La desaceleración de la corriente del Golfo amenaza con enfriar el clima en el norte de Europa y fundir el Ártico en 2020
El Mundo, 9-5-2005
LONDRES.- Los expertos han detectado los primeros signos de una desaceleración de la corriente del Golfo que podría tener como consecuencia una fuerte caída de las temperaturas medias de las Islas Británicas y el noroeste de Europa. Uno de los "motores" que impulsan esa poderosa corriente, el descenso hasta el fondo marino de columnas de agua gélida en el mar de Groenlandia, se ha debilitado hasta el punto de que tiene actualmente menos de un cuarto de su fuerza anterior.
Este debilitamiento, debido al parecer al calentamiento del planeta, podría originar a lo largo de los próximos años fuertes cambios en esa importante corriente y paradójicamente enfriar las temperaturas en buena parte de Europa. Peter Wadhams, profesor de física de los océanos en la universidad de Cambridge (Inglaterra), utilizó submarinos de la Marina Real británica para hacer mediciones bajo la capa de hielo ártico en el mar de Groenlandia.
"Hasta fecha reciente, era normal encontrar una especie de chimeneas gigantes por las que columnas gigantes de agua densa y muy fría descendían hasta el fondo marino a una profundidad de tres mil metros", explica el científico, citado por el dominical 'The Sunday Times'. "Conforme esas masas de agua gélida bajaban al fondo, eran reemplazadas por otras de agua más caliente procedentes del sur, lo que provocaba una circulación continua. Si ese mecanismo se desacelera, llegará menos calor a Europa", agrega.
Ese cambio, predicho por los científicos, pero sólo ahora demostrado experimentalmente, podría tener un fuerte impacto sobre Gran Bretaña, que está a la misma latitud que Siberia y cuyo clima sería mucho más frío sin el efecto atenuante de la corriente del Golfo. Esta transporta 27.000 veces más calor a las costas británicas del que pueden generar todas las fuentes de energía del Reino Unido y eleva las temperaturas medias en entre cinco y ocho grados centígrados.
La desaparición de la capa de Odden
Waldham y sus colegas predicen que el debilitamiento de la corriente del Golfo puede acarrear otros fenómenos catastróficos como la fusión completa en verano de la capa de hielo ártico de aquí al año 2020 y como muy tarde con seguridad antes del 2080.
Ello sería desastroso para la fauna silvestre, y muchas especies como el oso polar se expondrían a la extinción. Viajando en submarino y con ayuda del sonar, el experto británico ha descubierto que la capa de hielo polar ha perdido un 46 por ciento de su espesor en los últimos veinte años. Waldham se fijó sobre todo en una capa de hielo, bautizada con el nombre de Odden, que solía formarse en el mar de Greoenlandia cada invierno para perder espesor en verano.
El crecimiento de esa capa hace que se formen año tras año las columnas de agua gélida: cuando se congela el agua de la superficie, el cristal de hielo expulsa la sal al agua circundante. Esta se vuelve más pesada que las capas inferiores, lo que provoca un movimiento descendente. Sin embargo, la capa de Odden ha ido desapareciendo: la última vez que se presentó en su plenitud fue en 1997.
"En el pasado veíamos cada año entre nueve y diez columnas gigantescas bajo la capa de Odden, pero en nuestra última travesía sólo descubrimos dos y eran tan débiles que el agua descendente no conseguía llegar al fondo marino", explica el científico, que presentó recientemente sus descubrimientos en Viena.
LONDRES.- Los expertos han detectado los primeros signos de una desaceleración de la corriente del Golfo que podría tener como consecuencia una fuerte caída de las temperaturas medias de las Islas Británicas y el noroeste de Europa. Uno de los "motores" que impulsan esa poderosa corriente, el descenso hasta el fondo marino de columnas de agua gélida en el mar de Groenlandia, se ha debilitado hasta el punto de que tiene actualmente menos de un cuarto de su fuerza anterior.
Este debilitamiento, debido al parecer al calentamiento del planeta, podría originar a lo largo de los próximos años fuertes cambios en esa importante corriente y paradójicamente enfriar las temperaturas en buena parte de Europa. Peter Wadhams, profesor de física de los océanos en la universidad de Cambridge (Inglaterra), utilizó submarinos de la Marina Real británica para hacer mediciones bajo la capa de hielo ártico en el mar de Groenlandia.
"Hasta fecha reciente, era normal encontrar una especie de chimeneas gigantes por las que columnas gigantes de agua densa y muy fría descendían hasta el fondo marino a una profundidad de tres mil metros", explica el científico, citado por el dominical 'The Sunday Times'. "Conforme esas masas de agua gélida bajaban al fondo, eran reemplazadas por otras de agua más caliente procedentes del sur, lo que provocaba una circulación continua. Si ese mecanismo se desacelera, llegará menos calor a Europa", agrega.
Ese cambio, predicho por los científicos, pero sólo ahora demostrado experimentalmente, podría tener un fuerte impacto sobre Gran Bretaña, que está a la misma latitud que Siberia y cuyo clima sería mucho más frío sin el efecto atenuante de la corriente del Golfo. Esta transporta 27.000 veces más calor a las costas británicas del que pueden generar todas las fuentes de energía del Reino Unido y eleva las temperaturas medias en entre cinco y ocho grados centígrados.
La desaparición de la capa de Odden
Waldham y sus colegas predicen que el debilitamiento de la corriente del Golfo puede acarrear otros fenómenos catastróficos como la fusión completa en verano de la capa de hielo ártico de aquí al año 2020 y como muy tarde con seguridad antes del 2080.
Ello sería desastroso para la fauna silvestre, y muchas especies como el oso polar se expondrían a la extinción. Viajando en submarino y con ayuda del sonar, el experto británico ha descubierto que la capa de hielo polar ha perdido un 46 por ciento de su espesor en los últimos veinte años. Waldham se fijó sobre todo en una capa de hielo, bautizada con el nombre de Odden, que solía formarse en el mar de Greoenlandia cada invierno para perder espesor en verano.
El crecimiento de esa capa hace que se formen año tras año las columnas de agua gélida: cuando se congela el agua de la superficie, el cristal de hielo expulsa la sal al agua circundante. Esta se vuelve más pesada que las capas inferiores, lo que provoca un movimiento descendente. Sin embargo, la capa de Odden ha ido desapareciendo: la última vez que se presentó en su plenitud fue en 1997.
"En el pasado veíamos cada año entre nueve y diez columnas gigantescas bajo la capa de Odden, pero en nuestra última travesía sólo descubrimos dos y eran tan débiles que el agua descendente no conseguía llegar al fondo marino", explica el científico, que presentó recientemente sus descubrimientos en Viena.
2 comentarios
m de carrascosa -
Cristian Maravilla -