En 20 años todos conduciremos coches de hidrógeno
Guillermo Calleja, catedrático de Ingeniería: 'Dentro de 20 años todos conduciremos coches de hidrógeno'
ANA ANTÓN (especial para elmundo.es)
ARANJUEZ.- El Hidrógeno se perfila, cada vez más, como el combustible del futuro. Lo que para algunos sigue siendo un mito es para otros una realidad, y muchos científicos ya hacen sus apuestas. "Dentro de 15 o 20 años, todos conduciremos vehículos alimentados con hidrógeno", asegura Guillermo Calleja, catedrático de Ingeniería Química y coordinador de uno de los curso de la Fundación Rey Juan Carlos.
La apuesta de Calleja, que puede parecer a priori demasiado optimista, "dependerá del desarrollo tecnológico, la apertura del mercado y las condiciones de los coches comerciales", ha dicho.
Calleja ha señalado, durante su ponencia en Aranjuez, que "el hidrógeno es una buena solución como combustible porque da un alto rendimiento en transporte y, por otro lado, supone un ahorro de consumo de combustibles fósiles, problemáticos por su escasez, alto precio y la fuerte contaminación que provocan". En este sentido, el uso del hidrógeno contribuiría al respeto del Protocolo de Kyoto, ya que en la combustión se genera agua, pero no dióxido de carbono.
Según ha declarado Calleja, todas las marcas de vehículos están fabricando prototipos de coches alimentado por hidrógeno, aunque "no los producirán en serie hasta que se pueda disponer de hidrógeno, en hidrogeneras, a precios razonables". Al mismo tiempo, "los productores de hidrógeno no se decidirán a establecer una red de distribución hasta que no haya una flota de vehículos lo suficientemente amplia". Es el eterno dilema de "el huevo y la gallina", ha apuntado.
En ciudades como Barcelona o Madrid ya están circulando autobuses de hidrógeno, lo que demuestra que el proyecto es viable.
Asimismo, Calleja ha asegurado que, pese a lo que mantienen algunas voces, se ha comprobado que el uso del hidrógeno como combustible no entraña ningún tipo de riesgo. "Se han hecho pruebas con coches que se estrellan contra una pared. Los que funcionan con gasolina se incendian y arden completamente. Por el contrario, los que funcionan con hidrógeno, al colisionar, desprenden una llama fuerte hacia arriba, pero el coche no arde", ha explicado.
ANA ANTÓN (especial para elmundo.es)
ARANJUEZ.- El Hidrógeno se perfila, cada vez más, como el combustible del futuro. Lo que para algunos sigue siendo un mito es para otros una realidad, y muchos científicos ya hacen sus apuestas. "Dentro de 15 o 20 años, todos conduciremos vehículos alimentados con hidrógeno", asegura Guillermo Calleja, catedrático de Ingeniería Química y coordinador de uno de los curso de la Fundación Rey Juan Carlos.
La apuesta de Calleja, que puede parecer a priori demasiado optimista, "dependerá del desarrollo tecnológico, la apertura del mercado y las condiciones de los coches comerciales", ha dicho.
Calleja ha señalado, durante su ponencia en Aranjuez, que "el hidrógeno es una buena solución como combustible porque da un alto rendimiento en transporte y, por otro lado, supone un ahorro de consumo de combustibles fósiles, problemáticos por su escasez, alto precio y la fuerte contaminación que provocan". En este sentido, el uso del hidrógeno contribuiría al respeto del Protocolo de Kyoto, ya que en la combustión se genera agua, pero no dióxido de carbono.
Según ha declarado Calleja, todas las marcas de vehículos están fabricando prototipos de coches alimentado por hidrógeno, aunque "no los producirán en serie hasta que se pueda disponer de hidrógeno, en hidrogeneras, a precios razonables". Al mismo tiempo, "los productores de hidrógeno no se decidirán a establecer una red de distribución hasta que no haya una flota de vehículos lo suficientemente amplia". Es el eterno dilema de "el huevo y la gallina", ha apuntado.
En ciudades como Barcelona o Madrid ya están circulando autobuses de hidrógeno, lo que demuestra que el proyecto es viable.
Asimismo, Calleja ha asegurado que, pese a lo que mantienen algunas voces, se ha comprobado que el uso del hidrógeno como combustible no entraña ningún tipo de riesgo. "Se han hecho pruebas con coches que se estrellan contra una pared. Los que funcionan con gasolina se incendian y arden completamente. Por el contrario, los que funcionan con hidrógeno, al colisionar, desprenden una llama fuerte hacia arriba, pero el coche no arde", ha explicado.
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