se han capturado estaban muertos, y nunca se han tomado imágenes en su hábitat natural. Tsunemi Kubodera y Kyoichi Mori, biólogos del Museo Nacional de Ciencia de Tokyo, publican ahora con todo detalle su extraordinario hallazgo en la revista Proceedings de la Real Sociedad Británica de Ciencias Biológicas.
Para localizar a los calamares gigantes, los científicos se desplazaron a una zona donde hay una gran población de cachalotes, los únicos depredadores naturales de estos invertebrados. Allí, en las frías y oscuras aguas del Pacífico norte, 'plantaron' hace casi cuatro años 23 boyas de las que colgaban una cuerdas fijas por las que bajaba una cámara fotográfica hasta unos 1.000 metros de profundidad. A la cámara estaba adosado un anzuelo con cebo, y la cámara apuntaba siempre en posición vertical, tomando instantáneas cada cuatro segundos durante las cinco horas que duraba cada 'viaje' a las profundidades.
La campana de la suerte sonó el 30 de septiembre de 2004. A las 9.15 horas, un calamar gigante atacó una de las cámaras cuando ésta se encontraba a unos 900 metros de profundidad. En el primer ataque, rápido y poderoso, uno de los tentáculos se quedó enganchado en el anzuelo del dispositivo, lo que motivó una descomunal lucha, de más de cuatro horas de duración, del animal por tratar de escapar de su presa. Una inédita secuencia que quedó grabada en 556 imágenes.
Tras la primera embestida, el calamar desapareció de ángulo de visión de la cámara durante 20 minutos, aunque durante los siguientes 80 minutos el animal trató de romper con sus tentáculos el anzuelo y la línea de cuerdas, soltando incluso tinta que en ocasiones dificulta la visión. El ataque fue de tal fuerza que el calamar arrastró la cámara hasta una profundidad de unos 600 metros, aunque luego animal y máquina volvieron a los mil metros de profundidad.
Tras cuatro horas y trece minutos de lucha, uno de los tentáculos de alimentación del calamar se rompió y quedó adherido al anzuelo, mientras que el animal logró escapar. El tentáculo fue recuperado por los científicos una vez que la cámara llegó a la superficie, y pudieron comprobar que todavía tenía activas sus ventosas, que incluso trataban de atrapar los dedos de los científicos cuando las tocaban.
El tentáculo, de 5.5 metros de largo, ha permitido a los científicos no sólo hacer la prueba de ADN para determinar que efectivamente se trata de un ejemplar de calamar gigante, sino establecer su longitud: 4,7 metros de la cabeza al final de los tentáculos más cortos; más de ocho metros tomando como referencia los larguísimos y poderosos tentáculos de alimentación.
No es, sin embargo, el ejemplar de calamar más grande del que se tiene referencia. En 1969 se encontró en Clarke (EEUU) el cadáver de un calamar de 18 metros de largo. El calamar gigante es uno de los animales más enigmáticos de la Tierra. Entre sus particularidades destaca el crecimiento más alto del mundo animal, a un ritmo de un centímetro diario y que las hembras, de las que sólo se han hallado ejemplares jóvenes, son capaces de poner entre 9 y 10 millones de huevos a lo largo de su vida.
Con tres corazones, una visión cien veces más potente que la del ser humano y un cerebro muy desarrollado, este mítico gigante ha permanecido hasta ahora oculto en los abismos marinos. Con las imágenes tomadas ahora, serán muchos los científicos que podrán comenzar a estudiarlo en profundidad.
Vea unas fotografías únicas
Gráfico: el calamar gigante
MADRID.- Un equipo de biólogos y científicos japoneses ha logrado captar las primeras imágenes de un calamar gigante, Architeuthis, nadando libremente en aguas del mar de Japón. El ejemplar, de más de ocho metros de longitud, ha sido visto a unos 900 metros de profundidad, y es mucho más agresivo de lo que hasta ahora pensaban los científicos.
Perseguido por científicos y curiosos desde tiempos de Julio Verne, el calamar gigante es uno de los animales más enigmáticos del planeta, y desde luego uno de los más buscados. Hasta ahora, todos los ejemplares que se han capturado estaban muertos, y nunca se han tomado imágenes en su hábitat natural. Tsunemi Kubodera y Kyoichi Mori, biólogos del Museo Nacional de Ciencia de Tokyo, publican ahora con todo detalle su extraordinario hallazgo en la revista Proceedings de la Real Sociedad Británica de Ciencias Biológicas.
Para localizar a los calamares gigantes, los científicos se desplazaron a una zona donde hay una gran población de cachalotes, los únicos depredadores naturales de estos invertebrados. Allí, en las frías y oscuras aguas del Pacífico norte, 'plantaron' hace casi cuatro años 23 boyas de las que colgaban una cuerdas fijas por las que bajaba una cámara fotográfica hasta unos 1.000 metros de profundidad. A la cámara estaba adosado un anzuelo con cebo, y la cámara apuntaba siempre en posición vertical, tomando instantáneas cada cuatro segundos durante las cinco horas que duraba cada 'viaje' a las profundidades.
La campana de la suerte sonó el 30 de septiembre de 2004. A las 9.15 horas, un calamar gigante atacó una de las cámaras cuando ésta se encontraba a unos 900 metros de profundidad. En el primer ataque, rápido y poderoso, uno de los tentáculos se quedó enganchado en el anzuelo del dispositivo, lo que motivó una descomunal lucha, de más de cuatro horas de duración, del animal por tratar de escapar de su presa. Una inédita secuencia que quedó grabada en 556 imágenes.
Tras la primera embestida, el calamar desapareció de ángulo de visión de la cámara durante 20 minutos, aunque durante los siguientes 80 minutos el animal trató de romper con sus tentáculos el anzuelo y la línea de cuerdas, soltando incluso tinta que en ocasiones dificulta la visión. El ataque fue de tal fuerza que el calamar arrastró la cámara hasta una profundidad de unos 600 metros, aunque luego animal y máquina volvieron a los mil metros de profundidad.
Tras cuatro horas y trece minutos de lucha, uno de los tentáculos de alimentación del calamar se rompió y quedó adherido al anzuelo, mientras que el animal logró escapar. El tentáculo fue recuperado por los científicos una vez que la cámara llegó a la superficie, y pudieron comprobar que todavía tenía activas sus ventosas, que incluso trataban de atrapar los dedos de los científicos cuando las tocaban.
El tentáculo, de 5.5 metros de largo, ha permitido a los científicos no sólo hacer la prueba de ADN para determinar que efectivamente se trata de un ejemplar de calamar gigante, sino establecer su longitud: 4,7 metros de la cabeza al final de los tentáculos más cortos; más de ocho metros tomando como referencia los larguísimos y poderosos tentáculos de alimentación.
No es, sin embargo, el ejemplar de calamar más grande del que se tiene referencia. En 1969 se encontró en Clarke (EEUU) el cadáver de un calamar de 18 metros de largo. El calamar gigante es uno de los animales más enigmáticos de la Tierra. Entre sus particularidades destaca el crecimiento más alto del mundo animal, a un ritmo de un centímetro diario y que las hembras, de las que sólo se han hallado ejemplares jóvenes, son capaces de poner entre 9 y 10 millones de huevos a lo largo de su vida.
Con tres corazones, una visión cien veces más potente que la del ser humano y un cerebro muy desarrollado, este mítico gigante ha permanecido hasta ahora oculto en los abismos marinos. Con las imágenes tomadas ahora, serán muchos los científicos que podrán comenzar a estudiarlo en profundidad.
0 comentarios