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TURCÓN - Ecologistas en acción

Los leones de Tanzania se convierten en devoradores de hombres

Los leones de Tanzania se convierten en devoradores de hombres CASI 600 MUERTOS EN LOS ÚLTIMOS 15 AÑOS
Los leones de Tanzania se convierten en devoradores de hombres

El Mundo.es-MADRID.-

Los leones de Tanzania se han convertido en los últimos años en depredadores de hombres. Desde 1990 hasta 2004, los ataques a las personas se han incrementado más del triple de lo que venía ocurriendo años atrás, lo que ha provocado la muerte de al menos 563 personas y causó heridas a otros 308, en su mayor parte agricultores.

La mayor parte de los ataques han tenido lugar en zonas agrícolas recientemente colonizadas por el enorme incremento de población en Tanzania, donde desde 1988 se ha pasado de 23,1 millones de habitantes a los 34,6 millones que había ya en 2002. El estudio científico de los devoradores de hombres ha sido publicado en la revista 'Nature', con la finalidad de buscar estrategias que rebajen el número de muertes, a la vez que se conserva a la población de leones.

El incremento del número de muertes de personas está dando al traste con las estrategias de conservación de la fauna, al promoverse entre los agricultores la muerte de los grandes felinos, como la mejor medida para evitar los ataques. Tanzania es el país africano que mayor población de leones tiene. A la vez, Tanzania es también uno de los países más pobres de África.

La investigación, dirigida por Craig Packer, del departamento de Ecología de la Universidad de Minnesota, ha llegado a la conclusión de que el 40% de los ataques a personas se han dado entre los meses de marzo a mayo, cuando tiene lugar la cosecha de los cultivos. Coinciden esas fechas con la presencia de mayor número de agricultores en el campo.

Un 18% de las víctimas mortales eran menores de 10 años, entre los que hay muchos casos en los que estaban jugando fuera de la vigilancia de sus madres. Y casi el 70% fueron varones, probablemente porque ellos son los que más pastorean, los que llevan y recogen el forraje para el ganado, los que más caminan por la noche o los que forman parte de las partidas de caza de leones con simples lanzas y redes en represalia a los ataques.
Vigilar las cosechas

Pero también ha habido un gran número de ataques contra agricultores cuando vigilan sus cosechas por la noche, para evitar los daños del jabalí de río. Esta especie forma parte a su vez de la dieta de los leones, sobre todo cuando escasean otras piezas mayores como las gacelas impala o las cebras, que han sido cazadas muy ampliamente al ser casi la única fuente de proteínas.

Estos ataques se producen incluso cuando el agricultor duerme dentro de la caseta. Pese a estar sobre pilotes de madera, los leones se las apañan para subir y entrar para devorar a su víctima.
Hasta el momento, los lugareños se han defendido cubriendo las casetas con más ramas, pensando que la presencia de leones también les beneficiaba por mantener a los jabalíes lejos de sus cultivos. Pero los reiterados ataques han demostrado que los más poderosos carnívoros terrestres no se detienen ante nada.
Controlar a los jabalíes

Los investigadores concluyen en su informe, elaborado también por el Instituto de Investigación de la Vida Silvestre de Tanzania, que una buena estrategia para evitar los ataques es controlar las poblaciones de jabalíes de río en las zonas agrícolas. De esta manera, se reduciría a la mitad el número de agricultores que tendría que dormir en los campos para cuidar de sus cosechas. A su vez, los leones se mantendrían alejados de las zonas habitadas, al no haber tampoco jabalíes.

El estudio plantea, finalmente, que el crecimiento demográfico de la población ha conducido a una usurpación de ciertas áreas de campeo de los depredadores y de sus presas naturales. Hallar la fórmula que logre sostener poblaciones viables de leones que no pongan en riesgo la vida de los lugareños, es el objetivo de los investigadores. Cualquier estrategia de conservación en África pasa por encontrar ese equilibrio roto hace no tanto tiempo.

2 comentarios

jorge -

esta mubien que se proteja al leon, pero si se protejiera a sus presas con la misma eficacia, NO se centrarian en le ganado y menos en el hombre. NO somos DIOS por lo tanto No somos capaz de reconstruir una armonia natural. pues el truco esta en: Enlugar de intentar de jugar a ser DIOS, dejar de destruir la obra de dios. Que la Naturaleza sabe apañarse,si NO FUERA EL HOMBRE.

Rafael -

Saludos.
No soy biólogo y los pocos conocimientos que sobre animales he podido reunir ya están muy anticuados.
Con todo me gustaría tratar de aportar algo a este excelente artículo.
Mucho me temo que este problema no va a hacer otra cosa que aumentar en los próximos años. Mientras siga el crecimiento demográfico actual en África y la base de la economía sea el sector primario no hay nada que hacer. El ser humano seguirá ocupando terreno, desforestando, y desplazando a los animales salvajes en beneficio del ganado doméstico.
Ante ese panorama, los grandes depredadores verán alterado su modo de vida natural, si es que a estas alturas se puede hablar del mismo como tal.
Esto supone el roce cotidiano y un cada vez más fácil camino hacia la antropofagia.
¿Soluciones?
No las tengo pero sospecho que dentro de unos años será inevitable que los animales salvajes se concentren en reservas valladas. Desde luego ello supondrá consanguinidad, degeneración de las razas, alteración de costumbres (sobre todo en las especies migratorias) y sobrepoblación. Con grandes medios se podrá paliar, pero estos países no cuentan con recursos ilimitados, ni con toda la voluntad gubernamental necesaria, posiblemente, aunque aquí reconozco que puedo equivocarme y lo que transmiten los reportajes es razonablemente tranquilizador en este sentido.
A menos que se consiga reponer un perfecto equilibrio biológico. Me parece casi imposible pero
no desespero de ello.